Tigre se mantiene en lo más alto de la tabla del torneo Clausura, al empatar por 1-1 con Estudiantes, uno de sus escoltas, en uno de los adelantados de la sexta fecha, jugado en el estadio Monumental de Victoria. El equipo platense se puso en ventaja a los 18 minutos, a través de un cabezazo de Mauro Boselli, tras un perfecto tiro libre de Leandro Benítez. Pero el conjunto de Rodolfo Arruabarrena estableció la igualdad diez minutos más tarde, con un penal convertido por Diego Morales, luego de una infracción en el área que Christian Cellay le cometió al ex jugador de Chacarita, sancionada por el árbitro Sergio Pezzotta.

Con este resultado, Tigre se mantiene en la cima de las posiciones con 14 puntos, con dos de ventaja sobre Estudiantes y Vélez.

Paradoja del fútbol moderno, en donde la calculadora cumple un rol fundamental, el Matador está en lo más alto de la tabla, pero sigue en zona de descenso directo, con un coeficiente de 1,217, detrás de Atlético de Rafaela (1,250), San Lorenzo (1,250) y Unión (1,280), entre otros.

En el tramo inicial del encuentro, Estudiantes presionó bien arriba y complicó al conjunto local, que pareció sentir en el mediocampo la ausencia de Román Martínez, suspendido por acumulación de amarillas.

Matías Sánchez hizo una marca asfixiante sobre Cachete Morales y le quitó creación al elenco de Arruabarrena. Y cuando el dominio se intensificaba, Estudiantes llegó a la apertura del marcador, con un tiro libre ejecutado con maestría por Leandro Benítez, que fue cabeceado por Boselli, que puso la pelota lejos del alcance de Javier García.

Tigre obtuvo la paridad en el marcador cuando todavía le costaba mucho inquietar a Mariano Andújar. Es que, a los 28, Morales se animó a ingresar al área y fue derribado por Cellay. El árbitro sancionó el penal y la ejecución, a cargo del hoy enganche, a media altura y junto al poste derecho, se tradujo en el 1-1.

De allí hasta el final de la etapa, el puntero del torneo (que cortó una racha de cuatro triunfos consecutivos) se acomodó mejor en el campo y entregó la ilusión óptica de dominador, a pesar de que no inquietó demasiado al golero visitante.

En el segundo período, los dos equipos se alternaron en el control de la pelota, aunque no sembraron muchas zozobras en las áreas rivales, porque a ambos les faltó profundidad en los metros finales.

Estudiantes, que interrumpió una marca de tres triunfos al hilo, impresionó mejor en el cuarto de hora de cierre, a pesar de que Tigre tuvo la chance más nítida, a los 41, cuando Gastón Díaz elevó el balón, desde posición favorable, tras un buen desborde de Javier Carrasco.