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Un cumpleaños poco feliz

Por Roberto Navarro

Los dueños y ejecutivos de las AFJP están festejando los primeros cinco años de vigencia del régimen previsional privado. Sus clientes, los trabajadores, no tienen nada que festejar. El nuevo sistema sólo logró descapitalizarlos. Un empleado que esté afiliado desde el inicio del régimen de capitalización a una administradora que cobre una comisión promedio del sistema, por cada 100 pesos que puso, hoy sólo tiene 85. En vez de ganar con la renta que la AFJP logró invirtiendo su dinero, perdió un 15 por ciento de su capital. Si hubiera colocado sus aportes en un simple plazo fijo al 6 por ciento anual, tendría 118 pesos.
La diferencia se la quedaron las AFJP, que cobran una comisión, por “administrar” los fondos, superior al 30 por ciento de los aportes, con la que consiguen ganancias nueve veces más altas que las empresas líderes del país. Semejante enajenación sobre el ahorro de los afiliados se dio en un contexto de altísima rentabilidad para las inversiones que realizan las administradoras: el promedio del sistema en estos cinco años fue del 13 por ciento. Si de aquí en adelante la renta se pone en línea con el 6 por ciento real que esperan las AFJP, los trabajadores tendrán que esperar hasta julio del 2005 para tener en sus cuentas el mismo capital que invirtieron.
La concentración del mercado es una de las razones que permiten a las administradoras cobrar comisiones tan altas. De las 27 AFJP que había en 1994, quedan 15. Y las 4 más grandes acaparan el 67 por ciento de los fondos, que en abril último ya superaban los 13.700 millones de pesos. Un negocio enorme, simple y sin riesgos: de cada 100 pesos que aporta el trabajador, la administradora le cobra 30,2 y le deposita en su cuenta sólo 69,8. De la comisión, la AFJP gasta 8,4 pesos en un seguro de vida e invalidez, 5,6 pesos en administración y 8,8 pesos en marketing. Los 7,4 pesos restantes son la ganancia, que representa exactamente el 7,4 por ciento de la recaudación. Según Flacso, las 200 empresas líderes del país ganaron, en promedio, en el último año, sólo el 0,8 por ciento sobre su facturación.
Las AFJP no compiten ofreciendo menores comisiones, sino con grandes campañas publicitarias que ofrecen un futuro venturoso. Y les da resultado. De las cuatro administradoras líderes, tres están entre las más caras del mercado. Pocos trabajadores saben si la AFJP a la que se afiliaron es más cara o más barata y nadie se preocupa por informarlos. El actual titular de la Superintendencia de Administradoras de Fondos de Pensión, Héctor Domenicone, canceló la publicación mensual de folletos con la comparación de comisiones que había iniciado su antecesor, Walter Schulthess.
La mitad de los trabajadores que se afiliaron el último año no eligió una AFJP. La superintendencia distribuyó a los indecisos entre las 15 compañías. Si en vez de utilizar un sistema tan democrático para las administradoras, el Estado se preocupara por los trabajadores, adjudicándolos a la AFJP más barata para su segmento salarial, el promedio de las comisiones descendería un 10 por ciento y el total de los afiliados se ahorraría 100 millones de pesos anuales, que irían a engrosar sus futuras jubilaciones.
En el cálculo, realizado por FADE, la fundación que preside José Luis Machinea, se sumó también a la mitad que sí elige, porque las administradoras están obligadas a tener un solo precio por banda salarial. Pero no se tomó en cuenta la previsible baja de comisiones que generaría el hecho de que tuvieran que competir por cada afiliado.
El año pasado, la Secretaría de Seguridad Social dictó una resolución por la que los indecisos iban a ser distribuidos entre las tres AFJP más baratas, pero la norma fue derogada por el entonces titular de lasecretaría, Carlos Torres, antes de salir en el boletín oficial. El brusco cambio de idea, adjudicado a problemas de implementación, atrasó la adjudicación de los indecisos que estuvieron cuatro meses sin ser distribuidos.
Entrevistado por Cash, el jefe de Operaciones de la Superintendencia, Gustavo Demarco, respaldó la decisión de no distribuir a los trabajadores entre las AFJP más baratas “porque también hay que tener en cuenta el servicio, la cercanía geográfica del afiliado con la administradora, la cordialidad en la atención telefónica y otros elementos”, detalló (ver recuadro). Todos parámetros de difícil comparación y de escasa importancia al lado de la posibilidad de conseguir una mayor renta en el momento de jubilarse.
Las AFJP se defienden aduciendo que las comisiones parecen caras porque se cobran sobre cada cuota y no sobre el total del capital administrado. “Les cobramos una vez y le administramos el dinero treinta años”, explicó a Cash Horacio Canestri, director de la Asociación de AFJP Privadas. “Es lo mismo que si cobráramos un 1 por ciento sobre el capital durante todo el período”, precisó. Sin embargo, la elección del sistema de cobro sobre flujo no fue casual. De esta manera, se hicieron del dinero que necesitaban para la puesta en marcha del negocio rápidamente. Si cobraran una pequeña comisión sobre el capital administrado, como se hace en otros países, hubieran tenido que hacer una gran inversión de entrada, que hubiesen amortizado a lo largo del tiempo.
Luego de cinco años, las AFJP tienen mucho por qué festejar: el régimen previsional privado se convirtió en un negocio único. Un puñado de empresas se reparten un mercado con clientes obligados por ley a demandar sus servicios, aunque no sepan bien de qué se trata. Con la complicidad de un Estado ausente, en este caso representado por la Superintendencia de AFJP, que no realiza el menor esfuerzo por transparentar el mercado. Los trabajadores, aunque les digan que van a comer en restaurantes franceses, no tienen nada que festejar. Las desproporcionadas comisiones de hoy son la semilla de sus magras jubilaciones futuras.

