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Jueves 1 de Febrerode 2001

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EL TESTAMENTO DE RATM A TRAVES DE UNA DOCENA DE CANCIONES REVOLUCIONARIAS

El amor y la furia

El final de Rage Against The Machine tal como lo conocíamos (esto es: sin Zack de la Rocha) sirve para repasar las ideas, debilidades y convicciones del último modelo del rock contestatario yanqui. Más allá de lo que suceda de aquí en más con la diezmada banda chicana de Los Angeles, está claro que la edición del compilado de versiones Renegades echa luz definitiva sobre la mejor parte del rap metal. Que en paz descanse.

Por Martín Pérez

“Cada acto revolucionario es un acto de amor”, le explicó Zack de la Rocha el año pasado a la glamorosa revista neoyorquina Vanity Fair, nada menos. Y agregó: “Así que cada canción que he escrito es una canción de amor”.
Semejante declaración está incluida en el número de octubre de dicha revista –la misma con la que Kurt Cobain y Courtney Love se enfrentaron por la forma en que los retrató (como unos Sid y Nancy de los noventa) cuando ella estaba embarazada de Frances–, mes en el que el mundo del rock se desayunó con la noticia de que Zack había dejado Rage Against The Machine. Al mismo tiempo, los confundidos fans podían correr al kiosco para descubrir a de la Rocha en la desplegable foto de tapa de Vanity Fair posando (vestido de Calvin Klein) junto a gran parte de la aristocracia musical de hoy y de siempre: Björk, Bono, Macy Gray, Keith Richards, Chuck Berry, Patti Smith, Dr Dre, Fionna Apple y Carlos Santana, nada menos.
Zack había llegado a esa foto como el vocalista de Rage Against The Machine, una banda que –según la revista– “en una era dominada por la apatía y el pop sin cerebro, te guste o no, acerca la esperanza que el espíritu rebelde y socialmente consciente del rock está vivo y coleando”. Producido mucho antes del mes del contundente anuncio, cuando el número de octubre del año pasado de Vanity fair salió a la calle, Rage Against The Machine ya no estaba tan vivo y coleando.
La sorpresa, sin embargo, parece ser la constante alrededor de las últimas novedades del cuarteto que prácticamente se adueñó del rock con conciencia social durante la década pasada. Si la noticia de la salida de Zack de la Rocha de Rage Against The Machine apareció prácticamente de la nada, del mismo limbo llegó la noticia de que antes de fin de año el grupo –que acostumbró a sus fans a un ritmo de edición de un álbum nuevo cada cuatro o cinco años– tenía listo un nuevo disco de estudio para editar. ¿Y quién era el cantante? Nada menos que Zack de la Rocha. Y ahí está la voz de Zack entonando letras de –entre otros– MC5, Afrika Bambaataa, The Stooges, Cypress Hill, Bob Dylan y The Rolling Stones, nada menos. Recorriendo los antecedentes –conscientes o no, en su momento– que llevaron al grupo a ser la clase de grupo que terminó siendo. Y que, con la partida de su vocalista, puede dejar de ser.
La leyenda constitutiva del flamante y poderoso Renegades –cuarto álbum de Rage Against The Machine, y el último con Zack de la Rocha como vocalista– comienza cuando el grupo decide encerrarse entre agosto y setiembre del año pasado junto al experimentado productor Rick Rubin, a ensayar para un futuro álbum en vivo, el siguiente paso del grupo después del exitoso The Battle of Los Angeles. Los ensayos incluían la grabación de un par de covers en los que homenajearía a sus influencias musicales, pensando en algún que otro bonus track para futuras ediciones. La experiencia, sin embargo, los entusiasmó tanto que terminaron grabando once canciones, las suficientes como para considerar que tenían un nuevo álbum entre manos. “La razón por la que todo tomó forma tan rápidamente fue porque no teníamos a nuestro alrededor todas las expectativas que normalmente acompañan la realización de un nuevo disco de Rage Against The Machine”, explicó el guitarrista Tom Morello. “Simplemente la pasamos bien ensayando en el estudio durante tres semanas. Y tuvo toda la espontaneidad y el disfrute de cuando estábamos dándole forma al primer álbum del grupo.”
