CULTURA
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La ficha
Ciuco Gutiérrez
El padre de Ciuco Gutiérrez tenía una cámara y su hijo de 13 años se la pidió prestada porque ese día en el pueblo de Torrelavega (Cantabria), en donde nació en 1956, había nevado, algo que nunca sucedía en esa zona por estar tan al norte de España. Le preguntó cómo se hacía y su padre le indicó: “Cuando veas que esta raya se pone al lado de ésta, disparas”. A partir de ese momento, Gutiérrez no quería hacer otra cosa que fotografiar. “Influyó mucho que mientras estudiaba bachiller me presenté a un concurso y gané el primer premio. Entonces el director del instituto, que era pintor, y daba clases de plástica y pintura, tenía muchos libros de fotografía y me dijo: ‘Toma, éstas son las llaves del despacho, puedes venir cuando quieras a coger libros de mi biblioteca, pero por favor, no me arranques las fotos de las tías en pelotas’.” Su primera fotografía periodística fue publicada en un diario de Oviedo, La nueva España.
Chema Madoz
Fue una fortuna para el mundo de la fotografía que el día en que el joven Chema Madoz (Madrid, 1958) fue a comprar el equipo de música soñado, por el que llevaba ahorrando un buen tiempo, el precio se había disparado y el dinero no le alcanzaba. Para no sentirse defraudado se compró la cámara de fotos para usarla en las vacaciones como testigo de lo que había hecho o donde había estado. “Con el tiempo se empezó a dar cuenta de que eso podía ser un objeto de juego, que era un lenguaje con el que podías contar cosas y crear tu propia realidad”, confiesa Madoz, que no ambicionaba vivir de la fotografía cuando empezó.
José Luis Santalla
Es el pequeño de cinco hermanos. Toda su familia estuvo viviendo en el Congo y aunque dice que fue concebido allí, Santalla, revolución mediante, nació en Madrid en 1965. “Mi álbum de fotos era rarísimo: todas fotos en blanco y negro con mis hermanos al lado del lago Tanganika”, recuerda. A los 18 años se planteó que ese enganche inconsciente que tenía con la fotografía podía ser una forma de vida. “Estaba estudiando en el Conservatorio de Música y ensayaba en el metro. Con las monedas que juntaba compré la primera cámara, una Konica, y tomé la decisión de optar por la fotografía y dejé la música, que igual me sigue acompañando.” Santalla pertenece a la generación que, iniciando su trayectoria en los años ochenta, ha utilizado la fotografía como una herramienta versátil y dúctil, en una exploración imaginativa de sus posibilidades narrativas.
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