Miércoles, 16 de noviembre de 2011 | Hoy
EL MUNDO › HABLA ALFREDO PéREZ RUBALCABA, CANDIDATO DEL SOCIALISMO ESPAñOL PARA LAS ELECCIONES DEL DOMINGO
Corre con desventaja porque el gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) tuvo que adelantar los comicios ante una difícil coyuntura económica para España, con más del 21 por ciento de desocupados. Pero no se da por vencido.
Por Mercedes López San Miguel
Como el velocista que a los veinte años corrió cien metros llanos en poco más de diez segundos, Alfredo Pérez Rubalcaba se lanzó a la carrera presidencial para las elecciones del domingo, en las que él corre con desventaja. Y es que el gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) tuvo que adelantar los comicios ante una difícil coyuntura económica para España, con más del 21 por ciento de desocupados.
Alfredo Pérez Rubalcaba es el hombre en el que confió José Luis Rodríguez Zapatero para recuperar la confianza de los españoles tras los ajustes que aplicó a fin de reducir el déficit público. Zapatero ya había confiado en él cuando lo nombró ministro del Interior en su primera remodelación de gobierno, en 2006.
A cuatro días de los comicios, Pérez Rubalcaba contestó preguntas de Página/12 por mail, en las que el candidato desgranó sus principales ideas de cómo sortear la crisis, por ejemplo proponiendo un Plan Marshall para Europa. Y señaló que en política exterior la relación con la Argentina será estrecha. “Argentina sabe que en España encontrará un socio estratégico.” El candidato descreyó de la mezquindad de los datos que arrojan los sondeos de opinión. Según las últimas encuestas divulgadas por los principales diarios locales, su rival conservador Mariano Rajoy se impondría con un 45 por ciento de los votos, frente a un 30 por ciento del PSOE.
Por estas horas, Alfredo Pérez Rubalcaba, de 60 años, no corre, pero apura el paso de ciudad en ciudad para explicarles a los ciudadanos que “el cambio por el cambio no implica una mejora de la situación económica”.
–¿Por qué usted opina que los ajustes son necesarios pero no suficientes para salir de la crisis?
–Vengo explicando desde hace tiempo que sólo con ajustes es imposible salir de la crisis. Hay que combinar las políticas de ajuste con las políticas de inversión para que haya un equilibrio. Los poderes públicos tenemos que invertir para crear riqueza y, en consecuencia, empleo. Yo propongo ir a Bruselas y plantear las cosas como nosotros las vemos. Saldremos de la crisis con el resto de países europeos, pero hay que decirles que sólo con las políticas de ajuste no despegaremos. Evidentemente hay que ser austeros, hay que pagar las deudas y no se puede gastar lo que no se tiene. La forma de salir de la crisis es reactivando la economía desde los poderes públicos. Por eso propongo una especie de Plan Marshall para Europa.
–¿Cuánto más habrá que recortar?
–Mire, insisto en que sólo con recortes no salimos de esta situación. Pero hay líneas rojas que no se pueden rebasar y que vienen delimitadas por los pilares básicos de nuestro Estado de bienestar. No se puede luchar contra la crisis recortando derechos de los trabajadores, recortando en educación o sanidad, o poniendo en peligro el sistema de pensiones, tal y como tiene pensado hacer el PP si llega al gobierno. Eso es lo que está haciendo nuestra derecha. Rajoy está proponiendo, y lo dice con una calculada ambigüedad en su programa electoral, que, si gobierna, pasaremos de un sistema de reparto a un sistema de capitalización en lo que a la prestación por desempleo se refiere. Para que todos nos entendamos: lo que la derecha está proponiendo es que el seguro por desempleo lo cobre menos gente, mucho menos tiempo y en mucha menor cantidad. Eso es lo que propone el PP. No hay nada peor para una sociedad como la nuestra, que está atravesando tiempos muy difíciles, que un señor que pretende ser presidente de todos los españoles sembrando incertidumbres e inseguridades, como hace Rajoy. Lo contrario es lo que los socialistas representamos: la defensa del Estado de bienestar, generando seguridad y certidumbre. En tiempos de crisis hay que asegurar, más que nunca, los derechos básicos para que los ciudadanos más necesitados sepan que tienen una prestación por desempleo, un colegio para sus hijos y un hospital adonde van a atenderles si se ponen enfermos.
–¿Se puede salir con una receta socialdemócrata? Y si es así, ¿por qué no se aplicó esa receta antes?
