CONTRATAPA
El Egipto interior
Por Daniel Goldman *
La tradición exegética bíblica alrededor de los primeros capítulos del libro del Exodo plantea la discusión acerca de cómo debió ser la salida del pueblo judío de la esclavitud de Egipto, y cuáles debían ser las herramientas a utilizar para dicha partida. Uno de los intérpretes presenta un pensamiento memorable, argumentando que no hay duda de que la forma que utilizó Dios fue la más cierta para retirar a los esclavos de esa tierra de servidumbre. Ahora, él mismo dice que lo que resultó difícil y tal vez imposible fue retirar al Egipto que existió en los propios esclavos, es decir la necesidad de un cambio de mentalidad y espíritu en la idiosincrasia de esos siervos. Entonces justifica que desde la partida de Egipto tuvieran que pasar 40 años para que la generación de esclavos se desvaneciera en el desierto. Pero otro exégeta plantea una cosa más ingeniosa. En vez de pasearlos por el desierto, para liberarse del Egipto interior habría que haber disuelto el propio Egipto exterior, el Egipto físico, el geográfico, el terrenal. Sólo así el esclavo podía haberse liberado de la estrechez de espíritu, del Egipto interior.
Me atrevo a utilizar este comentario de la exégesis bíblica de manera paralela a lo que ocurre en las fuerzas armadas. Evidentemente, las aberrantes fotografías que hemos visto en la tapa de Página/12 ruborizan a más de uno pero no sorprenden a nadie. Confirman el caso Carrasco en democracia y rubrican las inenarrables técnicas utilizadas durante la última dictadura y otros gobiernos de facto, o lo acontecido en Río Tercero, desembocando necesariamente en el profundo cuestionamiento que la sociedad civil, y los organismos de derechos humanos, debemos organizar como debate nacional.
Y a esta altura no se trata de cómo educar a las nuevas generaciones de oficiales y suboficiales en materia de derechos humanos, ni siquiera de la polémica acerca de la integración de dichas fuerzas a las otras esferas del país, sino de ir a un debate mucho más hondo e intenso. Como simple ciudadano, invito a esta simple reflexión: ¿no será la aplicación de estas prácticas aberrantes, parte de la naturaleza misma de una fuerza armada cuya preparación está dada en el valor básico de la pelea, del combate? Dicho de otra manera, ¿es posible cambiar la mentalidad de un ejército de corte prusiano, cuando de hecho ese ejército ha sido creado para eso? Expresado en términos doctamente exegéticos, tal vez ha llegado el momento de debatir si hay o no que disolver a Egipto, para que los esclavos puedan salir de la esclavitud.
Percibo este planteo como adulto, aunque a algunos les parezca infantil. Pero creo que infantil es jugar a los soldados e irresponsablemente perverso es que ese juego haya sido la causa de 30.000 desapariciones.
* Rabino.