Algunos consejos son más atractivos que otros y la excelente nota de Juan Gelman sobre Hiroshima y Nagasaki me hizo recordar a un “consejo” recibido de mi padre (hoy 93 años). Buscando hace ya más de 30 años “algo para leer” me encontré en una biblioteca con un libro de los años 1950 llamado Comando de Combate. La Guerra en el Pacífico, escrito por un almirante norteamericano que hoy no recuerdo. Mi padre me dijo: “Leelo que es muy interesante”.
En el mismo, después de hacer un racconto de la guerra desde Pearl Harbor, en los últimos dos capítulos reseña con gran exactitud de qué manera estaba Japón destruido que no hacían ninguna falta las bombas atómicas, ya que su sino era la rendición.
Finalmente y de manera directa indica que de la misma manera que el general Patton quería seguir desde Europa a Moscú, las bombas en Japón fueron arrojadas en realidad hacia la capital de la URSS proponiendo esa idea casi 50 años antes del nombrado Peter Kuznick.
Es verdaderamente importante recordar este tipo de hechos, gimnasia que nos hace hacer Gelman seguido, especialmente en estos tiempos de horror por la violencia incontenida que vivimos en las injusticias que matan a millones o en las acciones de quienes se creen dueños del mundo y defensores de todos o de interpretadores de señales divinas, lo que me pregunto es ¿aprenderemos para que no se vuelvan a repetir?




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