PLáSTICA › POLEMICA POR LA MUESTRA “SAVON DE CORPS”
“No es sobre el Holocausto”
Por Nicola Costantino *
“Quien tomó el compromiso de llevar a cabo una acción en el mundo, de hacer arte, se presupone bueno, se presupone inocente”, sostenía el artista húngaro László Moholy-Nagy. Yo, como artista, vivo un impulso creativo libre de segundas intenciones.
Mi obra no es una reflexión sobre el Holocausto ni se nutre de él. A la hora de establecer una referencia directa de la utilización de grasa lipoaspirada en jabones, ésta le correspondería a la película estadounidense El club de la pelea (1999), donde, en una crítica ácida a la sociedad de consumo, los protagonistas roban grasa de una clínica de cirugía estética con el fin de hacer jabones y vendérselos a los ricos para que se laven la cara con su propio culo.
Vemos el mundo lleno de segundas intenciones, de especulación: intereses económicos y políticos de los que el impulso artístico original es ajeno. Inocencia no es lo mismo que ingenuidad, opinaba Moholy-Nagy. Así fue como, considerando seriamente los posibles errores de interpretación y el debate que podría generarse, supedité la realización del proyecto a la opinión de autoridades religiosas e institucionales judías. Todos comprendieron perfectamente el sentido de la obra y consideraron beneficioso el debate que podría suscitar. Hay quienes no lo entienden así y recomiendan, desde un lugar de “lúcidos autoformados”, no asistir a la muestra de Nicola Costantino, menospreciando la capacidad de juicio del público.
“Los artistas siempre están empujando un límite, un borde, y abren zonas nuevas de pensamiento, de sentido, de noción, de reflexión, de visión. Esa tensión, el empuje del límite, es parte del movimiento del arte. Sin embargo, el escándalo, aun siendo un instrumento de acción simbólica por excelencia, no es el único camino de correr el límite. Hay obras silenciosas que desplazan los bordes e iluminan territorios nuevos”, agrega Moholy-Nagy.
El compromiso con que abracé mi rol de artista contemporánea desde hace mucho tiempo me ha permitido abordar temas delicados, hablar de violencia con violencia. “La estética de lo ominoso”, como define mi obra el psicoanalista Carlos Kuri: la construcción de la belleza y la seducción, desde lo más abyecto. El cuerpo animal, los calcos de piel humana y, ahora, mi propio cuerpo constituyen la arena para el debate.
Otra crítica se compadece de las obras cuya observación no basta para explicarlas y necesitan de un dato externo para ser comprendidas. La debida contemplación de Savon de corps sugiere los elementos (lipoaspiración, jabón, mi propia grasa) que construyen su sentido. Tom Lupo, es notorio que desconocés mi obra y la obra de Piero Manzoni: guardá tu mierda si querés, pero ya lo hizo él hace más de cuarenta años.
* Respuesta a las notas de José E. Burucúa y Tom Lupo, publicadas el lunes 9 de agosto en Página/12. La exposición de Nicola Costantino se presenta en la Galería Ruth Benzacar (Florida 1000), hasta fin de mes.