CONSTRUCCION
EMPRENDIMIENTOS URBANISTICOS
EN EL TIGRE Y DAÑOS AL ECOSISTEMA La
llegada del aluvión edilicio
Sumando
los desarrollos en ejecución y los proyectados, totalizan 4000 hectáreas
que liberarán 30 mil viviendas. La contracara del fenómeno es que las
nuevas construcciones se realizan sobre terrenos rellenados, provocando
inundaciones en tierras aledañas, y se las acusa de no haber contado
con los estudios de impacto medioambiental correspondientes.
Por Liliana Sánchez
Durante
la última década, el Partido de Tigre comenzó a
consolidarse como un polo de atracción de fuertes inversiones
inmobiliarias. En esta movida contribuyeron tanto sus condiciones naturales,
tales como su cercanía a la Capital Federal, su entorno paisajístico
que incluye el río y el Delta, y su alta disponibilidad de tierras
desocupadas; como así también las normas municipales que
dieron un marco de seguridad jurídica a los emprendimientos,
y el mejoramiento de la infraestructura de transporte vial, ferroviario
y fluvial. En consecuencia, sumando los desarrollos urbanísticos
en ejecución y los proyectados totalizan 4000 hectáreas
que liberarán 30.000 viviendas equivalentes a 6 millones de m2
de construcción.
Por otra parte, las entidades no gubernamentales acusan a este aluvión
edilicio, construido sobre terrenos con rellenos por sobre la cota de
inundación, de provocar alteraciones nocivas en el ecosistema,
y de no haber efectuado los estudios de impacto ambiental correspondientes.
Casi todos los proyectos adquieren la forma de barrios cerrados o countries
que dentro de su perímetro de emplazamiento cuentan con lagunas
para pescar y realizar deportes náuticos, centros comerciales,
e incluso el acceso interno a algún colegio. Estas características
se ofrecen tanto en Laguna del Sol como en Talar del Lago, dos emprendimientos
ubicados en General Pacheco (Partido de Tigre), que están en
proceso de construcción y que albergarán 3750 habitantes
el primero y 6250 el otro. En cualquiera de ambos, la edificación
de las viviendas estará a cargo de cada propietario durante los
próximos 8 años.
En cambio, es otra la modalidad de comercialización que aplica
Eidico (Emprendimientos Inmobiliarios de Interés Común)
para el desarrollo de sus proyectos. Una vez finalizados los planos,
con estimación de costos y plazos de ejecución, convoca
a los potenciales interesados y cuando consigue el 100 por ciento de
suscripción al proyecto, entonces asume la tarea de reunir los
fondos y administrarlos, además de contratar y supervisar las
obras hasta entregar el barrio terminado. Con este sistema, se están
realizando 850 hectáreas de urbanizaciones náuticas entre
las localidades de Pacheco y Benavídez (Partido de Tigre).
Otra de las condiciones propias de la región es que el 50 por
ciento de la superficie de Tigre es inundable, por lo tanto para poder
avanzar en muchos de estos complejos fue necesario realizar, previamente,
trabajos de relleno por refulado. También se modificó,
en 1995, el Código de Zonificación para adaptarlo a la
realidad del distrito. Le hemos garantizado a la gente que quería
llevar adelante desarrollos urbanísticos la seguridad jurídica
necesaria para que, cumpliendo con el Código de Zonificación,
pueda encarar este tipo de emprendimientos. Eso nos permitió
tener hoy un partido con un crecimiento ordenado, sostiene Ernesto
Casareto, secretario de Gobierno de la Municipalidad de Tigre.
El desarrollo de cualquiera de estos emprendimientos implica la inversión
de cifras millonarias. En el caso de Solares de Tigre alcanzaría
los 60 millones de dólares y serán 4 torres de 30 pisos
ubicadas en el centro de Tigre, sobre la Av. De las Naciones, a 100
metros de la estación ferroviaria y con acceso directo a la autopista,
que comenzarán a construirse en enero próximo. Contará
con todos los servicios de confort como piscina, instalaciones deportivas,
microcine, huertas individuales, entre otros. Además, los moradores
de estos edificios dispondrán, entre sus propiedades, de 200
metros de costa sobre el Río Tigre y de una isla privada de 6
hectáreas en el Delta, sobre el Río Sarmiento con playa
privada de arena y amarradero.
Todos
los caminos conducen a Tigre
Precisamente uno de los ejes sobre los que más se ocupó
la inversión pública es el mejoramiento de la red vial,
por lo que las obras contemplan a las 4 vías troncales que atraviesan
el distrito (las rutas 197, 202, 27 y 9). Y ahora el Municipio de Tigre
integró un consorcio, junto a los inversores privados responsables
de los emprendimientos urbanísticos en curso (Laguna del Sol,
Talar del Lago, Eidico, Nordelta, etc), para ejecutar una autovía
que unirá las localidades de Bancalari con Benavídez.
Este tramo vial comenzará a construirse en diciembre próximo,
tendrá un costo de u$s 7.500.000 que afrontarán los consorcistas
privados y cumplirá, entre otras, la función de enlazar
vialmente esos barrios cerrados que conforman el consorcio. El Municipio,
entre tanto, supervisará la marcha y cumplimiento de la obra.
Justamente en Benavídez se va a emplazar el proyecto Nordelta,
una ciudad-pueblo a desarrollarse en un predio de casi 1600 has., a
través de módulos autosuficientes vinculados entre sí
y que cubrirán distintas necesidades. Se calcula que tendrá
una población de 140.000 habitantes y ahí mismo, dentro
de la ciudad-pueblo, estarán los colegios y universidades, los
centros de salud, transporte interno y hasta una estación de
tren exterior que la unirá con Retiro.
En ésta, como en las demás urbanizaciones, se integra
al río y la costa como parte del proyecto, aunque en este caso
se trata de un importante frente sobre el río Luján. Si
bien la planificación de la ciudad-pueblo fue aprobada en 1992,
la idea fue gestada en la década del 70 cuando se compraron los
primeros terrenos para este fin en esa zona que era un bañado.
Se han comprado hectáreas en zonas muy bajas, terrenos
susceptibles de inundación, los compran baratos, los rellenan
y después los venden y resulta que todo ese exceso de agua va
a escurrirse a la zona contigua a ese emprendimiento, a barrios aledaños
que coinciden con bolsones de pobreza observa el doctor Gabriel
Faccone, de la Fundación Pro Tigre y Cuenca del Plata.
El
Delta al alcance de la mano
Otro de los puntos atractivos por los que se promocionan estos
complejos urbanísticos es su cercanía con el Delta. Considerado
por uno de esos mismos promotores como un tesoro único,
el Delta es un humedal, y como tal sustenta una diversidad biológica,
provee recursos naturales esenciales como el oxígeno y actúa
como regulador de inundaciones.
Funciona como una esponja, y las zonas inundables deben seguir
siéndolo, en tal caso si se quiere vivir en ellas lo que tiene
que hacer el humano es adaptar su estilo de vida a la región.
Un isleño sabe que cada tanto el agua crece, por lo tanto nuestras
casas son palafíticas (están sobre pilotes), entonces
cuando viene el agua es algo natural, no es un escándalo,
afirma Viviana Sieburger, de la Agrupación Prodelta y habitante
de las islas.
Desde allí mismo también reclaman que este Delta, el único
que desemboca en otro río, sea declarado área protegida.