No deja de ser una lástima que aquel buen momento haya durado tan poco. Porque, a poco menos de un mes de que el grupo finalmente grabó los shows realizados en el Auditorio Olímpico de Los Angeles –en los que interpretó sus versiones de “Kick out the jams” y “How I could just kill a man”– para su proyecto de álbum en vivo, Zack de la Rocha anunciaba que habíadecidido dejar Rage Against The Machine. “Siento que es necesario dejar el grupo porque nuestro proceso de toma de decisiones ha fallado completamente”, explicitó el cantante en una declaración de prensa. “No está a la altura de nuestras aspiraciones colectivas como banda y, desde mi perspectiva, ha conspirado contra nuestros ideales artísticos y políticos.” La declaración pareció ser el punto final para un año lleno de problemas para el grupo, que debió cancelar una gira de estadios por los Estados Unidos junto a los Beastie Boys a causa del accidente de uno de estos últimos, y que luego volvió a ser noticia cuando el bajista Tim Commerford fue preso al subirse al escenario de los MTV Music Awards y negarse a bajar hasta que fue detenido por la policía.
Alguna vez, tanto Commenford como el baterista Brad Wilk confesaron que la prolongada espera entre disco y disco de RATM se debía a que la relación entre sus integrantes no era la mejor. Algo que terminó de hacer público el comunicado de de la Rocha. Como respuesta, el resto de los tres integrantes del grupo hizo pública su propia declaración oficial. “Estamos orgullosos de nuestra historia y de lo que hemos logrado política y musicalmente durante los últimos nueve años. Estamos decididos a continuar con nuestros esfuerzos por provocar cambios tanto en la arena social como política, así como en seguir creando música de avanzada para nuestros fans. En otras palabras: vamos a mantener todo sonando fuerte, funky y rockeando.”
Con la salida de Zack de la Rocha decidida, así como el hecho de que el resto de los integrantes confirmaron que seguirían juntos bajo el nombre de Rage Against The Machine, los planes del grupo cambiaron un poco. Así fue como decidieron archivar el álbum en vivo con edición planeada para noviembre del año pasado y apareció entonces Renegades poco antes de Navidad, así como un DVD conteniendo el show realizado en México en 1999, y transmitido por MTV. Pero lo más importante, por supuesto, fue la edición de Renegades, un álbum de versiones que no lo son tanto. “No es un álbum de covers”, advierte Morello. “Más bien es un álbum de nueva música de Rage Against The Machine con letras de algunos de nuestro favoritos renegados musicales.”
Mientras Zack de la Rocha continúa con su proyecto de álbum solista con producción de El-P, rapper del grupo Company Flow, su voz dirige el recorrido por los renegados favoritos de Rage Against The Machine. Por un lado hay grupos de rap y hip-hop como Cypress Hill, Afrika Bambaataa, Volume 10 o Erik B and Rakim, favoritos de Zack; y por otro, clásicos de todas las épocas como The Rolling Stones, Bruce Springsteen, Devo o Dylan, en versiones que fueron idea de Morello. “Zack fue el que trajo el tema de Afrika Bambaataa y dijo: ‘si vamos a hacer sólo un cover, deberíamos hacer éste’, recordó Commenford. “Yo quise incluir la versión del tema de Dylan como cierre de The Battle of Los Angeles”, confesó Morello. De todas las versiones incluidas en Renegades, la más vieja es la del tema de Bruce Springsteen, ya que había formado parte de un video del grupo editado en 1997. Para su edición en este disco, el tema fue remixado y se regrabaron las guitarras.
“Desde Dylan escribiendo canciones políticas sin apologías dentro de un contexto pop hasta Afrika Bambaataa ayudando a crear el hip-hop, pasando por Devo utilizando la ironía del Medio Oeste norteamericano para sacudir la nieve de la era Reagan y muchos más, todos estos artistas fueron renegados en su propio tiempo y lugar”, explicó Morello a la hora de explicar Renegades, un álbum que es al mismo tiempo un brillante canto del cisne de la gran banda política de los noventa como un entusiasta legado para que sus fans vuelvan a levantar la antorcha. Y, a la hora de hablar del futuro del grupo –ya se menciona a B-Real, de Cypress Hill, como el reemplazante de Zack– , el guitarrista prefiere referirse sólo al último álbum. “Este es un gran momento en la historia del grupo”, dijo recientemente. “Es nuestro cuarto disco de estudio en nueve años, así que queremos darle la atención que se merece. No queremos mezclar su lanzamiento con otro evento que va a requerir mucha atención, como es pensar en el futuro de Rage”, confesó.
Como buen luchador, Morello sabe que lo que importa es el presente. Y, como buen músico, sabe que lo que importa es que todo se mantenga fuerte, funky y rockeando.
¡Kick out the jams, motherfuckers!

