CULTURA › CONRAD, FITZGERALD, NABOKOV, HEMINGWAY, WOOLF
Las pasiones del escritor
Algunas consideraciones de Vargas Llosa sobre textos fundamentales de la literatura universal:
- “El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad, trasciende la circunstancia histórica y social para convertirse en una exploración de las raíces de lo humano, esas catacumbas del ser donde anida una vocación de irracionalidad destructiva que el progreso y la civilización consiguen atenuar pero nunca erradican del todo. Pocas historias han logrado expresar, como ésta, el mal, entendido en sus connotaciones metafísicas, individuales y en sus proyecciones sociales.”
- “El gran Gatsby tiene una razón de ser, pues es también atributo del mundo que describe, de los seres que inventa. En éstos y en aquel hay un vacío, algo que no llegó a cuajar del todo, que se inmovilizó en las puertas del horno, una indefinible sensación de que la vida entera se quedó a medio hacer, que se escurrió de las manos de la gente cuando iba a ser una vida plena y fértil. ¿Es el secreto del éxito del libro haber mostrado el inacabamiento de una época, su romántica condición de promesa inclumplida?, ¿o lo que Scott Fitzgerald encarnó en la inclusión de su historia fue su propio destino, de joven príncipe de la literatura que no llegó a ser rey? La respuesta es afirmativa para ambas preguntas.”
- “Lolita hizo a Vladimir Nabokov rico y famoso, pero el escándalo que rodeó su aparición creo en torno a esta novela un malentendido que ha durado hasta nuestros días. Hoy, cuando la bella nymphette transita, horror de horrores, la mediana edad, conviene situarla donde le corresponde, es decir, entre las más sutiles y complejas creaciones literarias de nuestro tiempo. Lo que no significa que no sea, también, un libro provocador.”
- “Es imposible no imaginar en la lucha del personaje de El viejo y el mar, una proyección de la lucha que había empezado a librar el propio Ernest Hemingway contra enemigos ya instalados en su ser que, socavando primero su lucidez intelectual, y luego su organismo, lo llevarían en 1961, ya impotente, sin memoria, y sin ánimo a volarse la cabeza con una de esas armas que tanto amaba.”
- “El embellecimiento sistemático de la vida gracias a su refracción en sensibilidades exquisitas, capaces de liberar en todos los objetos y en todas las circunstancias la secreta hermosura que encierran, es lo que confiere al mundo de La señora Dalloway, de Virginia Woolf, su milagrosa originalidad.”