“Osvaldo Soriano estaría feliz hoy, en este ámbito”, dijo anoche la diputada Virginia González Gass. Minutos después, la Legislatura porteña aprobaba por unanimidad la llamada Ley de Restitución Histórica para que el club San Lorenzo de Almagro pueda recuperar lo que fue su predio, en Avenida La Plata, arrebatado por la dictadura militar. La ley fue sancionada por unanimidad, en un inusual consenso de todos los bloques, ante la eufórica presencia de hinchas de San Lorenzo. La norma habilita una “expropiación por terceros”, lo que implica que no será el Estado porteño el que –al menos por ahora– ponga el dinero para resarcir al actual propietario, el hipermercado Carrefour, sino los propios simpatizantes, a través de aportes a un fideicomiso creado en el Banco Ciudad. Por falta de acuerdo, el PRO no pudo aprobar su proyecto para autorizar la instalación de bares en plazas y parques de la Ciudad: cuando se estaba por caer por falta de quórum, cerca de la medianoche, la sesión pasó a cuarto intermedio.

La norma fue tratada sorpresivamente, ya que no estaba en la agenda legislativa del día: su tratamiento tenía fecha para el próximo jueves. Pero un cambio de último momento la llevó al recinto. “Es una gran alegría que hayamos votado esta restitución histórica, con este proyecto que hicimos junto a los hinchas, porque estos terrenos fueron robados por la dictadura militar, que tuvo un alto componente económico destruyendo familias, empresas y también clubes, como San Lorenzo. Esto es un acto de justicia al pueblo de San Lorenzo”, dijo la diputada Laura García Tuñón (Buenos Aires para Todos), impulsora de la iniciativa.

“Debemos contemplar también a los trabajadores del supermercado, por eso insistimos en que sean reasignados a otras sucursales, como así también a los vecinos del barrio, que están preocupados”, admitió la legisladora. Es que horas antes, una delegación de vecinos del hipermercado, que se oponían a la instalación de la cancha nuevamente en ese barrio, y trabajadores de Carrefour, preocupados por su fuente de trabajo, se habían reunido con los legisladores de distintos bloques.

En apoyo del proyecto, se manifestaron además Martín Ocampo (PRO), Aníbal Ibarra (Frente Progresista Popular), Juan Carlos Dante Gullo (Frente para la Victoria) y González Gass, que sacó a relucir su condición de hincha del club de Boedo.

San Lorenzo tuvo su estadio, conocido como el Gasómetro, en Avenida La Plata e Inclán. El terreno fue expropiado a precio vil por la dictadura, en principio para destinarlo a espacio público, pero terminó siendo la sede del híper de origen francés. San Lorenzo construyó su nuevo estadio en un predio del Bajo Flores y mantuvo su sede social en Boedo, al lado del supermercado.

La campaña por la restitución histórica comenzó el año pasado y culminó en marzo de este año con una multitudinaria marcha a la Plaza de Mayo. Otra movilización estaba prevista para el 22 de noviembre, para acompañar el tratamiento de la ley, pero los diputados se adelantaron. De todas maneras, un nutrido grupo de hinchas se concentró anoche fuera y dentro de la Legislatura para acompañar el tratamiento de la ley.

El consenso que se había logrado para sacar esa ley no pudo trasladarse a uno de los proyectos que el PRO quiere sacar antes de fin de año: el permiso para instalar bares en espacios verdes. El proyecto, sí, logró unir a todo el arco opositor, que denunció el intento del PRO por “hacer negocio con todo lo que sea espacio verde”, como acusó el diputado Adrián Camps, del Partido Socialista Auténtico. A las críticas se sumaron María José Lubertino (FpV), Aníbal Ibarra (FPP) y Jorge Selser (PSA).

Cuando se caía el quórum, el diputado Cristian Ritondo, que presidía la sesión, propuso un cuarto intermedio. La sesión continuaría el jueves que viene, para cuando el oficialismo tiene previsto sacar otros proyectos controvertidos como el megaemprendimiento inmobiliario de IRSA en la Costanera Sur, denominado Solares del Plata.