SOCIEDAD › SEPARARON A LOS OCHO POLICIAS DE SAN MARTIN
Removidos por un suicidio
Por Horacio Cecchi
Ocho policías y dos oficiales de la Comisaría 1ª de San Martín, que se encontraban de guardia el domingo pasado, cuando un detenido fue hallado muerto, aparentemente suicidado con sus propios cordones, fueron removidos de sus puestos. La primera autopsia y las hipótesis de la fiscalía que investiga la muerte consideran al caso de Oscar Miño, de 21 años, detenido por robo sin armas a un supermercado, como un típico caso de suicidio por depresión. De confirmarse esas presunciones, quedaría únicamente por analizarse la curiosa explicación policial sobre el hecho: cuando lo introdujeron en la celda le quitaron los cordones, pero un par de horas después, con la idea de trasladarlo a declarar ante el fiscal, le devolvieron las cintillas y por unos minutos lo dejaron solo.
Oscar Miño, de 21 años, fue detenido el domingo pasado cuando asaltaba sin armas un supermercado de la cadena Dia%, en la localidad de San Martín, y muy próximo a la Comisaría 1ª ubicada en Ricardo Balbín al 2000. Policías de esa seccional acudieron al llamado de los custodios del supermercado y detuvieron al joven.
Miño fue trasladado a la comisaría, donde luego de registrarlo en el libro de entradas fue alojado en la celda de contraventores. Como explicó un vocero judicial a este diario, “lo alojaron en esa celda porque había sido un hecho simple y debían obtener sus antecedentes. Supuestamente, después de que le tomara declaración, el fiscal Rubén Moreno (UFI 6 de San Martín) lo iba a excarcelar”. Miño ya registraba una causa anterior por robo en la fiscalía 7. En la autopsia no se registraron golpes ni marcas que indicaran violencia, por lo que el fiscal investiga el caso como “incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
Según la información con la que contaba este diario el domingo pasado, los guardias habían olvidado quitarle los cordones. Pero no fue así. En realidad, cumplieron con la norma y se los quitaron. Según fuentes judiciales, Miño estuvo alojado en la celda alrededor de dos horas y luego, para su traslado a Tribunales los guardias le devolvieron sus prendas (incluyendo los cordones). De acuerdo con la versión policial, un hecho fortuito cambió la historia del robo simple. Un aviso de un asalto a una fábrica provocó un estado de emergencia en la 1ª de San Martín. Y Miño quedó solo. Esposado, sí, pero con las manos por delante y libres como para atarse los cordones. La hipótesis judicial continúa con una última casualidad: ese domingo se cumplía un año de la muerte del primo y Miño, según las fuentes judiciales, pasaba por un cuadro depresivo que lo llevó al suicidio. “Fueron algunos minutos, pero cuando volvieron lo encontraron ahorcado. Ahora se investiga cómo actuó la policía, porque no debían dejarlo solo.”