PLáSTICA
El adiós de Chillida
El famoso escultor vasco Eduardo Chillida falleció ayer en su ciudad natal, San Sebastián, a la edad de 78 años, noticia que conmovió al mundo cultural español. Según informó la familia, murió en paz y sin sufrir dolor, como consecuencia de una larga enfermedad. El escultor era conocido sobre todo por gigantescas obras en hierro, como la que se encuentra ante el edificio de la Unesco en París o la que se inauguró en 2000 ante la Cancillería alemana en Berlín. Sin embargo, su talento había sido ignorado durante años en España, que sólo empezó a prestarle atención cuando tuvo éxito en el extranjero, en especial en Francia, Japón y Alemania. El pensaba que en esos países se entendía mejor su arte. Museos de todo el mundo le dedicaron exposiciones, sobre todo luego de que en 1958 fuese distinguido con el gran Premio de la Bienal de Venecia. En setiembre de 2000 fue inaugurado en la localidad vasca de Hernani el museo al aire libre que alberga su colección privada, después de décadas con sus obras diseminadas en pinacotecas y ciudades del mundo. Así, Chillida hizo realidad el sueño de su vida. El museo se llama Chillida Leku.Uno de sus mayores proyectos quedó incompleto. El vaciamiento de la montaña Tindaya, en la isla de Fuerteventura, que pretendía transformar en obra de arte, fracasó al chocar con la oposición de defensores de la naturaleza y los políticos locales.