A ver... es tal como pensábamos que iba a ser. Sin sorpresas. Macri es el jefe de Gobierno de la Ciudad. ¿Qué esperábamos? A veces creo que en lo más oculto de mi corazón tenía la esperanza de que estaría equivocada; de que no era tan grave que este señor hubiera ganado las elecciones; que quizá merecía una oportunidad. Pero no, fue tal como me lo imaginé.

El actual jefe de Gobierno parece vivir en los tiempos de la colonia, cuando los únicos con derechos eran los “vecinos”, los “propietarios”. Será por eso que repite hasta el hartazgo la palabra vecino y que su slogan es tan “pro”. Algunos hablan inocentemente de su falta de gestión, se equivocan. Su gestión está perfectamente orquestada. Y se refleja en dos áreas básicas: salud y educación. En su supuesta cruzada por combatir la corrupción, dejó sin insumos básicos a los hospitales porteños e insiste en la falta de recursos humanos y económicos para educación.

No hay que ser un Nobel para caer en la conclusión de cuán felices están los PROpietarios de los colegios privados y los PROpietarios de las prepagas. Una porción importante de los habitantes de la ciudad, en especial todos aquellos que son PROpietarios de “algo”, creen que están al margen de esta problemática porque todavía –y gracias a Dios– pueden pagarse un servicio de salud privada y mandar a sus hijos a un colegio privado.

Ninguna sorpresa, porteños. Las políticas macristas afectan a los que menos tienen. Debe ser un problema de identificación. Ni Macri ni sus amigos podrán jamás entender lo que es estar haciendo cola en el Ramos Mejía a las 4 de la mañana para poder obtener un turno.

Silvia Lico

DNI 25.797.425