El mal clima que llevó al desborde de ríos y arroyos en el norte de la provincia de Buenos Aires provocó que, finalmente, unas 1700 personas fueran evacuadas. Los más afectados resultaron ser los habitantes aledaños al Matanza-Riachuelo. Ayer, las lluvias aflojaron y unas doscientas personas regresaron a sus hogares. Según el Servicio Meteorológico Nacional, sólo las nubes persistirán durante la semana en el territorio bonaerense.

Según el Servicio, el leve viento que rota del Oeste al Este poco a poco está despejando las nubes cargadas de agua que acecharon durante toda la semana. Ese fenómeno, desde ayer, permitió que 238 personas pudieran volver a casa, así lo informó el Ministerio de Desarrollo Social bonaerense, encabezado por Martín Ferré.

Pero las autoridades aún mantienen el monitoreo de las zonas más afectadas por las lluvias y la crecida de los cauces de agua a través del Consejo Provincial de Emergencias y la Secretaría de Espacio Público. Para eso, ambos titulares de las carteras provinciales –Ferré y Eduardo Aparicio, respectivamente– realizaron recorridas en Arrecifes, San Pedro y San Antonio de Areco y verificaron el estado de las ciudades.

El distrito más afectado es La Matanza, con 1100 evacuados que se encuentran en cinco escuelas. “La crecida del Riachuelo todavía no permite que las personas vuelvan a sus casas, por eso estamos trabajando junto con el Ministerio de Desarrollo nacional para proveerlos de alimentos, colchones, pañales”, entre otros elementos de primera necesidad, explicó Ferré. Aunque el funcionario sostuvo que “se están llevando a cabo las medidas necesarias” para que las personas retornen a sus hogares “cuanto antes”, hasta ayer a la noche estaba previsto que los evacuados continuaran recibiendo asistencia en centros comunitarios, escuelas, iglesias y otras instituciones locales.

En tanto, los 300 habitantes del asentamiento que se encuentra en Moreno, por el momento, tampoco regresarán a ese lugar “porque sigue muy afectado”, aseguró Ferré. Mientras que en el resto de las localidades bajó la cantidad de personas que el viernes fueron afectadas. Al cierre de esta edición, los damnificados eran: 140 en Arrecifes, 115 en Pilar, 12 en Chascomús, 36 en Luján, 8 en Rauch, 9 en Olavarría, 5 en Azul, 19 en San Pedro y 12 en Mercedes.

“De mantenerse la mejora en las condiciones climáticas, se irá profundizando el proceso de normalización que se inició este mediodía (por ayer), el agua comenzará a escurrir normalmente y la gente podrá volver paulatinamente a sus hogares”, detalló un comunicado del CPE, según palabras del coordinador, Luciano Timerman.

Según el informe elaborado por el SMN los agravantes que se conjugaron durante la semana para que los cauces de ríos y arroyos no resistieran la cantidad de precipitación es que en la primera quincena de agosto cayeron 166,7 milímetros de agua, cuando la media mensual es de 69,8. En consecuencia, los suelos no dieron abasto para absorber naturalmente la cantidad de agua. El agua que se precipitó en la zona de Rosario corrió por el río Paraná y produjo acumulación en las cuencas hídricas Areco, Arrecifes, Luján y Matanza-Riachuelo.

El SMN estima que durante la jornada de hoy, en el territorio bonaerense, se registrarán “bancos de niebla, habrá cielo parcial a algo nublado y vientos del Oeste rotando al Este”, durante la mañana. Para la tarde, “cielo nublado con viento del Este”. La temperatura mínima, entre 8 y 10 grados; la máxima, 19.

En el resto de las provincias que azotó el temporal: cielo nublado, para Córdoba, mejorando hacia la noche. Y, de la misma manera, está registrado para San Luis y Santa Fe. En Entre Ríos, por el momento, la probabilidad de lluvias persistirá.