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ECONOMíA EN PAGINA/12 WEB
23 ENE 2000








Por David Cufré


De aquí a la jubilación

La reforma previsional será el capítulo final de las leyes de la emergencia económica. El proyecto ingresará al Congreso en las próximas semanas. Entre el equipo de José Luis Machinea y los legisladores de la coalición ya hubo fumata blanca sobre los puntos clave de la iniciativa, restando definirse algunos pequeños detalles. Como en toda negociación política, hubo una transacción en la que ambos sectores cedieron en algunos aspectos para imponer otros. Así quedó establecido que se aumentará a 65 años la edad jubilatoria de las mujeres �progresivamente, en un plazo de once años�, y se permitirá a los afiliados a las AFJP retornar al régimen estatal, posibilidad que hoy tienen vedada. Esa puerta estará abierta entre 180 días y un año, según sea la propuesta de Economía o la de los legisladores de la Alianza, respectivamente. También se fijarán una serie de medidas para provocar una sustancial baja en las comisiones de las AFJP. Cash accedió al texto de la reforma, que anticipa en exclusiva. De esta reforma surgirá que las mujeres deberán trabajar cinco años más que en la actualidad para acceder al momento del retiro. En Economía calculan que esa medida implicará un ahorro fiscal de 700 millones de pesos. En contrapartida, para que las mujeres no se quejen, se igualaría a los hombres en las condiciones para recibir la renta vitalicia �en caso de jubilarse por una AFJP� en cuanto a los cálculos sobre expectativa de vida. De esa forma, como las mujeres viven más que los hombres �según estimaciones actuariales�, al equipararlas en ese aspecto, su haber tendría un plus. Con menos trascendencia en el largo plazo, pero tan determinante en el corto, se habilitará un salvoconducto para que los afiliados a las AFJP tengan la opción de retornar al sistema estatal. Será por una única vez. La medida resultará tan simpática para las compañías de retiro como una piedra en el zapato. Cuando surgieron propuestas de este tipo durante el gobierno de Carlos Menem, por parte de legisladores peronistas, las AFJP movilizaron toda su maquinaria de lobby para frenarlas. Y lo lograron. La resistencia no tiene otro motivo que evitar una eventual sangría de afiliados. Al conceder un plazo para retornar al régimen público se pondrá nuevamente en competencia al sistema de capitalización con el de reparto. En la actualidad, los afiliados a las AFJP pueden cambiar de administradora, pero no optar por el regreso al régimen estatal. El gobierno confía en que esa competencia forzará a las compañías privadas a reducir sus comisiones �en definitiva, la motivación básica de la medida- para no perder afiliados. En promedio, las AFJP retienen el 30,2 por ciento del aporte previsional: 21,7 puntos en concepto de comisión y 8,5 por seguros. Los especialistas en el tema sostienen que los seguros difícilmente puedan seguir bajando, tras el descenso registrado en los últimos años. Pero, en cambio, la expectativa oficial es que las comisiones caigan hasta 17 puntos porcentuales. En conclusión, para el afiliado la retención global se abarataría en 15 por ciento. La competencia entre el régimen privado y el público es una de las medidas, pero existen otras que también persiguen el objetivo de forzar una baja de comisiones. n Indecisos Se denomina así a los aportantes que por no haber hecho una opción expresa entre el régimen de reparto o capitalización, son asignados a una AFJP. Cuando una persona se incorpora al mercado laboral, tiene 30 días para elegir entre uno u otro sistema. Pasado ese lapso, automáticamente se la transfiere a una de las compañías del sistema privado. Pero no necesariamente a la que cobra la menor comisión para su rango de ingresos. El mecanismo de distribución es al azar entre todas las empresas del sistema, y cada una de éstas recibe igual cantidad de aportantes. De esemodo, puede suceder �y en los hechos ocurre en numerosas oportunidades� que la persona es enviada a la AFJP que más comisión cobra en su rango de ingresos. Ese mecanismo de distribución implica una transferencia hacia las administradoras de unos 100 millones de pesos anuales. La medida que figurará en la reforma es la de distribuir a los indecisos entre las dos AFJP más baratas por rango de ingresos. Al ser dos compañías, la mitad de los indecisos recaerán en la empresa que menos comisión cobra, mientras que el otro 50 por ciento irá a la segunda mejor ranqueada. Se optó por esta alternativa y no limitar la distribución a una sola compañía para evitar un fomento a la concentración del sistema. Con esta nueva forma de reparto de los indecisos, los funcionarios entienden que habrá una fuerte inyección de competencia, ya que el 50 por ciento de los nuevos afiliados a las AFJP son indecisos. Por lo cual, se estima que habrá una importante �pelea� entre las compañías para captar esa enorme masa de aportantes. n Comisiones En los resúmenes cuatrimestrales que las AFJP envían a sus afiliados, las empresas deberán informar la comisión propia �el total de la retención, incluyendo los componentes de cargo fijo y variable� y las del resto de sus competidoras, en el rango de ingresos del aportante. De este modo, se busca que el afiliado tenga mayores elementos para elegir la AFJP. n Resumen como título ejecutivo Para combatir la evasión de los aportes previsionales, se dispondrá que los resúmenes de las AFJP y los de la ANSeS puedan ser utilizados por la DGI como títulos ejecutivos. En la actualidad, el organismo recaudador debe iniciar una causa judicial cuando descubre que un empleador evade aportes previsionales de su personal. En cambio, con el resumen como prueba de la evasión, la DGI podrá exigir el pago sin más trámite. Otro capítulo de la reforma se vincula con los jubilaciones de privilegio. La ley fijará un tope a los haberes que podrán cobrar aquellos que se reincorporen al mercado laboral. Como los jubilados comunes que vuelven a trabajar lo hacen, en su mayoría, en negro, la medida apunta a los de privilegio. Todo aquel que en su nuevo empleo gane más de 1200 pesos, dejará de percibir la jubilación. Y si gana menos de 1200, la jubilación será por la diferencia hasta ese monto. Por poner un caso de estos días, Luis González, el hijo del ex ministro Erman, no podría cobrar su jubilación de 1800 pesos, porque a la vez percibe más de 1200 como empleado público. El último ítem de la nueva ley previsional será el restablecimiento de los regímenes jubilatorios especiales. Entre ellos figuran el de docentes, mineros, siderúrgicos, matarifes, choferes de colectivos y pilotos de avión. Una comisión integrada por legisladores y funcionarios de Economía y Trabajo estudiará el mecanismo. La propuesta inicial es ponerlos nuevamente en vigencia, luego de que fueran suspendidos por una ley impulsada por el entonces ministro Domingo Cavallo. El punto central es que los trabajadores de esos rubros puedan volver a jubilarse a una edad menor a la del resto del sistema. En docentes, por ejemplo, a los 55 años. Pero, a la vez, esos trabajadores deberán aumentar sus aportes previsionales para compensar la menor cantidad de años de contribuciones.


