El entrenador de River, Matías Almeyda, insiste en la suspensión de los superclásicos de verano, previstos para fines de enero en Resistencia y Mendoza. “Están a tiempo de levantarlo y de evitar algo feo en este país”, afirmó el ex jugador, aludiendo una vez más a eventuales enfrentamientos entre hinchadas.

“Cada vez que nos cruzamos con hinchas de Boca en cualquier lado nos muestran fotos o banderas, es terrible”, explicó Almeyda, que viene abogando por la suspensión de los encuentros desde hace varias semanas, en términos de seguridad. “No están dadas las condiciones para jugar”, afirmó ayer.

“No es el momento de que (el superclásico) se juegue en la Argentina”, insistió Almeyda, que un par de semanas atrás propuso una salida un tanto insólita para llevar a cabo el encuentro: jugarlo en los Estados Unidos. El técnico de River es el único protagonista que insiste en la necesidad de evitar la realización del superclásico; “los hinchas de River no van a aguantar las cargadas”, sostuvo.

Este año el superclásico se jugó en una sola ocasión: fue el 14 de mayo, cuando Boca superó a River en la Bombonera con dos goles de Martín Palermo, uno con la colaboración de Juan Pablo Carrizo. Fue por la 13ª fecha del Clausura 2011 y el arbitraje de Patricio Loustau fue muy cuestionado por los futbolistas del equipo de Núñez.

River, que se mantiene como escolta en la B Nacional, superó el miércoles por la noche a Defensores de Belgrano en un partido por la Copa Argentina, en San Juan, y su próximo rival en ese torneo será Sportivo Belgrano de San Francisco ( Torneo Argentino A). Almeyda asegura que su equipo está presionado para ganar el certamen.

“Tengo que ganar todo, hasta la Copa Argentina, si no me matan –afirmó–. Por eso puse al Chori (Alejandro Domínguez) y (Fernando) Cavenaghi de entrada (contra Defensores de Belgrano), no quería regalar ni medio minuto.” River vuelve a jugar el domingo a las 21.15, por la 18ª fecha de la B Nacional, frente a Patronato de Paraná, en el Monumental.

A propósito de ese encuentro, Martín Aguirre, uno de los mediocampistas de River, advirtió que el equipo no tiene que “jugar al ritmo de la gente”, ya que, a su criterio, por cumplir con las exigencias de los hinchas “por sumar mucha gente en ataque a veces” el equipo queda “descompensado”. En los últimos partidos en el Monumental, perdió con Atlético Tucumán e igualó con Central.

El volante opinó que los rivales intentan compensar con esfuerzo la diferencia de jerarquía. “Somos River y tenemos que ascender, pelear la punta. Cualquier equipo de la categoría, no sé si se va a sentir inferior que nosotros, pero en calidad de jugadores, sí”.