Para el gobierno de Mauricio Macri, correr por memoria, verdad y justicia suena a slogan anticuado. La Carrera de Miguel se propone justamente eso. Es natural entonces que el gobierno porteño la ningunee y apenas la difunda, como viene sucediendo. Recién la anunció este viernes (una semana antes de realizarse) y la última información publicada hasta ese momento por su Subsecretaría de Deportes, que depende del Ministerio de Desarrollo Económico (¿tendrán algo que ver?), era del 10 de julio de 2009. Además, había que buscarla con lupa en un link de “acontecimientos especiales”. La prueba, casi un emblema, una bisagra que une al deporte y los derechos humanos como ninguna otra y que homenajea al atleta desaparecido, tiene fecha prevista –el domingo 25 de marzo– pero escasísima promoción.

Para el PRO que conduce la ciudad por segundo mandato consecutivo es como una piedra en sus zapatos. Siempre le incomodó. Su política es mucho más afín al marketing de las grandes marcas como Nike o Nextel, que también organizan carreras de calle. En ellas no se cuestiona al jefe de Gobierno, ni a la última dictadura, ni se recuerda a Miguel Sánchez, un militante peronista de los ’70 desaparecido el 8 de enero de 1978.

La información más reciente de la carrera en las páginas oficiales de la ciudad de Buenos Aires no aparecía en Deportes y se remontaba al año pasado. En 2011, la administración conservadora delegó en la Subsecretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural su organización. El hecho podía suponer un viraje en la valoración de la prueba, pero no lo fue. En 2012, la edición Nº 11 es presentada por la misma área de gobierno que ahora conduce Claudio Bernardo Avruj, quien como antecedente más cercano a los derechos humanos señala en su currículum un paso por la liga Antidifamación de B’nai B’rith (ADL), oficina de Derechos Humanos de Panamá entre 1992-1994.

En la Subsecretaría que encabeza el ex rugbier Francisco Irarrazával parecen haber otras prioridades. Una de ellas es el Gran Premio Callejero de Turismo Competición 2000 de la ciudad que, tal como lo promociona Macri, hace 60 años que no se corre en las calles del centro porteño. Desde la época de Fangio y los hermanos Gálvez.

Martín Sharples, un atleta comprometido con el significado de la Carrera de Miguel, que la disfruta mucho más que otras, se queja de que sólo se la mencionaba hasta el viernes en la página web del Club de Corredores. “Es una vergüenza” apunta, quien cada vez que sube al escenario a recibir un premio cuestiona el vaciamiento que hizo el macrismo de su significado. La divulgación es menos que escueta, y sólo está acompañada por el logo amarillo de la ciudad. En Deportes, quedó dicho: la última noticia se remontaba a casi tres años.

“Me preocupa la poca difusión, que los afiches de promoción estén vacíos de contenido, la incertidumbre hasta último momento de si se iba a realizar. Valerio Pi-ccioni, el creador de la carrera, viene desde Italia con 33 personas para participar y me preguntó todos estos días qué pasaba, hasta que apareció en la página del gobierno la información. En Córdoba, que se corre más adelante, los afiches están hechos desde febrero, en Bariloche lo mismo”, cuenta Elvira Sánchez, la hermana de Miguel, siempre activa y preocupada para que todo esté en orden. Ella inscribe a sus amigos y vecinos de Berazategui para que participen. Ahí, en el barrio de Villa España, secuestraron al atleta tucumano hace 34 años.

La decisión del PRO es coherente con su política de designar funcionarios apologistas de la dictadura, como Abel Posse y Federico Young. “¡Macri, la gente no es boluda, vos no sos Miguel Sánchez, vos sos la dictadura!”, le cantaron el año pasado durante la entrega de premios al jefe de Gobierno ausente. Ocurrió en los bosques de Palermo. Esta vez la prueba competitiva de 8 kilómetros y una recreativa de 3 se largarán desde la esquina Miguel Venancio Sánchez y Padre Canavery, en el barrio de Núñez (ver recuadro).

La Carrera es concebida de modo distinto en otros distritos e independientemente de quiénes los gobiernen. El mismo 25 de marzo la organiza la ciudad de Bariloche, cuyo intendente, Omar Goye, fue elegido en octubre por el Frente para la Victoria. La información que puede leerse en la página de la comuna no es muy extensa, pero contiene todo lo indispensable. Hasta cierra con una frase de Eduardo Galeano: “Cuando está de veras viva, la memoria no contempla la historia, sino que nos invita a hacerla”. Se pide también que los participantes concurran con un alimento no perecedero. El 25 también se anuncia la 4ª Carrera de Miguel en Mar del Plata que organizan la seccional local de la Asociación Bancaria (Miguel era empleado del Banco Provincia) y ADUM (Agremiación Docente Universitaria).

La Secretaría de Deportes bonaerense, que conduce por segundo período consecutivo Alejandro Rodríguez, anunció una conferencia de prensa para el 30 de marzo, donde informará sobre un cronograma de cuatro carreras bajo la misma consigna: correr por Miguel y los 30 mil desaparecidos. Estarán presentes la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto; la secretaria de Derechos Humanos, Sara Dorothier de Cobacho, y la hermana de Miguel, Elvira Sánchez. Las pruebas se realizarán el 15 de abril en Quilmes, el 22 del mismo mes en Patagones, el 18 de julio en Roque Pérez y el 28 de octubre en Alem (queda por confirmar el lugar). En la Capital Federal, donde se organiza desde el 11 de marzo de 2001, parece que cada año que pasa resulta más complicado hacerla. El gobierno porteño se siente ajeno a su significado.