CULTURA › EL BOOM “HARRY POTTER”
Millones de libros por arte de magia
El nuevo libro vendió diez millones en 48 horas. Aquí ya está casi agotado el stock.
En su primer fin de semana, el libro Harry Potter y el príncipe mestizo superó los diez millones de ejemplares vendidos en todo el mundo, mientras que en la Argentina las principales librerías ya casi agotaron el stock disponible y se preparan para solicitar una nueva partida debido a una demanda no prevista. La editorial Kel, que distribuye el libro en el país, encargó una partida inicial de tres mil ejemplares en lengua inglesa (ya que la traducción se espera recién para octubre), de los cuales quedan disponibles apenas unos 300. Teniendo en cuenta el creciente interés del público, esa tirada deberá ser completada por un nuevo envío de cinco mil ejemplares que recién llegarán a la Argentina dentro de cuatro o cinco semanas.
Sólo en los Estados Unidos, el nuevo libro con las aventuras de Harry Potter vendió 6,9 millones de ejemplares en sus primeras 24 horas, con un promedio de venta de 250 mil ejemplares por hora, lo que supera el record marcado por la entrega anterior del niño mago. En Inglaterra, en tanto, el promedio de venta fue de un ejemplar cada 13 segundos, record siempre mayor al del anterior volumen Harry Potter y la orden del Fénix, que fue publicado en el 2003 y vendió cinco millones de copias en las primeras 24 horas. El sello había programado, esta vez, sólo una tirada de 10,8 millones de copias para el último libro, pero ante las vertiginosas ventas registradas hace dos años decidió acrecentar la tirada a 13,5 millones de ejemplares. Un factor de peso para alcanzar la nueva marca de venta de libros fue el aumento seis veces mayor de la cantidad de fiestas para fanáticos organizadas en librerías, que llegaron a la cifra de cinco mil en todo el mundo con una creciente participación del público en busca de la compra inmediata del material.
En la Argentina, a diferencia de los otros lanzamientos, este año la editorial Kel decidió vender el libro directamente a sus clientes y no distribuir ninguna partida en librerías. El argumento de la editorial fue que, como ninguna librería solicitaba cifras por anticipado, se decidió vender sólo a clientes particulares. En el caso de grandes cadenas, como Yenny-El Ateneo, hubo un stock disponible importado directamente de la editorial británica, pero de los dos mil originales traídos sólo quedaban, hasta ayer, unos 120. En esa librería, una de las más grandes de Buenos Aires, aseguran que “la venta fue abrumadora –según uno de sus directivos–, sobre todo si se tiene en cuenta que el volumen fue lanzado en inglés, ya que la versión en castellano recién llegará dentro de unos tres meses”.
La venta masiva de la sexta novela de la escocesa J. K. Rowling llevó a la prensa británica a especular sobre sus ingresos de un millón de dólares por hora, con una fortuna personal que supera los mil millones de dólares y la convierte en la mujer más rica de Inglaterra. “Esta saga no tiene que ver con hacer dinero, sino con permitir que los niños de todo el mundo descubran la lectura”, declaró la autora. Sin embargo, en Gran Bretaña muchos periódicos y medios gráficos acusaron a la escritora escocesa de lucrar cada vez más con el éxito de Harry Potter, que se extiende a la venta de productos de cotillón, películas de Hollywood, memorabilia y juguetes. La crítica, en este lanzamiento, estuvo más dividida que otras veces: los diarios estadounidenses The New York Times y Los Angeles Times calificaron el libro como “el más maduro” de la autora, comparable a los mejores momentos de clásicos como El Señor de los Anillos o La telaraña de Charlotte. Los especialistas británicos, en tanto, oscilaron entre halagar su “fórmula mágica” y reprocharle “falta de inspiración”. “La espera valió la pena”, aseguró en su portada el matutino inglés The Daily Telegraph, que elogió “los zombies, las pociones y los besos” de la sexta entrega. Entre las más de seiscientas páginas del tomo se producen acontecimientos más tristes y oscuros que en los anteriores episodios, que algunos medios calificaron como “golpes de efecto” de una autora poco inspirada. Tampoco reaccionó con entusiasmo el diario The Independent, que calificó el trabajo de la autora de “fofo y no muy bien editado”. Para The Times, “Harry Potter... engancha y es inteligente, pero no tanto como antes”. El periódico no responsabiliza de ello a Rowling, sino a que se haya visto “empujada a escribir demasiado y demasiado rápido”.