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Buenos Aires metropolitana

Por Pedro C. Sonderéguer *

Si las exigencias inmediatas de la política y el Gobierno (ejercicios contables, campañas electorales, replanteos legislativos) ejercen su influencia sobre los documentos de la planificación urbana, su cumplimiento tardío anula su utilidad coyuntural (y, también, su desmedrada eficacia). Esta situación, al mismo tiempo, abre nuevas perspectivas: la ciudad, vista en el largo plazo, liberada de las urgencias del calendario, revela sus verdaderas prioridades. La idea del proyecto ausente vuelve así por sus fueros: el proyecto urbano, entendido como medio para renovar la ciudad es también, entonces y ante todo, una herramienta para cohesionar demandas y adhesiones heterogéneas.
Buenos Aires en su etapa heroica de construcción de un modelo de sociedad, por ejemplo (de la intendencia de Alvear a la intendencia de Noel) y, en nuestros días –en muy distinta situación–, sociedades de economías mucho más débiles que la nuestra: de lo que dan fe, simultáneamente, el Proyecto de Renovación Urbana en Lima Metropolitana y el programa de gestión del sistema de asentamientos humanos del Instituto de Planificación Física de La Habana. Ejemplos de las posibilidades de la cuestión social orientada a la gestión integral de la cuestión urbana en tiempos difíciles.
A partir de este punto, el proyecto es, también, una oportunidad para revertir una situación de decadencia relativa y re-posicionamiento territorial ante un cambio de escenario (Montevideo contemporáneo, por ejemplo: renovación urbana integrada a la modernización y ampliación de la función histórica del puerto en el estuario, con la construcción de una Terminal Portuaria Multimodal). Cuando estos momentos están asegurados, el proyecto urbano es, finalmente, una oportunidad para renovar una situación de liderazgo territorial heredada, ante un cambio de escenario (Cataluña en la transición española, por ejemplo: renovación urbana integrada a la modernización productiva y a la consolidación de la posición portuaria de Barcelona en el Mediterráneo).
A mediados de los años 80, la naciente experiencia democrática de la Argentina enfrentada a las evidencias de la globalización pusieron a la ciudad de Buenos Aires en una situación que reunía estas tres necesidades: transformación urbana, replanteo territorial, construcción de un nuevo proyecto ciudadano. La profunda transformación experimentada por el país durante los años noventa encuentra su nivel de conflictividad en su misma incapacidad para acompañar las reformas estructurales con la construcción de un nuevo proyecto urbano.
Hoy, en el caso de Buenos Aires, siguen siendo prioridades estratégicas: a) Incorporar el gobierno del puerto a las atribuciones de la ciudad: como elemento esencial del funcionamiento urbano y como motor económico que organiza toda la trama de infraestructuras que recorren la ciudad (y muy en particular la de transporte); b) Adecuar la división político-administrativa heredada al funcionamiento de la ciudad real, dotando al área metropolitana de herramientas efectivas de gobierno y administración. Esos dos elementos resuelven las prioridades de la gestión urbana y disuelven falsos problemas, porque redimensionan los problemas a escala metropolitana y establecen una secuencia de causalidades entre los distintos elementos de la cuestión urbana.
Una adecuación de esta escala es, al mismo tiempo, una liberación de fuerzas sociales (hoy contenidas y al mismo tiempo desorientadas por divisiones jurisdiccionales anacrónicas) y una oportunidad para aprender de la ciudad: incorporando las enseñanzas que el verdadero funcionamiento urbano realiza sobre el ciudadano. Reincorporando y revalorando una concepción de la ciudad en su dimensión productiva, creadora de trabajo, donde los elementos naturales y el espacio construido estén al servicio de la creación de trabajo y riqueza, y no a la disposición de un uso para larenta y el ocio (playas, restaurantes, clubes náuticos, inevitablemente para pocos en una ciudad sin trabajo).
*Arquitecto. Director de la Carrera de Gestión Ambiental Urbana de la Universidad Nacional de Lanús.