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DISEÑO

LOS MUEBLES Y OBJETOS ANTIGUOS RECUPERAN PROTAGONISMO
La calidad a través del tiempo

nSe puede comenzar a

Por diseño y calidad, los muebles y objetos antiguos ejercen una seducción natural y posibilitan combinarse con elementos modernos, conservando la coherencia funcional. Cada época legó su estilo, y no todos los artículos se ofrecen a precios inalcanzables.

Por Liliana Sánchez

Existe una amplia franja de público que se mantiene constante, y a la hora de adquirir elementos para decorar su casa sigue apostando por los muebles y objetos antiguos. Así es como candelabros, centros de mesa, roperos, lámparas o alguna escultura de otra época que han sido heredadas, compradas o recicladas recuperan protagonismo en las ambientaciones contemporáneas. Estas antigüedades ejercen una seducción natural por la calidad de sus materiales y el diseño de sus formas, que responden al estilo o corriente estética vigente en el momento de su fabricación. Además, se abren nuevas tendencias en la arquitectura de interiores que posibilitan la combinación de elementos antiguos y modernos, pero que a su vez mantienen una coherencia funcional, de color y volumen para generar una ambientación agradable.
Una de las características básicas que distingue al mobiliario antiguo es la calidad de sus maderas. Hasta la década del ‘40 cualquier mueble, incluso los más baratos, era elaborado con maderas estacionadas; luego la exigencia de un mercado que debía satisfacer una demanda cada vez mayor impuso la producción en serie, y con esas metas dejaron de utilizarse las mejores maderas, y ni tampoco éstas tienen el tiempo adecuado de estacionamiento.
Al mismo tiempo, algunos fabricantes comenzaron a adoptar ciertos trucos para simular un material, cuando en realidad se trata de otro. Es el caso de los muebles de roble modernos, que en muchos casos están hechos de madera aglomerada o multilaminada, y luego enchapada o recubierta con la “chapa brasileña o xenegeira” que da en apariencia el aspecto de roble, pero no lo es. Si se trata de una pieza antigua, seguramente su composición es de roble macizo, con lo cual su solidez puede sobrevivir a varias generaciones.
“Se puede ir a un supermercado a comprar un mueble, que ahora los venden en una caja y uno se los arma en su casa, pero no son muebles comparables con los que ofrecemos nosotros. Los nuestros no tienen el tornillito, el aglomerado que en 3 meses puede empezar a despegarse”, compara Juan Carlos Maugeri, presidente de la Asociación de Anticuarios y Amigos de San Telmo. Quienes participan de la clasificación en los anticuarios establecen una diferencia entre antigüedades y objetos antiguos; las antigüedades se refieren a una época, por ejemplo Luis XV, que corresponde al siglo XVIII. En cambio, un mueble u objeto antiguo puede ser una reproducción de fines del siglo XIX o principios del siglo XX, pero no es de época. Y consideran contemporáneo todo lo realizado desde los años ‘50 en adelante; así como las mejores réplicas son las que datan de fines del siglo pasado, hasta mediados de éste.
Durante esos años se sucedieron dos estilos de diseño que determinaron no sólo la producción arquitectónica sino también las esculturas y los objetos de decoración. Uno de ellos es el Art Déco, el movimiento que resultó triunfante en París a partir de la Exposición de Artes Decorativas e Industriales en 1925, y que hoy sigue presente a través de armarios, lámparas, floreros, juegos de té y para los cuales hay no pocos seguidores. Asimismo, sigue influenciando a arquitectos y diseñadores de todo el mundo que se sienten atraídos por este estilo, donde predominan las líneas puras y precisas y las formas geométricas, la combinación de colores como el gris, naranja o negro y la utilización de materiales tan actuales como el hierro forjado, la pasta de vidrio y la madera de nogal. Para las pequeñas esculturas, los artistas enrolados en el art déco utilizaron principalmente el mármol, el bronce y el marfil.

Explorar nuevos espacios
En San Telmo se concentran más de 200 locales de anticuarios, los que conforman el mercado de antigüedades y objetos de decoración másimportante de Latinoamérica. Además es el único que está inserto en el casco histórico de una ciudad. Por el volumen y la calidad de la mercadería que ofrecen, pueden responder, prácticamente, a cualquier requerimiento, puesto que disponen de toda la gama de diseños provenientes tanto de Europa como de América de las producciones hechas hasta 1950. Están quienes se especializan en un rubro determinado, como iluminación, relojes, objetos de arte y también los que tienen un poco de todo.
Allí se puede acudir en busca de materiales en bruto, productos de demolición, como rejas, sanitarios antiguos, ménsulas, banderolas para reciclar; o bien de un producto terminado, como asimismo proveerse de asesoramiento o de algunas ideas sobre qué hacer con todo eso.
Partiendo de un cuestionario básico que responda a las necesidades del grupo familiar que habita la casa, se puede comenzar a crear o imaginar distintas alternativas de decoración que, sin perder funcionalidad, lleven a su vez el sello personal de sus moradores. “El ropero, por ejemplo, empezó a tener un protagonismo muy lindo, porque lo podés usar en un comedor como biblioteca, en una cocina, en un baño. Se está viviendo una época de mucha libertad en lo que es decoración. La gente, por suerte, empezó a darle valor a todas esas cosas que por ahí se acordaba que el tío tenía tiradas, a pedirlas para lustrarlas o reciclarlas”, dice Pablo Pastrana Greno, diseñador de interiores.
Los esquemas rígidos habrían quedado atrás, y se estarían aceptando con mayor frecuencia los juegos en los que se hace participar elementos de diversos estilos y procedencias. Por ejemplo, una araña muy antigua en un comedor muy moderno con una mesa del siglo XXI; o una escultura de bronce del siglo XIX sobre un pedestal moderno e iluminada por una luz dicroica. Esta diversidad, basada en un criterio de coherencia, se complementa y quita uniformidad al espacio.

Destruir un mito
Una de las intenciones a las que apunta la Asociación de Anticuarios de San Telmo es contrarrestar la creencia más o menos instalada de que las antigüedades son caras. Una de las actividades que tienen programadas para el próximo fin de año es una exposición de frentes, vidrieras y patios con motivos navideños. Y en esa oportunidad “le vamos a ofrecer al gran público canastos donde se pueda hurgar y encontrar objetos decorativos de buen gusto y que sean accesibles. Si se busca una antigüedad de 10 pesos, buscando se puede encontrar”, resume Maugeri, presidente de la Asociación de Anticuarios y Amigos de San Telmo.