De
aquí a la jubilación
La
reforma previsional será el capítulo final de las leyes de la
emergencia económica. El proyecto ingresará al Congreso en las
próximas semanas. Entre el equipo de José Luis Machinea y los
legisladores de la coalición ya hubo fumata blanca sobre los puntos
clave de la iniciativa, restando definirse algunos pequeños detalles.
Como en toda negociación política, hubo una transacción en la
que ambos sectores cedieron en algunos aspectos para imponer otros.
Así quedó establecido que se aumentará a 65 años la edad jubilatoria
de las mujeres �progresivamente, en un plazo de once años�, y
se permitirá a los afiliados a las AFJP retornar al régimen estatal,
posibilidad que hoy tienen vedada. Esa puerta estará abierta entre
180 días y un año, según sea la propuesta de Economía o la de
los legisladores de la Alianza, respectivamente. También se fijarán
una serie de medidas para provocar una sustancial baja en las
comisiones de las AFJP. Cash accedió al texto de la reforma, que
anticipa en exclusiva. De esta reforma surgirá que las mujeres
deberán trabajar cinco años más que en la actualidad para acceder
al momento del retiro. En Economía calculan que esa medida implicará
un ahorro fiscal de 700 millones de pesos. En contrapartida, para
que las mujeres no se quejen, se igualaría a los hombres en las
condiciones para recibir la renta vitalicia �en caso de jubilarse
por una AFJP� en cuanto a los cálculos sobre expectativa de vida.
De esa forma, como las mujeres viven más que los hombres �según
estimaciones actuariales�, al equipararlas en ese aspecto, su
haber tendría un plus. Con menos trascendencia en el largo plazo,
pero tan determinante en el corto, se habilitará un salvoconducto
para que los afiliados a las AFJP tengan la opción de retornar
al sistema estatal. Será por una única vez. La medida resultará
tan simpática para las compañías de retiro como una piedra en
el zapato. Cuando surgieron propuestas de este tipo durante el
gobierno de Carlos Menem, por parte de legisladores peronistas,
las AFJP movilizaron toda su maquinaria de lobby para frenarlas.
Y lo lograron. La resistencia no tiene otro motivo que evitar
una eventual sangría de afiliados. Al conceder un plazo para retornar
al régimen público se pondrá nuevamente en competencia al sistema
de capitalización con el de reparto. En la actualidad, los afiliados
a las AFJP pueden cambiar de administradora, pero no optar por
el regreso al régimen estatal. El gobierno confía en que esa competencia
forzará a las compañías privadas a reducir sus comisiones �en
definitiva, la motivación básica de la medida- para no perder
afiliados. En promedio, las AFJP retienen el 30,2 por ciento del
aporte previsional: 21,7 puntos en concepto de comisión y 8,5
por seguros. Los especialistas en el tema sostienen que los seguros
difícilmente puedan seguir bajando, tras el descenso registrado
en los últimos años. Pero, en cambio, la expectativa oficial es
que las comisiones caigan hasta 17 puntos porcentuales. En conclusión,
para el afiliado la retención global se abarataría en 15 por ciento.
La competencia entre el régimen privado y el público es una de
las medidas, pero existen otras que también persiguen el objetivo
de forzar una baja de comisiones. n Indecisos Se denomina así
a los aportantes que por no haber hecho una opción expresa entre
el régimen de reparto o capitalización, son asignados a una AFJP.
Cuando una persona se incorpora al mercado laboral, tiene 30 días
para elegir entre uno u otro sistema. Pasado ese lapso, automáticamente
se la transfiere a una de las compañías del sistema privado. Pero
no necesariamente a la que cobra la menor comisión para su rango
de ingresos. El mecanismo de distribución es al azar entre todas
las empresas del sistema, y cada una de éstas recibe igual cantidad
de aportantes. De esemodo, puede suceder �y en los hechos ocurre
en numerosas oportunidades� que la persona es enviada a la AFJP
que más comisión cobra en su rango de ingresos. Ese mecanismo
de distribución implica una transferencia hacia las administradoras
de unos 100 millones de pesos anuales. La medida que figurará
en la reforma es la de distribuir a los indecisos entre las dos
AFJP más baratas por rango de ingresos. Al ser dos compañías,
la mitad de los indecisos recaerán en la empresa que menos comisión
cobra, mientras que el otro 50 por ciento irá a la segunda mejor
ranqueada. Se optó por esta alternativa y no limitar la distribución
a una sola compañía para evitar un fomento a la concentración
del sistema. Con esta nueva forma de reparto de los indecisos,
los funcionarios entienden que habrá una fuerte inyección de competencia,
ya que el 50 por ciento de los nuevos afiliados a las AFJP son
indecisos. Por lo cual, se estima que habrá una importante �pelea�
entre las compañías para captar esa enorme masa de aportantes.