LAS CANCIONES, DE MC5 A BRUCE SPRINGSTEEN

Bombas bombinhas

TRADUCCION: M.P.

1 “Microphone fiend”, Eric B and Rakim.
Este dúo entre un ex DJ de radio y un rapper como Rakim ayudó a crear la Edad de Oro del rap hacia fines de los años ochenta, y este tema –de su álbum Follow the leader (1988)– fue su himno. Su letra milita a favor de la idea del hip hop como música que debe ser hecha bien para alcanzar todo su potencial: “No mantenés caliente el escenario / ¡Salí de acá!”. La intensidad de la música deja en claro que es un trabajo de músico calentar las cosas y mantener la llama. La mejor conexión musical de la versión de Rage es la gran línea de bajo.

2 “Pistol grip pump”, Volume 10.
Este rap algo gangsta del álbum Hip-Hopera (1994) sonó lo suficiente en las radios norteamericanas como para ocupar un lugar en los rankings, pero la censura obligó a cambiarle el título (quedó sólo en “Pump”). Es parte de lo mejor del hip-hop de la costa oeste, aun cuando la música está basada en Zapp, un gran grupo de funk del medioeste, liderado por Roger Troutman. En este caso, el himno está dedicado a la solidaridad y el derecho a la autodefensa.

3 “Kick out the jams”, MC5.
Los MC5 rugieron desde Detroit hasta transformarse en los precursores más directos del rock actual más político. El rango de las guitarras distorsionadas y acelerados ritmos de garaje de su música remiten al límite entre el punk y el metal. “Kick out the jams” habla de un grupo alentándose en el camarín, preparándose para salir al escenario. “Kick out the jams, motherfuckers!” era el grito que abría los shows de MC5, una reducción de su grito de guerra contra el rock ácido de la época: “¡Rompan todo o salgan del escenario!”. Es la versión rocker de “Microphone fiend”.

4 “Renegades of funk”, Afrika Bambaataa and SoulSonic Force.
Como líder hacia comienzos de los ochenta de los grupos Jazzy5 y SoulSonic Force, Afrika Bambaataa es uno de los verdaderos fundadores del hip-hop. Los discos de SoulSonic Force, posiblemente los mejores, incluyen temas como “Looking for the perfect beat”, “Planet Rock” y “Renegades of funk”. Las versiones originales incluyen la producción altamente electrónica de Arthur Baker y la explosiva habilidad del rapper G.L.O.B.E., que popularizó un estilo que luego fue identificado con rappers de Nueva York como Big Daddy Kane y Das EFX. En sus primeros días, el hip hop era frecuentemente amenazado con su extinción tanto por censores como por críticos musicales alérgicos al ritmo, pero Afrika Bambaataa y su gente lo tenían bien claro: “No importa lo que hagan / ya no pueden detenernos”.

5 “Beautiful world”, Devo.
Liderada por Mark Mothersbaugh, esta banda de Akron (Ohio) se especializó en la sátira contra la raza humana desde su nombre, que se refiere a la idea de que el hombre está en un estado de “des-evolución” hacia la forma animal. La versión original power-pop y new wave de “Beautiful world” de su álbum New tradicionalist (1981) es ciertamente irónica, pero es imposible negar la inquietante belleza de su letra. Convertir una frase como “Es un mundo hermoso para vos, no para mí” en una declaración de propósitos revolucionarios requirió de una gran transformación.

6 “I’m housin’”, EPMD. Al igual que Eric B and Rakim, EPMD (las siglas de Eric and Parrish Making Dollars, o sea: Eric y Parrish haciendo dólares) son protagonistas claves de la Edad de Oro del rap centrada en Nueva York. “I’m housin’”, de su álbum debut Strictly business, es un precursor funky del gangsta rap, en el que su callejero protagonista se niega a “caer como un tonto”. La energía de EPMD ha sido descripta como “la versión rapper de una banda de garaje”.

7 “In my eyes”, Minor Threat.
Ian MacKaye es más conocido como el líder de Fugazi, la banda más independiente del rock alternativo, pero su primer gran grupo fue Minor Threat: la banda definitiva del punk de Washington DC, inventores del hardcore positivo. “In my eyes” –del EP del mismo título, editado en 1981– es un furioso asalto contra la complacencia y la conformidad de comienzo a fin. Minor Threat se separó en 1983, pero Fugazi aún vive bajo los principios berreados en la letra de “In my eyes”.

