Tras una dura discusión entre países, y con un día de atraso, la Cumbre del Cambio Climático logró que el Protocolo de Kioto no venciera este año y fuera prorrogado hasta 2020. Para que el encuentro no fracasara, su presidente, el vicepremier qatarí Abdulá bin Hamad al Atiya, tuvo que negarle la palabra a los disidentes y llamar a una votación. Entre los que se negaban al acuerdo, la sorpresa fue Polonia, desmarcada de la Unión Europea. Japón, Canadá y Nueva Zelanda se retiraron. La renovación incluye el dato de que 2014 es la fecha para recibir las propuestas de reducción de emisiones de los países que decidan entrar al protocolo.

Kioto refleja que en la reunión mundial de 1997 de esa ciudad japonesa se logró el primer acuerdo global para reducir en un 5,2 por ciento la emisión de gases de invernadero respecto de los niveles de 1990. En ese momento, 35 países firmaron el protocolo, ahora renovado por la Unión Europea, Australia, Noruega, Islandia, Croacia, Kazajistán, Liechtenstein y Mónaco. Lo que no cambió es la negativa de Estados Unidos, Rusia, China e India en participar en el sistema.

El consenso logrado ayer en una cumbre que debía cerrar el viernes vino después de fuertes cruces. Polonia solicitó una declaración firmada que garantizara que no se cancelaban los derechos de emisión no vendidos (los países que contaminan mucho se los compran a los que contaminan por debajo del límite). Se resolvió dejar que Polonia mantenga los derechos que le sobraron del primer período del protocolo y que los países de la UE reduzcan un 20 por ciento sus emisiones respecto de 1990, límite que estarían por alcanzar, ya que disminuyeron un 18,5 por ciento.

Organizaciones como Green peace temen que hasta 2020, cuando debe aprobarse un nuevo acuerdo climático global, Polonia venda esos derechos a países como Estados Unidos o China, y éstos puedan así contaminar más. Martin Kaiser, de Greenpeace, señaló que en el documento presentado no hay promesas concretas de financiación de los países industrializados a los más afectados por el cambio climático. De hecho, otra medida de ayer fue suspender el pago de 80 mil millones de dólares entre 2013 y 2015 a países en desarrollo, por la crisis económica en EE.UU. y Europa. “Los países en desarrollo serán dejados solos con todos los costes para asumir las consecuencias del cambio climático”, criticó también una activista de la asociación alemana BUND.

El texto tampoco incluye un objetivo global de reducción de emisiones en 2050, ni el año en el que las emisiones globales deben tocar techo, aunque sí señala el objetivo de limitar el calentamiento a dos grados. El resto de lo acordado señala la intención de concretar un pacto para que en mayo de 2015 se elabore un borrador, aunque no se sabe si será un tratado.