Diferencias de Economia y diputados de la Alianza De la Rúa tendrá la última palabra

La edad jubilatoria de las mujeres aumentará de 60 a 65 años. Eso ya está acordado entre el equipo económico y los legisladores de la Alianza. Pero hay un punto en el que las posiciones parecen irreconciliables. Desde el Congreso quieren agregar una cláusula gatillo por la cual el cronograma de incremento de la edad comenzará a correr sólo cuando la tasa de desempleo sea inferior al 10 por ciento. En Economía desechan de plano esa medida. Fernando de la Rúa deberá laudar entre una y otra posición. El proyecto elaborado por el equipo de José Luis Machinea establece que a partir del 2003 se irá elevando progresivamente la edad de retiro de las mujeres. Desde ese momento podrán jubilarse a los 61 años. Finalmente, en el 2011, se llegará a los 65 años. El cálculo es que en el 2003 la recaudación del sistema previsional aumentará en 100 millones de pesos anuales. Y desde el 2011, los ingresos crecerán 700 millones al año. En principio, los legisladores comparten ese cronograma. Pero reclaman que entre en vigencia sólo si para el 2003 la tasa de desocupación descendió a menos del 10 por ciento. De lo contrario, afirman, habrá que esperar a que se produzca esa disminución para empezar a aumentar la edad jubilatoria. En la actualidad, el desempleo es del 12,4. También se acordó entre uno y otro sector que se habilitará por una única vez la opción de que los afiliados a las AFJP puedan retornar al sistema de reparto. Pero la diferencia es qué plazo se fijará para ese reempadronamiento. Economía pretende limitarlo a 180 días. El Congreso, a un año. Aquí también la palabra final la tendrá el Presidente. Otro aspecto que genera discrepancias es el rol que tendrá la AFJP Nación para incentivar una baja de comisiones del resto de las compañías. En rigor, esa es la propuesta de los legisladores, quienes pretenden que la administradora del banco público lidere la baja de comisiones. Pero aclaran que sin poner en riesgo la solvencia de la AFJP. Por su parte, Machinea le dijo a Página/12 en el reportaje que se publica hoy que �el Nación participará de las rebajas como el resto de las empresas, pero no es posible forzar al mercado y que ello implique pérdidas para la entidad oficial�. La rebaja de la Prestación Básica Universal �uno de los componentes de la jubilación� para los haberes mayores a 700 pesos, a fin de distribuir esos fondos entre quienes perciben menos de ese monto, puede motivar otro encontronazo. Sin embargo, en Economía aún no tomaron una decisión acerca de incluir o no esta propuesta en la reforma laboral. Pero el tema sigue en estudio. Por el contrario, desde el Congreso la rechazan por completo, y advierten que si llegara a figurar en el proyecto, votarán en contra.


