El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, prometió castigar a los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que el martes pasado causaron la muerte de seis policías en una emboscada perpetrada en el sudoeste del país. “Estos crímenes no quedarán impunes”, escribió Santos en su cuenta de Twitter. Se trata de la primera reacción del Ejecutivo colombiano. En el ataque otro uniformado fue herido y uno más resultó ileso. Los policías, que patrullaban esa zona en motocicletas, fueron atacados por rebeldes cuando se transportaban entre Padilla y Villa Rica, localidades ubicadas en los límites del departamento del Cauca con el Valle del Cauca. La patrulla estaba encabezada por un subteniente de la llamada Unidad de Intervención y Reacción de la Dirección de Tránsito y Transporte (UNIR), perteneciente a la fuerza de Carabineros. “Nuestros corazones (están) con las familias de los policías asesinados mientras cumplían su deber”, expresó Santos en esa red social.

El gobernador del Cauca, el ex magistrado Temístocles Ortega, atribuyó la celada al frente sexto de las FARC, guerrilla que se encuentra en actividad desde 1964 y que, se supone, cuenta actualmente con unos 9000 combatientes aproximadamente. La emboscada provocó el mayor saldo de víctimas a manos de la guerrilla desde fines de agosto pasado, cuando el gobierno colombiano y las FARC suscribieron en La Habana un acuerdo para la puesta en marcha de un proceso de paz.

El 18 de octubre ambas partes formalizaron desde Oslo una mesa de negociaciones que entrará en funciones el 15 de noviembre, en la capital cubana, sede permanente de este diálogo para desarmar a la guerrilla colombiana, el tercero formal entre el Ejecutivo y las FARC en los últimos treinta años. El ministro colombiano de Defensa, Juan Carlos Pinzón, sostuvo el domingo, ante un auditorio político en Bogotá, que desde que se anunció el proceso de paz fueron abatidos cerca de 50 guerrilleros de las FARC, otros 60 fueron capturados, se rindieron cerca de 30 y otros 60 se desmovilizaron.

En ese sentido, el ejército de Colombia comenzó a ofrecer desde ayer recompensas, que alcanzan los 2,4 millones de dólares, por informaciones que permitan la captura de diez insurgentes considerados mandos medios de las FARC, que actúan en el centro y el sur del país. Los rostros de esos guerrilleros aparecen en un afiche que difundió la Quinta División del ejército, cuyas tropas operan en los departamentos de Cundinamarca, Tolima y Huila. El comandante de esa unidad militar, general Henry Torres, dijo al diario El Tiempo de Bogotá que, con ese ofrecimiento, se busca facilitar la labor de las autoridades para ubicar a jefes de la guerrilla colombiana dedicados a la extorsión y el terrorismo.

Al tope del afiche está Ninfa Simanca, alias “Victoria”, por cuya captura se ofrecen unos 232 mil dólares. Según la Inteligencia militar, “Victoria” fue una cercana amiga de Guillermo Sáenz, alias “Alfonso Cano”, fallecido en una operación del ejército y la Fuerza Aérea en noviembre del año pasado, cuando se desempeñaba como máximo jefe de las FARC. “Es la encargada del movimiento de masas; dicta charlas de doctrina de la guerrilla y puede estar dentro de los planes de llevarla a la mesa de negociación”, evaluó el general Torres, en referencia a la instancia de conversaciones abierta entre la guerrilla y el gobierno. Otro de los guerrilleros cuya imagen está en el afiche es alias “Corcho”, considerado como el segundo jefe de la columna “Teófilo Forero”, cuyo comandante es Hernán Darío Velásquez, alias “El Paisa”.

En el marco del diálogo de paz entablado con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, la guerrillera holandesa Tanja Niejmeijer se trasladó ayer desde Neiva, en el sudoeste de Colombia, a Bogotá para viajar a Cuba, donde se incorporará al grupo de negociadores de las FARC. En una operación relámpago, fuertemente custodiada, Niejmeijer subió a una de las dos avionetas dispuestas por Naciones Unidas que la aguardaban en el aeropuerto, según reportó la agencia Prensa Latina.

Por su parte, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), segundo mayor grupo guerrillero de Colombia, confirmó que está dispuesto a declarar un cese del fuego y de las hostilidades como paso previo a entablar un diálogo con el gobierno o sumarse al que las autoridades están a punto de iniciar con las FARC. “De nuestra parte estamos listos para asumirlo al comenzar los diálogos con el gobierno”, manifestó el comando central del ELN en un comunicado difundido en un foro sobre la paz realizado en Bogotá.

En varias ocasiones, el ELN dijo que deseaba sumarse a ese proceso. “Somos optimistas con la paz porque constatamos que hoy en día millones de compatriotas están reivindicando y luchando decididamente porque ese derecho contemplado en la carta constitucional se convierta en realidad”, dice la nota del ELN. A juicio del grupo guerrillero, desarrollar una mesa de diálogo entre la insurgencia y el gobierno colombiano, dentro de un acuerdo de cese del fuego y las hostilidades, “daría más certezas y confianza al proceso”. Además, añadió, “aliviaría a quienes padecen en carne propia los rigores del conflicto social y armado” que sufre Colombia desde hace más de medio siglo.

También las FARC pidieron al gobierno un acuerdo para interrumpir las hostilidades, pero Santos rechazó esa posibilidad y advirtió que suspenderá las operaciones militares sólo cuando los negociadores en La Habana lleguen a un acuerdo definitivo para poner fin al conflicto. Igual que las FARC, el ELN está activo desde 1964, con unos 2500 combatientes, según datos del Ministerio de Defensa.