Escribo desde Necochea contando que con mucho sacrificio mis hijas han logrado recibirse en la UBA en 2007. Las tres siempre estudiando y trabajando, mi mamá o sea su abuela dándoles alojamiento y nosotros con mucho sacrificio trabajando para ayudarlas. Pero el asunto es que una de ellas, que es trabajadora social en el Hogar Del Valle perteneciente al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y sus compañeros hace cinco meses que no cobran, siempre es la semana que viene pero se hace una cadena insoportable, ya que las hermanas lo poco que ganan lo ponen en la casa, nosotros les mandamos lo que podemos y hasta la abuela jubilada con la mínima las ayuda. Les digo que luchen, que se hagan notar, que llamen a los medios, pero son generaciones diferentes, tienen miedo de perder el empleo, y también las comprendo. A veces llamo, pregunto por ella y me dicen que se fue al hospital a ver un chiquito internado, que no le corresponde pero va. Las educamos en valores de solidaridad, respeto, preocupación por el otro y estamos muy angustiados por ella y por todos los que como ella se encuentran en idéntica situación. Después quieren bajar la edad de imputabilidad a los menores, pero los que hacen algo por ellos son ignorados.

Alejandra Furman

DNI 13.482.848