DESINTERES
E INCERTIDUMBRE, COCTEL DEPRIMENTE EN LA CITY
Otra
vez otro año perdido
Crisis
económica junto a tormenta política es una combinación
que desalienta a inversores. La plaza argentina fue marginada
en la formación de los portafolios de brokers extranjeros.
Aunque el almanaque
denuncie que todavía quedan 70 días para finalizar
el año, para los financistas de la city el 2000 ya terminó.
Los operadores desechan cualquier posibilidad de recuperar, al menos,
algo del terreno perdido. En todo caso, se conforman con que el
escenario no empeore. A principios de año, el 2000 prometía
nuevos aires, había ilusiones de que, por fin, el mercado
financiero levantaría cabeza y volvería a ser atractivo
para inversores. Pero nada de eso ocurrió. Las acciones y
los títulos públicos no pueden salir del pantano.
Y, otra vez, no habrá motivos para descorchar botellas de
champagne y festejar.
El estancamiento de la economía echó por tierra con
la posibilidad de una mejora de los activos de riesgo. La profunda
crisis política, desencadenada a partir de la renuncia de
Carlos Alvarez, fue el golpe de gracia. Esta realidad, a la que
se suma al enrarecimiento del contexto internacional, hacen más
complejo el escenario. Y echan sombras sobre lo que puede ocurrir
en el mediano plazo.
Los operadores no ven motivos para hacerse ilusiones. El próximo
año amenaza con ser tan chato como éste, y sobran
elementos para justificar tal pobreza en las expectativas.
n Desinterés de los inversores internacionales. Los fondos
de inversión estadounidenses y europeos ni siquiera tienen
en cuenta a la Argentina, y prefieren apostar por otros mercados
de la región, principalmente México y Brasil. A diferencia
de Argentina, esos países muestran expansión económica
y, por lo tanto, mejores oportunidades de negocios.
n Cada vez menos alternativas de inversión en acciones. De
la mano de la extranjerización y concentración de
la economía muchos papeles empresarios han reducido al mínimo
su oferta pública (Repsol-YPF, Banco Río, Disco, Sevel,
CEI y Telefónica de Argentina, por citar los casos más
importantes). Y, dada la desconfianza de los financistas, las perspectivas
no son alentadoras. Por caso, Metrovías, la empresa del grupo
Roggio que explota la red de subterráneos en Buenos Aires,
pudo colocar entre los inversores sólo la mitad de las acciones
que pretendía, el 25 por ciento de su capital.
n Contexto internacional complicado. Si durante este año
el tema que preocupó a los inversores fue la política
monetaria administrada por la Reserva Federal (banca central estadounidense),
todo hace suponer que durante el 2001 el tema que desvelará
a los financistas será la marcha de la economía de
los Estados Unidos y la evolución del precio del petróleo.
Concretamente, la cuestión pasará por si la economía
más grande del mundo ingresa en un ciclo recesivo.
Lejos de potenciar las esperanzas, el inicio del próximo
año aparece complicado.
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