El subte, sí; los colectivos, no. El jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, aseguró que no van a aceptar el traspaso de los colectivos urbanos que dispuso la ley del Congreso nacional. Tras el anuncio de Mauricio Macri de que finalmente se hará cargo del subte, la Legislatura se llenó de rumores sobre qué incluirá el proyecto de ley que enviará el jefe de Gobierno, sobre el que no dio ninguna precisión. Entre las alternativas que estudia el gobierno porteño están un nuevo impuesto a los combustibles (la nafta subiría entre 20 y 40 centavos), el aumento de los peajes de AUSA y el del impuesto a las patentes. Si no se aprueba alguna de las subas, el gobierno porteño estudia ajustes de partidas. La conversación con los bloques opositores comenzará hoy en una reunión con los jefes de bancada. El aumento de tarifa podría demorarse hasta el cierre de las paritarias, para trasladarle la culpa al sindicato.

Que los macristas tienen formas inusuales de comunicar decisiones de gobierno es sabido. Larreta anunció que no se harán cargo de los colectivos que empiezan y terminan en Capital a través de una TwitCam, una videoconferencia virtual donde contestó preguntas a los usuarios. Allí le preguntaron qué harán con los colectivos y respondió: “Nada”. El jefe de Gabinete destacó que el gobierno porteño “no puede manejar algunas líneas de colectivos y otras no”. Y consideró que la Casa Rosada es responsable de “todo el sistema”. Otros funcionarios relativizaban estas afirmaciones y sostenían que el tema de los colectivos todavía está en evaluación. Sobre el nuevo aumento de tarifa del subte que podría disponer Macri, Larreta esquivó: “Aún no está decidido”.

Macri enviaría la semana próxima el proyecto de ley que están elaborando los economistas del PRO junto al legislador Martín Ocampo. El hermetismo que acompañó el anuncio de Macri se trasladó ahora al proyecto, para la furia de diversos dirigentes macristas que fueron dejados afuera. Al vicepresidente primero de la Legislatura, Cristian Ritondo, por ejemplo, lo dejaron que fuera a una reunión con los metrodelegados sin que supiera que era inminente el anuncio de Macri. Ritondo será el encargado de negociar la aprobación del proyecto de ley que casi nadie en el PRO conoce. Hoy a las 17.30 tendrá la primera reunión por este tema con los jefes de bloque opositores.

El proyecto está siendo retocado, pero algunas líneas generales se filtraron. El esquema que piensan en la gestión PRO es simple: el subte necesita un financiamiento que, según el gobierno nacional, es de 700 millones de pesos anuales en subsidios y, según los macristas, de más de mil millones. “Necesitamos un financiamiento estable. No podemos recortar todo el tiempo el presupuesto”, indica un avezado dirigente macrista. Para esto se plantea una batería de impuestos. El más resonante –como adelantó Página/12 el 22 de octubre– es el que gravaría los combustibles de las estaciones de servicio de toda la Ciudad. Se trata de una iniciativa que seguiría los pasos de la del cordobés José Manuel de la Sota. En el Palacio de Gobierno, ayer se comentaba que el aumento podría incrementar el precio de la nafta entre 20 y 40 centavos.

Otros aumentos que podría impulsar el PRO son los peajes de AUSA y el de patentes. La línea general será recaudar para el subte y, a la vez, desincentivar el uso del auto particular. Otra posibilidad que se plantea en la gestión PRO es la reasignación de partidas, aunque no queda muy claro si no se trata de una estrategia de negociación con los opositores: o hay aumento de impuestos o hay ajuste. “Si lo de la nafta no llega a caminar, la reasignación va a funcionar como herramienta de ajuste para juntar la plata”, interpretaban en el gobierno de Macri.

La diferencia entre estas dos fuentes de recaudación –los impuestos y los recortes– y lo que se necesite de subsidios será reemplazada por un aumento de tarifa. En la gestión PRO tienen muy presente que el 2013 es un año electoral y lo que representaría un aumento alto como el que dispuso Macri este año, del 127 por ciento. Por eso estudian un escenario de aumentos escalonados que disminuyan el impacto. Aunque Macri habló de un pasaje a 5,50 pesos, el aumento que se estudia es menor. “Si sube a 3,80 es un aumento del 40 por ciento. Se puede hacer eso de manera escalonada y que no nos dañe tanto”, imaginan en el macrismo.

Incluso, estiman que se podría hacer en paralelo con el aumento salarial que se defina en las paritarias. “Ahí ligamos la tarifa a la pauta salarial. Y le trasladamos al sindicato –en parte– las puteadas de la gente. Esa idea se está evaluando con fuerza”, indican en Bolívar 1. No es una estrategia muy distinta de la que usan con las ampliaciones presupuestarias, cuando unen los aumentos de los municipales a la redeterminación de precios de los contratos de la basura.