Por Daniel Guiñazú

Pablo Chacón tratará de unificar esta tarde su título mundial pluma de la OMB. Como campeón en receso enfrentará en el Braehead Arena de Glasgow, Escocia, al local Scott Harrison, campeón interino, en pelea a 12 rounds que será transmitida en directo desde las 17 por TyC Sports. Por su calidad que nadie discute y porque llega al combate sin haber forzado su físico para dar el límite de la categoría (57,152 kg), Chacón es el favorito a la victoria. Pero Harrison es el dueño de casa. Y la condición de local siempre pesa cuando hay de por medio un campeonato del mundo.
Uno y otro debieron haberse visto las caras en junio pasado. Pero como Chacón acusó una lesión en el brazo izquierdo, la Organización Mundial de Boxeo se movió rápido y para evitar que el título quedara congelado, ordenó que Harrison y el portorriqueño Víctor Santiago pelearan por el interinato. Harrison ganó por nocaut técnico en 6 asaltos el 8 de junio y desde entonces tiene la mitad de la corona de Chacón. Si gana el mendocino, recuperará la porción de la corona que regaló por su desidia. Si, en cambio, es Harrison quien termina con los brazos en alto, conquistará la mitad del título que le falta y será campeón del mundo con todas las de la ley.
Harrison, de 25 años, no es un dechado de talento. Es fuerte, de boxeo simple y tiene una derecha larga y en cross que pesa. Pero le falta clase y hasta parece lento en comparación con el argentino. Su carrera ha sido bien manejada por el manager británico Frank Warren y fueron sus triunfos ante los ex campeones mundiales Tracy Harris Patterson y Tom “Boom-Boom” Johnson y los primera serie Steve Robinson y Richie Wenton, los que lo llevaron hasta esta oportunidad. Su record de 17 victorias, 1 derrota y 1 empate no dice demasiado. Sus 9 nocauts ponen en claro que no tiene una pegada para respetar.
Chacón hará esta tarde la tercera defensa de su título. Y bien puede afirmarse que llega mejor preparado que en las otras dos. Viajó hace una semana con poco más de 59 kilos y no ha tenido que exigirse demasiado para ponerse en categoría. Su talento está intacto y si le cede la iniciativa a Harrison y lo contraataca, puede hacer diferencias a partir de su velocidad y variedad de golpes. Chacón pega más que Harrison (de sus 44 triunfos, 31 fueron antes del límite) y su poderoso gancho de zurda al hígado está en condiciones de perforar la guardia alta que suele armar Harrison. Si, por el contrario, decide presionarlo al escocés de entrada, la clave será la agilidad de sus piernas para entrar y salir de la media distancia y la flexibilidad de su cintura para quebrarse y fabricar claros. En cualquier hipótesis de pelea, Chacón es más. La cuestión será cómo lo demuestra.