INTERROGANTES, CERTEZAS Y APUESTAS EN LA CITY

El partido empieza esta semana

Los operadores están ansiosos. Conocidos los integrantes del equipo
económico, ahora esperan las medidas. Algunos piensan que se viene
el ajuste con éxito, mientras otros afirman que los políticos lo frenarán.

Los financistas creen que los próximos 45 días serán decisivos. Están seguros de que en ese lapso se jugará la suerte del mercado para lo que resta del año. A esa altura, más cerca de las elecciones, quedará en claro el margen de maniobra que tendrá el flamante ministro de Economía para imponer su receta ortodoxa, que es resistida dentro de la Alianza. Ricardo López Murphy llegó al Palacio de Hacienda con la bendición de los operadores del microcentro. Es el preferido. Pero los mismos que lo impulsaron ahora dudan de su poder de acción.
Por las dudas, los financistas ya mostraron los dientes. Después de la euforia inicial por el nombramiento del economista de FIEL, acciones y bonos iniciaron un recorrido bajista. Que se profundizará si López Murphy fracasa en su intento de reducir el rojo de las cuentas públicas. Una muestra de la incertidumbre que rodea a los hombres de negocios quedó expuesta la última semana. El riesgo país, que había mejorado en las primeras horas de la nueva gestión, perdió todo ese empuje en las jornadas siguientes. Y el riesgo volvió a quedar por encima del brasileño. Cosa curiosa. En Brasil, los ruidos políticos también están a la orden del día, pero, sin embargo, nadie está pensando que ello desbarrancará la marcha de la economía.
En la city están seguros de que se viene una dura pulseada entre la ortodoxia de FIEL y las necesidades electorales del Gobierno. Y que esas confrontaciones se reflejarán, diariamente, en la marcha de las acciones y los bonos. En el corto plazo, el mercado se mostrará volátil, sensible a las señales emitidas desde la Casa Rosada, moviéndose al compás de los roces continuos que habrá en el interior de la Alianza. Pasada la primera semana de gestión de López Murphy, los financistas imaginan dos escenarios posibles.
Los más optimistas, que creen que López Murphy logrará imponer su receta, suponen que cada baja en el mercado se convertirá en una verdadera oportunidad de compra, y que al final del camino habrá una fuerte revalorización de los papeles porque la economía logrará despegar. Entre ese lote de corredores existe la sensación de que, así como el flamante ministro consiguió armar su equipo sin condicionamientos (ubicando en los puestos clave a los ultraliberales Daniel Artana y a Manuel Solanet), incluso sin exponerse al desgaste político, hará lo propio con el paquete que terminará anunciando a principios de esta semana.
Por otro lado, están los que tienen una mirada desesperanzadora. Son los que, en definitiva, descreen de las posibilidades del Ejecutivo por llevar adelante su plan en medio de las desavenencias políticas. Que éstas, tarde o temprano, terminarán por arrastrar a los nuevos ocupantes del Palacio de Hacienda.
Esta semana empieza a jugarse el verdadero partido.