El que más pone más pierde
(En pesos)

Salario 400 600 800 1000 1200
Aportes en 5 años 2502 3753 5004 6255 7506
Saldo al 30-07-99 2130 3195 4260 5325 6390
Descapitalización 372 558 744 930 1116

Nota: Cálculo realizado utilizando la comisión y la rentabilidad
promedio del sistema.
Fuente: Elaboración propia en base a datos de mercado.

Las más caras de la región


Un documento elaborado por FADE, al cumplirse cinco años de vigencia del régimen previsional privado, sitúa las comisiones de las AFJP como las más altas entre las que se cobran en los nuevos sistemas de capitalización instalados en América latina en los últimos años. Cash tuvo acceso al informe realizado por la fundación que preside José Luis Machinea, que plantea varios cambios al actual sistema. El siguiente es un resumen de las modificaciones que tendrá el régimen previsional, si en octubre gana Fernando de la Rúa.
u Se instrumentará un sistema de información mensual mediante los medios de comunicación que permita a los trabajadores conocer las diferentes comisiones que cobran las administradoras. La gente debe tener claro que las comisiones altas atentan contra sus futuras jubilaciones y que todas las administradoras les aseguran el capital, porque tienen garantía del Estado.

  • Los indecisos serán distribuidos entre las tres AFJP más baratas para cada segmento de ingresos. Todos los meses se llamará a licitación. Esto obligará a las administradoras a reasignar sus recursos, bajando los gastos en publicidad para disminuir las tarifas.
  • Se evitará que el mercado siga concentrándose y se legislará para evitar maniobras oligopólicas o de cartelización. Hasta ahora las empresas no demostraron vocación de competir por precios, lo que indica que podría haber acuerdos entre ellas para asegurarse alta rentabilidad.
  • Se trabajará para recuperar como afiliados a los autónomos que fueron expulsados del sistema por el desproporcionado incremento de los aportes. La mayor cantidad de afiliados reducirá los costos de las administradoras.
  • Se dará la seguridad al afiliado de que, al jubilarse, recibirá la Prestación Básica Universal (PBU) por parte del Estado, que, en un jubilado promedio, debe ser un 50 por ciento de sus haberes. El régimen previsional argentino es mixto; si una de las partes no está asegurada, el sistema no funciona y el afiliado pierde interés.

