Ricardo Alfonsín y Francisco de Narváez dejaron de coincidir en el diseño de sus boletas.
Imagen: DyN.

“La idea surgió publicitariamente, la evaluamos políticamente y estuvimos de acuerdo”, asegura uno de los hombres más importantes del alfonsinismo. Se trata del cambio de diseño en la boleta de la provincia de Buenos Aires que propuso el sector del peronista disidente Francisco de Narváez. A pedido del Colorado, la boleta pasaría a ser roja con letras blancas en vez de blanca con letras rojas. Sin embargo, quedará afuera de esa modificación la categoría de presidente y vice, es decir la de Ricardo Alfonsín y Javier González Fraga, que se mantendrá como en las primarias. La propuesta generó diferencias en la UCR porque algunos dirigentes consideraron que apunta a “inducir el corte de boleta”, pero finalmente fue aceptada. Los detractores del cambio señalaron, además, que se produce en medio de las negociaciones de De Narváez con Alberto Rodríguez Saá para lograr su apoyo en la provincia.

A pesar de que la relación personal entre ambos sigue siendo “buena” y en los últimos dos días Alfonsín y De Narváez mantuvieron varios contactos, un nuevo elemento los distancia políticamente. Después del pobre resultado de las primarias, el diputado del peronismo disidente resolvió cambiar por completo su estrategia. Dejó de lado los actos junto al diputado radical para provincializar al máximo su campaña. Contactó a otros candidatos presidenciales peronistas como Eduardo Duhalde aunque finalmente logró un acuerdo con Rodríguez Saá, a quien le levantaron la candidatura bonaerense de su hermano y se quedó sin postulante propio.

El último tramo de esa estrategia llegó esta semana, cuando su equipo publicitario le sugirió un cambio en el diseño de la boleta. “Los colores no pueden variar, lo que varía es cómo los mezclás. Los porcentajes de cada uno. La boleta que presentamos esta mañana (por ayer) tiene fondo rojo con letras blancas”, explica una fuente del bunker de De Narváez. Los colaboradores del peronista disidente les plantearon la idea a sus socios. Pero para la UCR implicaba un problema importante, ya que deberían cambiar en pocos días la boleta presidencial de todos los distritos del país y explicarles al resto de los dirigentes locales que el motivo era un reclamo de De Narváez.

En ese contexto, el alfonsinismo tenía dos opciones. Que su apoderado se negara a firmar el cambio y se generara un conflicto con De Narváez o que quedara sin alteraciones la categoría de presidente y vice. “Estuvimos de acuerdo. Los del Frente para la Victoria usaron fondo celeste, en cambio no-sotros, igual que la mayoría, tenemos fondo blanco. De esta forma va a impactar distinto en el cuarto oscuro. Si bien nadie vota una lista por el color, impacta y se identifica mejor”, detalló a Página/12 Miguel Bazze, titular de la UCR bonaerense.

El cambio de diseño –que debe ser avalado por el juez electoral Manuel Blanco– le traería algunos beneficios extra a De Narváez. En las primarias se registró un corte de boleta de la categoría de gobernador para abajo, por lo que los candidatos a senadores y diputados nacionales obtuvieron varios puntos menos que De Narváez, quien salió segundo cómodo. A tal punto lo afecta esta circunstancia que en caso de repetirse el escenario de las primarias, ese corte provocará que sea la mujer de Eduardo Duhalde, Hilda “Chiche” González, la que ingrese al Senado por la minoría y no el denarvaísta José “Pepe” Scioli, sobre cuya postulación aún debe expedirse la Justicia. Al producirse la diferencia de diseño sólo en el cuerpo de Alfonsín-González Fraga, De Narváez podría revertir esa situación. Sobre todo si avanza el acuerdo con Rodríguez Saá.

“Evaluamos que no va a incentivar el corte de boleta”, responde un operador alfonsinista consultado sobre los eventuales perjuicios. De todas maneras, los radicales reconocen que no tienen chances en las nacionales, pero remarcan que los candidatos radicales a intendentes y legisladores se verán beneficiados si De Narváez hace una buena elección.