n Comisiones En los resúmenes cuatrimestrales que las AFJP envían
a sus afiliados, las empresas deberán informar la comisión propia
�el total de la retención, incluyendo los componentes de cargo
fijo y variable� y las del resto de sus competidoras, en el rango
de ingresos del aportante. De este modo, se busca que el afiliado
tenga mayores elementos para elegir la AFJP. n Resumen como título
ejecutivo Para combatir la evasión de los aportes previsionales,
se dispondrá que los resúmenes de las AFJP y los de la ANSeS puedan
ser utilizados por la DGI como títulos ejecutivos. En la actualidad,
el organismo recaudador debe iniciar una causa judicial cuando
descubre que un empleador evade aportes previsionales de su personal.
En cambio, con el resumen como prueba de la evasión, la DGI podrá
exigir el pago sin más trámite. Otro capítulo de la reforma se
vincula con los jubilaciones de privilegio. La ley fijará un tope
a los haberes que podrán cobrar aquellos que se reincorporen al
mercado laboral. Como los jubilados comunes que vuelven a trabajar
lo hacen, en su mayoría, en negro, la medida apunta a los de privilegio.
Todo aquel que en su nuevo empleo gane más de 1200 pesos, dejará
de percibir la jubilación. Y si gana menos de 1200, la jubilación
será por la diferencia hasta ese monto. Por poner un caso de estos
días, Luis González, el hijo del ex ministro Erman, no podría
cobrar su jubilación de 1800 pesos, porque a la vez percibe más
de 1200 como empleado público. El último ítem de la nueva ley
previsional será el restablecimiento de los regímenes jubilatorios
especiales. Entre ellos figuran el de docentes, mineros, siderúrgicos,
matarifes, choferes de colectivos y pilotos de avión. Una comisión
integrada por legisladores y funcionarios de Economía y Trabajo
estudiará el mecanismo. La propuesta inicial es ponerlos nuevamente
en vigencia, luego de que fueran suspendidos por una ley impulsada
por el entonces ministro Domingo Cavallo. El punto central es
que los trabajadores de esos rubros puedan volver a jubilarse
a una edad menor a la del resto del sistema. En docentes, por
ejemplo, a los 55 años. Pero, a la vez, esos trabajadores deberán
aumentar sus aportes previsionales para compensar la menor cantidad
de años de contribuciones.
Diferencias
de Economia y diputados de la Alianza De la Rúa tendrá la última
palabra
La
edad jubilatoria de las mujeres aumentará de 60 a 65 años. Eso
ya está acordado entre el equipo económico y los legisladores
de la Alianza. Pero hay un punto en el que las posiciones parecen
irreconciliables. Desde el Congreso quieren agregar una cláusula
gatillo por la cual el cronograma de incremento de la edad comenzará
a correr sólo cuando la tasa de desempleo sea inferior al 10 por
ciento. En Economía desechan de plano esa medida. Fernando de
la Rúa deberá laudar entre una y otra posición. El proyecto elaborado
por el equipo de José Luis Machinea establece que a partir del
2003 se irá elevando progresivamente la edad de retiro de las
mujeres. Desde ese momento podrán jubilarse a los 61 años. Finalmente,
en el 2011, se llegará a los 65 años. El cálculo es que en el
2003 la recaudación del sistema previsional aumentará en 100 millones
de pesos anuales. Y desde el 2011, los ingresos crecerán 700 millones
al año. En principio, los legisladores comparten ese cronograma.
Pero reclaman que entre en vigencia sólo si para el 2003 la tasa
de desocupación descendió a menos del 10 por ciento. De lo contrario,
afirman, habrá que esperar a que se produzca esa disminución para
empezar a aumentar la edad jubilatoria. En la actualidad, el desempleo
es del 12,4. También se acordó entre uno y otro sector que se
habilitará por una única vez la opción de que los afiliados a
las AFJP puedan retornar al sistema de reparto. Pero la diferencia
es qué plazo se fijará para ese reempadronamiento. Economía pretende
limitarlo a 180 días. El Congreso, a un año. Aquí también la palabra
final la tendrá el Presidente. Otro aspecto que genera discrepancias
es el rol que tendrá la AFJP Nación para incentivar una baja de
comisiones del resto de las compañías. En rigor, esa es la propuesta
de los legisladores, quienes pretenden que la administradora del
banco público lidere la baja de comisiones. Pero aclaran que sin
poner en riesgo la solvencia de la AFJP. Por su parte, Machinea
le dijo a Página/12 en el reportaje que se publica hoy que �el
Nación participará de las rebajas como el resto de las empresas,
pero no es posible forzar al mercado y que ello implique pérdidas
para la entidad oficial�. La rebaja de la Prestación Básica Universal
�uno de los componentes de la jubilación� para los haberes mayores
a 700 pesos, a fin de distribuir esos fondos entre quienes perciben
menos de ese monto, puede motivar otro encontronazo. Sin embargo,
en Economía aún no tomaron una decisión acerca de incluir o no
esta propuesta en la reforma laboral. Pero el tema sigue en estudio.
