Con un escueto 1-0, a Racing le alcanzó para superar ayer a Olimpo como local y sumar tres puntos que lo colocan como único escolta de Rafaela, a una unidad de distancia de los santafesinos. El penal convertido por Teófilo Gutiérrez en el primer tiempo fue suficiente para que el elenco que conduce Diego Simeone festeje y piense en pelear por el título.

El regreso de Giovanni Moreno a la titularidad tras la lesión que lo marginó de las canchas desde la primera fecha del Clausura pasado incentivaba a los hinchas, que sabían que el colombiano podía aportar el juego vistoso que su equipo necesitaba. Y el volante no defraudó. Su técnica depurada, la pausa en el momento justo, la gambeta lujosa para clarificar el panorama fueron una constante durante el primer tiempo. A eso se sumó el retorno luego de la suspensión de Gutiérrez.

A partir de la dupla cafetera, Racing buscó e intentó, hilvanó jugadas de peligro y cimentó con la creatividad del mediocampo su superioridad sobre los bahienses. El gol del máximo artillero del equipo a los 19 minutos después que Tombolini lo bajara en el área, despejó el horizonte para el local. Pero, pese a su mejor nivel, y posteriormente a desperdiciar varias chances para aumentar la ventaja, el elenco que dirige Simeone se retrasó en su campo y le cedió la pelota a Olimpo.

Aun así, al visitante le faltó sencillez para arribar al arco de Saja. Más bien se complicó y llegó a fuerza de ímpetu y mediante la pelota parada. La más clara estuvo en los pies de Faccioli, que peleó la pelota en el área y remató para que se luciera el arquero.

La segunda etapa evidenció la carencia en la efectividad de Racing. El conjunto que comanda Omar De Felippe salió al complemento con la obligación de intentar empatar, y por eso buscó soluciones en el banco de suplentes. Aunque, por más que Franzoia le brindó movilidad a su equipo, la ausencia de compañía estancó al visitante. Y los de Avellaneda crecieron de la mano de las proyecciones de sus laterales. A los 65, Litch dejó libre a Gutiérrez, que eludió a Tombolini y definió, pero Scheffer evitó el gol en la línea.

Olimpo dependía de lo que inventaba Rolle. Su capacidad para desequilibrar hizo que el visitante arrinconara al rival. Pero no pudo romper el cerco que construyó Saja y así Racing ganó un partido que suponía una fiesta pero que terminó con sufrimiento. Una costumbre, que al menos ayer, lo dejó escolta en el Apertura.