El Frente para la Victoria sigue sin dejar ver cuál es su estrategia para aprobar el Presupuesto 2012. Hace una semana consiguió un dictamen de mayoría para habilitar el trámite parlamentario. Hasta el momento, desde el oficialismo aseguran que cuentan con los votos suficientes para sancionar el proyecto en general, pero persisten algunas dudas en la discusión artículo por artículo. El objetivo del Ejecutivo es que no haya ninguna modificación. Por eso es posible que su tratamiento quede finalmente para la nueva composición parlamentaria, luego del 10 de diciembre. Sin embargo, la semana que viene, la Cámara baja realizaría una sesión con dos temas de interés para el Gobierno, como la inclusión en el Plan Médico Obligatorio de la fertilización asistida y un régimen de “muerte digna”. “El Presupuesto estará en remojo. Si camina, se lo incluirá y, si no, quedará para después”, explicaron a Página/12 desde el Frente para la Victoria.

El triunfo político del oficialismo fue conseguir el dictamen de mayoría, algo que no había logrado el año pasado. Ahora puede manejar los tiempos para su tratamiento en el recinto. En este nuevo contexto postelectoral, el bloque del oficialismo, conducido por Agustín Rossi, tiene una certeza: el próximo año contará con la ley que prevé recursos y estipula las prioridades del gasto público. Si el proyecto llegase a ser sancionado en una posible sesión el 23 de noviembre, los bloques del radicalismo y el FpV en el Senado garantizan su tratamiento el mismo 30 de noviembre, el día en que finaliza el período de sesiones ordinarias.

Desde el FpV en la Cámara baja siguen sosteniendo que cuentan con 120 votos que acompañarían la norma en general. Este número contempla a los propios del oficialismo y los recurrentes aliados del Frente Cívico Santiagueño, Nuevo Encuentro y el Movimiento Popular Neuquino, También se sumarían varios peronistas no kirchneristas, que apoyaron incluso el dictamen que se firmó la semana pasada en la Comisión de Presupuesto, que conduce Gustavo Marconato. El encargado de acercar las posiciones es Rossi.

Este es el caso de Marcelo López Arias, del Peronismo Federal. “Yo soy un diputado que se va. Por eso prefiero la celeridad del trámite antes que no participar de la votación. Voy a explicar por qué no voy a acompañar ningún dictamen de minoría y sí la iniciativa del oficialismo. Hay que tomar nota del error del año pasado y habilitar el tratamiento, aunque tenga cosas para remarcar”, afirmó el legislador durante el debate en comisión. También podrían acompañar la iniciativa los peronistas que están alineados con Felipe Solá y los santafesinos que responden a Carlos Reutemann.

Quienes ya plantearon un rechazo total al proyecto son los diputados de la Coalición Cívica. El lilito Alfonso Prat Gay presentó su dictamen con un proyecto diferente –con cálculos macroeconómicos propios y otras planillas anexas–. Por su parte, desde el Frente Amplio Progresista (FAP), que salió segundo en las elecciones del 23 de octubre, plantearon siete objeciones al proyecto del oficialismo, entre ellas la medición de la inflación y el sistema de subsidios, y reclamaron nuevamente el 82 por ciento móvil para los jubilados. Pero más allá de estas críticas, apoyarían en general.

Luego del Presupuesto, el Ejecutivo enviará al Parlamento las prórrogas de la Emergencia Económica y los impuestos al cheque y cigarrillos. En relación con los dos tributos, sus ingresos ya fueron calculados en la Ley de Leyes. Estos proyectos quedarán para la próxima composición de la Cámara, ya que dentro de la oposición hay un mayor consenso para su rechazo.