El duelo de hoy a las 7 contra Rusia no será un partido más para la Selección Argentina de básquetbol, sino el adiós olímpico de una generación que hizo historia en el deporte del país. El núcleo del equipo albiceleste, que gestó la era dorada hace ocho años en Atenas, se despedirá de la aventura olímpica en el North Greenwich Arena con la posibilidad de conseguir en Londres 2012 su tercera medalla consecutiva.

Figuras como Emanuel Ginóbili, Luis Scola o Andrés Nocioni tratarán de agregar una estrella más a sus exitosas páginas en el básquetbol argentino, hasta ahora nutridas con el subcampeonato en el Mundial de Indianápolis, el oro en Atenas 2004 y el bronce en Beijing 2008. “No creo que mi carrera vaya a cambiar mucho por este partido, pero para este grupo es algo gigante. Tuvimos la fortuna de disputar tres Juegos Olímpicos. En dos ya ganamos medalla y tenemos un partido para ganar tres. Creo que eso acrecienta la leyenda de esta generación, de este equipo”, aseguró Ginóbili, el máximo referente argentino.

Argentina chocará hoy con Rusia después de haber caído en semifinales contra el poderoso Estados Unidos de Kobe Bryant, LeBronJames y Kevin Durant. El equipo dirigido por Julio Lamas sabe bien que se encuentra unos escalones por debajo de los norteamericanos, por lo que consideran el bronce como una medalla de oro. “Una medalla olímpica es lo que siempre buscamos. Nosotros queremos volver a repetirlo y creo que significa mucho por el grupo, por todos los años que llevamos juntos y porque nos vendría muy bien”, afirmó Nocioni.

Tanto Nocioni como Ginóbili y Scola iniciaron el camino al éxito en el Mundial de 2002 de Indianápolis, junto a hombres como Fabricio Oberto o Hugo Sconochini, que hoy comenta los partidos de la Selección Argentina para la cadena televisiva ESPN. Dos años después, aparecería Carlos Delfino, quien –tal vez con Scola– tomará el legado y será el referente en los Juegos de Río de Janeiro 2016.

Cuatro de los cinco titulares del equipo de Lamas se colgaron el oro en los Juegos 2004: Nocioni, Scola, Ginóbili y Delfino. Por eso, una medalla de bronce será el cierre ideal para un círculo de éxitos. “Somos el equipo longevo, como siempre decimos, y para nosotros este partido por el bronce es la final del mundo. Vamos a dejar todo para conseguir otra medalla”, aseguró Scola. Para algunos será la despedida olímpica y para otros la responsabilidad de mantener en alto en el futuro a un equipo que se convirtió en un habitual de los podios en la última década.