–Por supuesto, se puede y se debe. No es lo mismo salir de la crisis por la izquierda que por la derecha. La actual crisis es el fracaso del neoliberalismo, es una crisis de valores, y la socialdemocracia es la que ha evitado que esta crisis derive en una catástrofe aún mayor. La clave está en el reparto que se haga del coste de la crisis: de si la van a pagar los de siempre, como quiere el PP de Rajoy, o vamos a repartir ese coste. No es lo mismo poner un impuesto para los que más tienen que recortar la prestación por desempleo. El PP y el PSOE no somos lo mismo, una cosa es quitar profesores y otra reducir el abandono escolar; una quitar quirófanos y otra quitar listas de espera. No somos lo mismo ni en educación ni en sanidad. Por eso he propuesto que las grandes fortunas paguen más, o que haya una tasa a los beneficios de la banca para que tengamos un retorno de lo que les hemos prestado. Un retorno que invertiré en crear empleo.
–¿Cuál es el futuro para el Estado de bienestar en España?
–Eso va a depender de quién gobierne en los próximos años. Eso es lo que nos jugamos. Con Rajoy, el Estado de bienestar no está garantizado. En las Comunidades Autónomas donde gobierna el PP han llevado a cabo enormes recortes en sanidad y educación, privatizando hospitales y despidiendo profesores. Un partido como el PSOE no puede permitir que los más necesitados y los que más están sufriendo esta crisis global vean agravados sus problemas porque el gobierno recorte sus derechos. Yo defiendo una salida de la crisis que garantice la cohesión social, la igualdad de oportunidades y la defensa del Estado de bienestar y de los derechos civiles.
–Usted ha dicho que a los gobiernos europeos les va mal en este contexto de crisis. ¿No cree que se le castiga más a un gobierno socialista porque aplica la misma política que la derecha? Pienso en Grecia y probablemente España...
–La crisis ha castigado a todos los gobiernos, sin tener en cuenta el color: Portugal, Reino Unido, Grecia, Italia; y Francia y Alemania apuntan también un desgaste considerable. Merkel ha perdido las regionales en varios de sus Lander, y en Francia hay hoy una mayoría socialista en el Senado. Pero precisamente se está demostrando con esta crisis que el hecho de cambiar un gobierno por otro no soluciona los problemas, pero sí puede incrementarlos, como está ocurriendo en Portugal y Reino Unido. La situación de España nada tiene que ver con la de Grecia ni con la de Irlanda o Portugal. Tampoco con la de Italia. Si España en estos momentos no está en la situación de alguno de estos países es por las medidas que se han tomado con el actual gobierno. Fueron medidas que no nos gustaron, pero que han sido determinantes para que España no esté en la primera línea de la crisis en estos momentos.
–¿Será prioridad América latina en política exterior? De ser así, ¿cómo imagina las relaciones de España con la Argentina?
–En el lado Atlántico de nuestras relaciones exteriores, no podemos ni queremos obviar los lazos históricos y culturales que nos unen con América latina. Está en el primer lugar de nuestra acción exterior. Creo que es necesario dar un nuevo impulso a nuestras relaciones, y tenemos un amplio margen para intensificarlas, reforzando la cooperación política, social, cultural y económica con y entre los países de la región. Sin duda, continuaremos reforzando la cooperación de la Unión Europea con América latina. Estamos en un proceso en el que se está configurando un mundo multipolar. América del Sur apuesta por ser uno de los polos importantes y España no puede quedarse al margen, vamos a apoyar este proceso. Entre España y Argentina seguro que continuará la política de vínculos sólidos y estables. Y Argentina sabe que en España encontrará un socio estratégico. Además no me olvido de que en Argentina residen casi 330 mil españoles y eso hace que, desde España, tengamos siempre la mirada puesta en ellos y nos preocupemos de sus necesidades y derechos.
–¿Cómo prevé el escenario para el PSOE en caso de una derrota el 20-N?
–No contemplo ese escenario. Los escaños los deciden los ciudadanos, y ellos todavía no han votado. Yo les pido su apoyo y que piensen bien a quién van a votar, porque el PP pretende que la ciudadanía le dé un cheque en blanco, y precisamente hay que hacer lo contrario. En momentos como éste, los políticos tenemos que dar la cara y explicar lo que queremos hacer. Los socialistas lo que tenemos que hacer estos días es hablar y explicar a los ciudadanos que el cambio por el cambio no implica una mejora de la situación económica, pero sí va a implicar recortes en derechos como ha ocurrido en Portugal y Reino Unido.
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