Por el contrario, desde el Congreso la rechazan por completo,
y advierten que si llegara a figurar en el proyecto, votarán en
contra.
La
reforma para los autonomos
Zanahoria para que aporten
La
reforma previsional tendrá una segunda etapa, vinculada a los
trabajadores autónomos. Las dos iniciativas en estudio son la
concesión de una obra social a quienes cumplan regularmente con
sus aportes y un aumento en el porcentaje que va a su cuenta de
capitalización. El problema que se busca resolver es la enorme
evasión en este sector, donde apenas 300 mil de los 2,1 millones
de inscriptos pagan como corresponde. Los nuevos incentivos tendrían
un costo fiscal para el Estado, pero la apuesta es que sea compensado,
y lograr ingresos mayores a los actuales, mediante un importante
incremento de la recaudación. Del total del aporte de los autónomos,
tan sólo un 11 por ciento ingresa a su cuenta de capitalización
en una AFJP. Por lo tanto, sus ahorros para la jubilación crecen
muy lentamente. El resto de la contribución se destina a la seguridad
social. La propuesta consiste en elevar el porcentaje que ingresa
a la AFJP, y a la vez fijar el monto del aporte de acuerdo al
nivel de sus ingresos reales. Hasta el momento, el monto del aporte
depende de la categoría en que esté inscripto, de acuerdo su actividad.
La otra estrategia de �seducción� para que los autónomos paguen
es la concesión de una obra social. El Estado asumiría el costo
de ese servicio, de 21 pesos por trabajador. Las obras sociales
deberían comprometerse a brindar la Prestación Médica Obligatoria,
que es el servicio básico que deben cumplir por ley. Hay que tener
en cuenta que ese beneficio también lo tendrían quienes están
aportando en este momento, lo que implica un desfinanciamiento
inicial para el Estado, que Machinea espera sea transitorio hasta
que haya una masiva inscripción. La reforma persigue dos objetivos.
Uno fiscal, mediante el incremento de la recaudación. Y otro social,
para evitar que tengan problemas al momento de jubilarse quienes
hoy evaden.
contrapunto
sobre la reforma previsional
�Las mujeres quieren trabajar
más años�
Pablo
Gerchunoff,
jefe del gabinete de asesores
del Ministerio de Economía.
�¿Por
qué proponen aumentar la edad jubilatoria de las mujeres?
�No ignoro que hay un debate al respecto, pero estoy a favor de
igualar la edad jubilatoria entre hombres y mujeres. Por una razón:
la renta vitalicia que cobran hoy las mujeres al día de su jubilación
es menor que la de los hombres. El fondo que una mujer acumula
en la AFJP tiene que repartirse entre más años de sobrevida. Es
decir, una mujer vive más y se jubila antes, y por lo tanto su
jubilación es menor.
�Esto ocurre sólo en el caso de las afiliadas a las AFJP.
�Sí, pero es donde está la mayor parte de la gente.
�Un argumento es que muchas mujeres quedan fuera del mercado laboral
antes de los 60 años. ¿Qué pasará en esos casos?
�Hemos analizado muy detenidamente la tasa de desempleo por tramos
de edad, para ver si esto tenía algún impacto. Y no lo tiene.
Es cero. Más bien hay muchas mujeres que llegan a 60 años y están
protestando por la presión que ejercen los empresarios para jubilarlas
de facto, cuando querrían seguir trabajando. Por eso, hay que
ver las múltiples dimensiones del problema.
�Tiene
que haber competencia entre las AFJP�
Eduardo
Santín,
diputado por la Alianza
�¿Cuáles
son los objetivos centrales que persigue la reforma?
�El punto central es que necesitamos mejorar las prestaciones.
Y para eso debemos incentivar la competencia entre las AFJP. Queremos
que compitan por precios y no sólo por servicios. Hay un margen
importante para la reducción de comisiones.
�¿Está de acuerdo con el aumento de la edad jubilatoria de las
mujeres? �En las condiciones actuales del mercado laboral es absolutamente
inoportuno. Si bien parece lógico igualar el momento del retiro
entre hombres y mujeres, y eso es lo que ocurre en la mayoría
de los países, debemos tener en cuenta que la alta tasa desocupación
hace que la medida sea inoportuna. Sin embargo, cuando la tasa
de desempleo baje a menos del 10 por ciento, se podrá avanzar
con esta medida. Pero es la única variable posible.
�¿El proyecto fijará una reducción de la Prestación Básica Universal
o de la Prestación Complementarla?
�Es absolutamente inviable. Está descartado.