› Por Bernardo Kliksberg *
El fondo buitre que embargó la fragata insignia de la Argentina, y lleva adelante la ofensiva contra el país, Elliot Management, cerró la semana pasada una operación que lo define. Compró a una entidad bancaria española 87.000 créditos morosos al 4 por ciento de su valor. Los deudores deben 300 millones de euros y Elliot los compró en 12 millones. Espera ejecutar a los desesperados deudores, de un país con un 26,2 pro ciento de desempleo, y cobrarles 25 veces el valor de lo que pagó.
Por algo los llaman fondos buitre. El nombre no lo inventó Argentina. Está generalizado en inglés y en otros idiomas. Como en el caso del país, para cobrar ponen en marcha lobbies y presiones de toda índole. Ya el texto bíblico prohíbe expresamente embargar o actuar contra los pobres. Pero los buitres están más allá de cualquier discusión ética.
Las consideraciones éticas, que fueron tan caras a los fundadores de la economía, como Adam Smith, David Ricardo, Stuart Mills y otros, no son las que priman en las políticas de austeridad actualmente aplicadas en gran parte de Europa, y recomendadas para América latina y el mundo.
Tampoco les importa mucho a los organismos que las impulsan lo que está sucediendo al implementarlas.
Oil Rehn, el máximo responsable de políticas económicas de la Unión Europea, informó en febrero del 2011 que gracias a los ajustes todo mejoraría en Europa dos años después. Ya pasaron. Su pronóstico era que España, que había tenido en el 2010 un crecimiento de sólo 0,1 por ciento, crecería 1,5 por ciento en el 2012, y la desocupación sería 20,2 por ciento. La economía cayó un 1,4 por ciento y el desempleo fue casi un tercio mayor.
Lo mismo sucedió en los otros países bajo la receta, que supervisa la troika (el FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo).
En Portugal, el Producto Bruto (PB) descendió 3,8 por ciento en el último trimestre del 2012 y la desocupación duplicó la de hace tres años (es ahora el 17,6 por ciento). Un millón de personas, en un país de once millones, salieron en treinta ciudades a protestar (el 3/3/13) ante una visita de la troika. Se convocaron por las redes sociales.
En Grecia, acorralada, el PB caerá más de un seis por ciento este año, y el 56 por ciento de los jóvenes está desempleado.
En Bulgaria, que ha “logrado” reducir el déficit a 2 por ciento del PBI, la pobreza es un 49 por ciento y al aumentar el gobierno la electricidad, la población salió masivamente a la calle. Parte de la policía se le unió y cayó el primer ministro. Las manifestaciones voceaban “Mafia, nosotros somos el Estado”.
En Italia, la experiencia de los ajustes de Monti, el candidato dilecto de la troika, terminó. La economía cayó en el 2012 en un 2,2 por ciento, y la desocupación pasó el 11 por ciento. El candidato sólo sacó el diez por ciento de los votos. El exitoso movimiento encabezado por el cómico Beppo Grillo, que alcanzó 109 diputados y 54 senadores y es fiel de la balanza política, impugna las políticas de austeridad y pide un referéndum sobre el euro.
En los 17 países de la Eurozona, violando los pronósticos de la troika, que plantea que la reducción dura del déficit fiscal traerá estabilidad, inversiones y bajas de las tasas de interés de los bonos externos, nada de ello está sucediendo. Los ajustes impulsaron el descenso del PBI, que cayó un 0,5 por ciento en el 2012, y dispararon la desocupación, que fue record en enero de 2013, del 11,9 por ciento. Europa tiene 26 millones de desempleados y el 25 por ciento de la población en riesgo de pobreza. Hay 2,2 millones más de desempleados que un año atrás.
Hay un dato social absolutamente explosivo. Dentro de los desempleados aumenta la cifra de desempleados de larga duración (un año o más de desempleo). En Irlanda, pasaron de ser el 29 por ciento, en el 2008, al 63 por ciento en el 2012. Son en Grecia el 58 por ciento, y en Italia el 57 por ciento. En ellos, según investigaciones médicas recientes (The Lancet, Archivos de Medicina Interna de EE.UU), se duplica la tasa de suicidios y suben un 35 por ciento los ataques cardíacos.
Frente a estos datos, la troika y Rehn insisten. Reclama Rehn que se debe “proseguir el camino de las reformas y evitar cualquier pérdida de impulso, que podría socavar la vuelta de la confianza que se está produciendo y retrasar el crecimiento y la creación de empleo”. La realidad y la ética, allá ellos.
Hay reacción y fuerte. El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, advirtió ante los resultados electorales en Italia: “Tomémonos esto en serio. Los ciudadanos están dispuestos a hacer sacrificios, pero sólo si conducen a una mejora”.
El presidente de la Reserva Federal de USA, Ben Bernanke, atacó frontalmente los argumentos pro políticas de austeridad de los sectores conservadores, señalando (28/2/13) que no se estaba gastando demasiado sino muy poco y resaltando que “una parte sustancial de los avances recientes en reducción del déficit se ha concentrado en modificaciones presupuestarias de corto plazo, las que en conjunto podrían crear un importante viento en contra para la recuperación de la economía”.
En la misma dirección ante el recorte obligado que impusieron dichos sectores al gobierno, el Nobel de Economía Robert Solow escribió en The New York Times (28/2/13): “En el largo plazo necesitamos un plan claro para reducir la deuda pública en relación con el PBI. Pero por ahora la mejor chance para fortalecer la economía y estimular las inversiones y el consumo, es a través de endeudamiento público y gasto público. En lugar de eso estamos yendo hacia un mal aconsejado programa de recorte masivo del gasto”.
¿Por qué se siguen aplicando políticas que producen más y más resultados regresivos? El autor sostuvo un diálogo filmado sobre este tema y el escenario económico mundial con el Nobel Joseph Stiglitz, en Columbia University (14/2/13). La clave de la respuesta para Stiglitz está en las de-sigualdades. El uno por ciento más rico tiene hoy un poder enorme, exige “austeritis” porque conviene a sus intereses y fomenta y apoya las “coartadas” ideológicas para legitimarla.
En América latina, la ciudadanía ha hecho soplar otros vientos. En la Unasur, se están aplicando políticas contracíclicas opuestas a las europeas que generan inclusión, y hay un Estado redireccionado hacia los pobres y los estratos medios. Las clases medias se han duplicado en pocos años en Argentina, Brasil, Uruguay y otros países, las mayorías tienen acceso a un nivel de vida digno, han recuperado la voz y son escuchadas.
Por esos los buitres encuentran tantas dificultades para hacer buenos negocios en la región. Les esperan tiempo difíciles en ella, para bien de los pueblos.
* Director del Programa Internacional de formación “Jóvenes de la Unasur por una economía social y la integración regional” establecido por la FCE de la UBA, la CAF, y la Unasur.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux