La devaluación del peso implicará un serio recorte para las actividades de investigación científica. “Los equipos de alta tecnología, aparatos de laboratorio, drogas y reactivos, publicaciones científicas y todo lo que es importado se va a encarecer en un 40 por ciento. Es muy preocupante”, dijo la vicerrectora de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Susana Mirande. Como difícilmente el presupuesto educativo aumente, la devaluación obligará a las casas de estudios a gastar más dinero para obtener lo mismo o, más probablemente, a reducir sus inversiones reales en el área, con el consiguiente perjuicio académico. En la UBA, por ejemplo, se gastan dos millones de pesos al año en importar publicaciones. Ahora, esos libros y revistas costarán, si el dólar no se dispara, más de tres millones. Este será otro de los temas a tratar entre rectores y ministra. “Vamos a hacer gestiones para obtener un tratamiento diferencial en esas importaciones”, contó Mirande.