8 “How I could just kill a man”, Cypress Hill.
Este trío de rap basado en Los Angeles dejó caer una bomba en 1992 con su primer gran disco. Sen Dog, B-Real y Mixmaster Muggs se bautizaron a sí mismos en homenaje a Cypress Street del barrio chicano de Southgate. Cypress Hill no fue el primer grupo de hip-hop mexicano-norteamericano, pero sí fue el primero en encontrar una audiencia fuera de su grupo demográfico. “How I could just kill a man” es una afirmación que describe cómo es la vida en las empobrecidas vísceras del Imperio Norteamericano. Es un gran ejemplo de cómo el rap y el rock pueden hacer morir de miedo a la gente que prefiere creer que los pobres simplemente se van a callar la boca.

9 “The ghost of Tom Joad”, Bruce Springsteen.
El Tom Joad original es el despedido granjero de Oklahoma que protagoniza la novela de John Steinbeck Las viñas de la ira (1938). Reencarnado en Henry Fonda para la adaptación cinematográfica de John Ford premiada con el Oscar, aquellas versiones llamaron la atención de Woody Guthrie, que escribió su balada “Tom Joad” en 1940. Casi 60 años más tarde, Springsteen regresó a Joad, convirtiéndolo en un fantasma planeando sobre una tierra de abundancia en la que la esperanza se ha convertido en un chiste. En la versión original de Springsteen, Tom Joad es una sombra en medio de una noche fría y oscura. Por el contrario, Tom recupera su espíritu de luchador en la poderosa versión de Rage, sin negar la brutal realidad descripta por Springsteen.

10 “Down on the Street”, The Stooges.
Con la ayuda del productor Don Gallucci (que tocó el piano en “Lououie Lououie”), Funhouse –el clásico segundo álbum de The Stooges– transformó a la que era banda más cruda del mundo en uno de los grupos más influyentes en la historia del rock. Tuvo mucho que ver en eso la chillante voz líder de Iggy Pop, pero también la extravagante guitarra wah-wah de Ron Asherton, fundamental en un tema como éste, un desesperado grito desde el corazón de la Blank Generation años antes de que tuviese una identidad o un nombre.

11 “Street Fighting Man”, The Rolling Stones.
La versión original de este tema fue editada en el rostro de los revolucionarios sesenta. La frase de Mick Jagger “qué otra cosa puede hacer un pobre chico / salvo cantar en una banda de rock’n’roll” era en el mejor de los casos un irónico saludo a la insurrección que estaba explotando en todo el mundo, de México a París, de Newark a Vietnam. Noimporta lo que Jagger haya querido decir: sus palabras resonaron de manera diferente para cada nueva generación de rockeros, que tomaron los apenas modificados riffs de Chuck Berry y los usaron para decir lo suyo. Aunque aún funciona como una buena advertencia para no comprar a las estrellas pop por más de lo que valen, hoy en día el pobre chico que rapea en una banda de hip-hop está mas cerca de ser un hombre que pelea en la calle.

12 “Maggie’s Farm”, Bob Dylan.
Dylan basó este tema de su álbum Bringing it all back home (1965) en “Down on Penny’s Farm”, el lamento de un recolector de algodón grabado en 1929 por los Bently Boys e incluido en la fundamental Anthology of American Folk Music compilada por Harry Smith. Su letra desafiante –”Me levanto por la mañana / junto mis manos y ruego por lluvia / tengo la cabeza llena de ideas que me están volviendo loco / es una vergüenza la manera en la que ella me hace escarbar el suelo”– ha transformado a esta canción en una de las más importantes y populares canciones de Dylan. Se transformó en especialmente popular entre los rockers ingleses más rebeldes cuando el darwinismo social de Margaret Thatcher reinó sobre Inglaterra durante los ochenta. Hoy en día, frases como “Todo el mundo quiere que seas como son ellos”, “Ella le habla a todos los sirvientes sobre el hombre y Dios y la ley” o “Ellos dicen cantá mientras sos esclavo pero yo me aburro” reflejan la forma en que los rockeros que pelean en la calle y los rappers han rechazado las vergüenzas de la globalización y el libre comercio.

* Periodista de rock norteamericano, editor de Rolling Stone a fines de los años setenta y colaborador de la revista Creem junto al mítico Lester Bangs. Es autor de celebradas biografías sobre The Who y Bruce Springsteen. Actualmente edita un boletín sobre música y política llamado “Rock & Rap Confidential” (www.rockrap.com), cuyo último ejemplar online se pregunta: “¿Para qué necesitamos a la industria musical?”