Hebe de Bonafini y Gabriel Mariotto convocaron al acto en La Plata.
Imagen: Télam.

El primer acto masivo del segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner, que en un principio había sido convocado como una manifestación de fuerza de los sectores que conforman el kirchnerismo “puro”, terminará siendo una demostración de respaldo a las decisiones tomadas por el gobierno nacional en las últimas semanas, de la que formará parte todo el espectro oficialista, según confían los organizadores mientras repasan los detalles de la convocatoria: varios gobernadores, un puñado de intendentes del conurbano, diputados y senadores nacionales y más de 30 espacios políticos, sociales y de derechos humanos anticiparon que participarán y que llevarán a su gente. Los cálculos más optimistas hablan de que la capacidad del estadio de Vélez, donde desde las 17 se llevará a cabo el encuentro, se vería ampliamente colmada.

“Creo que será una gran fiesta popular: reformamos la Carta Orgánica del Banco Central y recuperamos YPF en cuatro meses, hay mucho por festejar, para mostrar que estamos firmemente detrás del liderazgo de Cristina en el proceso de transformación del país”, indicó el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina. Por su parte, el vicepresidente Amado Boudou manifestó la importancia que tendrá la asistencia de “la juventud, la militancia y todos los sectores que forman parte” del kirchnerismo, pero también amplió la invitación a “todos los que quieran acompañar, a todos los que quieran formar parte del proyecto”.

La recuperación de YPF, sin dudas, modificó el ánimo alrededor del acto en Vélez, al igual que el clima político. Quizá por eso, la convocatoria, que en principio apuntaba a cierto kirchnerismo “de paladar negro” (en palabras de uno de los organizadores), terminó volviéndose masiva, a tal punto que tuvieron que sumarse más pantallas y equipos de sonido a los que iban a instalarse en las afueras del estadio para que aquellos que eventualmente no puedan ingresar sigan las alternativas desde los alrededores. Se calcula que, entre el campo y las tribunas, hay lugar para unas 80 mil personas en el Amalfitani.

La convocatoria nació de una quincena de agrupaciones, entre las que se destacan La Cámpora, el Movimiento Evita, el Peronismo Militante, Miles, Corriente Peronista Nacional, la Corriente Nacional de la Militancia, Nuevo Encuentro, Kolina, Foetra, Frente Transversal, Frente Grande, Partido Comunista y Carta Abierta. Pero pronto se sumaron otros actores, como las Madres de Plaza de Mayo, algunos sectores de la CTA y la CGT y algunos gobernadores: el bonaerense Daniel Scioli confirmó el martes su asistencia junto con la del peronismo provincial.

Varios intendentes del conurbano, como Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Darío Díaz Pérez (Lanús), formaron parte de la iniciativa desde el principio, mientras que otros se sumaron sobre la marcha, como ayer Gabriel Katopodis (San Martín). La consigna –“Unidos y organizados”– remite a la intención de dotar al kirchnerismo de cierta organicidad.