La reforma para los autonomos
Zanahoria para que aporten

La reforma previsional tendrá una segunda etapa, vinculada a los trabajadores autónomos. Las dos iniciativas en estudio son la concesión de una obra social a quienes cumplan regularmente con sus aportes y un aumento en el porcentaje que va a su cuenta de capitalización. El problema que se busca resolver es la enorme evasión en este sector, donde apenas 300 mil de los 2,1 millones de inscriptos pagan como corresponde. Los nuevos incentivos tendrían un costo fiscal para el Estado, pero la apuesta es que sea compensado, y lograr ingresos mayores a los actuales, mediante un importante incremento de la recaudación. Del total del aporte de los autónomos, tan sólo un 11 por ciento ingresa a su cuenta de capitalización en una AFJP. Por lo tanto, sus ahorros para la jubilación crecen muy lentamente. El resto de la contribución se destina a la seguridad social. La propuesta consiste en elevar el porcentaje que ingresa a la AFJP, y a la vez fijar el monto del aporte de acuerdo al nivel de sus ingresos reales. Hasta el momento, el monto del aporte depende de la categoría en que esté inscripto, de acuerdo su actividad. La otra estrategia de �seducción� para que los autónomos paguen es la concesión de una obra social. El Estado asumiría el costo de ese servicio, de 21 pesos por trabajador. Las obras sociales deberían comprometerse a brindar la Prestación Médica Obligatoria, que es el servicio básico que deben cumplir por ley. Hay que tener en cuenta que ese beneficio también lo tendrían quienes están aportando en este momento, lo que implica un desfinanciamiento inicial para el Estado, que Machinea espera sea transitorio hasta que haya una masiva inscripción. La reforma persigue dos objetivos. Uno fiscal, mediante el incremento de la recaudación. Y otro social, para evitar que tengan problemas al momento de jubilarse quienes hoy evaden.


contrapunto sobre la reforma previsional
�Las mujeres quieren trabajar más años�

Pablo Gerchunoff,
jefe del gabinete de asesores
del Ministerio de Economía.

�¿Por qué proponen aumentar la edad jubilatoria de las mujeres?
�No ignoro que hay un debate al respecto, pero estoy a favor de igualar la edad jubilatoria entre hombres y mujeres. Por una razón: la renta vitalicia que cobran hoy las mujeres al día de su jubilación es menor que la de los hombres. El fondo que una mujer acumula en la AFJP tiene que repartirse entre más años de sobrevida. Es decir, una mujer vive más y se jubila antes, y por lo tanto su jubilación es menor.
�Esto ocurre sólo en el caso de las afiliadas a las AFJP.
�Sí, pero es donde está la mayor parte de la gente.
�Un argumento es que muchas mujeres quedan fuera del mercado laboral antes de los 60 años. ¿Qué pasará en esos casos?
�Hemos analizado muy detenidamente la tasa de desempleo por tramos de edad, para ver si esto tenía algún impacto. Y no lo tiene. Es cero. Más bien hay muchas mujeres que llegan a 60 años y están protestando por la presión que ejercen los empresarios para jubilarlas de facto, cuando querrían seguir trabajando. Por eso, hay que ver las múltiples dimensiones del problema.

�Tiene que haber competencia entre las AFJP�

Eduardo Santín,
diputado por la Alianza

�¿Cuáles son los objetivos centrales que persigue la reforma?
�El punto central es que necesitamos mejorar las prestaciones. Y para eso debemos incentivar la competencia entre las AFJP. Queremos que compitan por precios y no sólo por servicios. Hay un margen importante para la reducción de comisiones.
�¿Está de acuerdo con el aumento de la edad jubilatoria de las mujeres? �En las condiciones actuales del mercado laboral es absolutamente inoportuno. Si bien parece lógico igualar el momento del retiro entre hombres y mujeres, y eso es lo que ocurre en la mayoría de los países, debemos tener en cuenta que la alta tasa desocupación hace que la medida sea inoportuna. Sin embargo, cuando la tasa de desempleo baje a menos del 10 por ciento, se podrá avanzar con esta medida. Pero es la única variable posible.
�¿El proyecto fijará una reducción de la Prestación Básica Universal o de la Prestación Complementarla?
�Es absolutamente inviable. Está descartado.