Gustavo Demarco
jefe de operaciones de la Superintendencia de AFJP

“En 30 años van a ganar”

–¿Por qué los trabajadores tienen en sus cuentas 15 por ciento menos de lo que aportaron?
–Al analizar el rendimiento de los primeros cinco años, da la impresión de que los afiliados pierden dinero, pero si se proyectan treinta años se ve que no es así. De todas maneras, el trabajador no puede esperar recibir el total del capital y los intereses, porque tiene que pagar una comisión por la administración de sus ahorros.
–¿No le parece exagerado un 30 por ciento de comisión?
–La tercera parte de la comisión se utiliza para pagar un seguro de vida e invalidez; el resto de lo que cobran las administradoras es la tarifa que surge del desarrollo normal del mercado. Hay libre competencia y, además, está la AFJP Nación que actúa como testigo. Si pudieran bajar la tarifa, lo harían.
–¿Por qué la Superintendencia no distribuye a los indecisos entre las AFJP más baratas?
–En un momento se pensó en hacerlo y luego se dejó de lado. En realidad no hay por qué pensar que los afiliados prefieren la administradora más barata; también hay otros items a considerar en la elección, como el servicio o la cercanía de la sucursal. Pensar que la gente siempre elige lo más barato es una simplificación del tema.
–El hecho de que la mitad de los trabajadores no elija una administradora es un signo de que no están informados sobre cómo funciona el sistema.
–Este es un país en el que la mitad de los trabajadores está en negro y ése ya es un dato. Dentro de los que integran el sistema, a la vez, hay una cantidad de gente que no está en las mejores condiciones para mantenerse informado. De todas maneras, acepto que es responsabilidad del Estado mantener a los trabajadores informados y que un buen nivel de información hace más transparente el mercado.


Daniel Marcú
director asociado de la Consultora Tower Perrin

“Hay que bajar la evasión”

–¿Son altas las comisiones que cobran las AFJP?
–Para mensurar si son caras o baratas, deberíamos tener con qué referenciarlas. Los sistemas de capitalización de América latina tienen comisiones más bajas, pero no son comparables. Algunos porque son sólo un sistema privado –acá es mixto–, otros no exigen una rentabilidad mínima a las administradoras. En el mundo desarrollado las comisiones se cobran sobre el capital administrado en lugar de sobre el aporte mensual. Es un método más simple y el afiliado no siente que le rebanan media cuota.
–¿Qué sistema le sale más barato al trabajador?
–En Estados Unidos y Europa los fondos de pensión cobran un promedio del 1 por ciento sobre el capital administrado. En Argentina comienza con un 30 por ciento, pero al final el aporte representa un 0,05 por ciento del stock acumulado. Si se suman las comisiones y se hace un promedio, no debe estar muy por arriba del 1 por ciento.
–Pero acá las AFJP reciben al principio 60 veces más que al final. Es una ventaja financiera enorme.
–Es cierto. Pero si no se hubiese comenzado de esta manera, las administradoras habrían tenido que hacer una inversión muy grande. Las condiciones del negocio habrían cambiado radicalmente. Entonces las comisiones serían aún mayores. Lo mejor sería cambiar el sistema a partir de ahora.
–¿Qué medidas se pueden tomar para bajar las comisiones dentro del actual sistema?

–Bajar la evasión. De esa manera, las AFJP tendrían más clientes y bajarían sus costos. Hay mucho para mejorar con la recaudación de los autónomos que, prácticamente, fueron expulsados del sistema. Desde 1994 les aumentaron un 65 por ciento los aportes. Y en ese lapso la mitad dejó de aportar.