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› SOLO AMONESTACIONES, SIN DESCUENTO DE PUNTOS
River la puede sacar barata
El Tribunal de Disciplina solo le aplicará 4 o 5 amonestaciones, por lo que no sufrirá pérdida de puntos. Pero Comizzo tiene que declarar y podría ser suspendido, perdiéndose el superclásico.
Por F. M.
Mientras los dirigentes de River y Banfield se reparten culpas y le apuntan a la policía bonaerense, en la AFA recrean el viejo ejercicio del “todo pasa”. Pese a que los disturbios fueron provocados por los hinchas del club de Núñez, la sanción que se le aplicará será de 4 o 5 amonestaciones, lo que impedirá cualquier pena seria para el club, que no perderá más puntos que los que ya había perdido, jugando, en la cancha de Banfield. La decisión sobre el encuentro, que no continuará, se tomará seguramente una vez que el torneo esté definido. Pero el arquero de River, Angel Comizzo, mencionado en su informe por el árbitro Claudio Martín, declarará esta noche, y podría ser suspendido por un partido, con lo que se perdería el superclásico del domingo frente a Boca.
Según fuentes confiables de la AFA consignaron a Página/12, la “durísima” sanción del Tribunal de Disciplina consistirá en la aplicación de 4 o 5 amonestaciones para River, que ya tiene 5,5 amonestaciones, con lo que acumulará 10,5, una cifra inferior a las 12 que habilitan la desafiliación y el descuento de puntos. De esa manera, River no sufrirá pérdida de puntos: la goleada era previa al escándalo.
Comizzo declarará en función del informe de Martín, que aseguró que el arquero se dirigió a él en “términos descomedidos”, y podría ser suspendido por una fecha; todavía está pendiente la sanción a Gastón Sessa, el arquero de Vélez que amenazó con agredir al árbitro Sergio Pezzotta en el partido contra San Lorenzo, pero Sessa no jugó el sábado contra Lanús.
Pese a que no es la primera vez en el año que los hinchas de River cometen desmanes cuando su equipo está siendo goleado, para impedir que continúe el partido y evitar así un resultado más catastrófico, las sanciones no se endurecerán. El 26 de enero pasado, cuando disputaban la Copa Ciudad de Mar del Plata y Boca ganaba 3-0 a los 20 minutos, el cuarto gol del equipo de Tabárez desató un escándalo en la platea y ante la represión policial el árbitro Héctor Baldassi suspendió el partido por falta de garantías. El partido no era oficial y nunca continuó ni se tomaron medidas. El domingo volvió a repetirse el episodio...
Por la mañana, los dirigentes ya habían hecho sus descargos públicos: “El tema está en que no tenemos ninguna capacidad de prevención”, señaló el presidente de River, José María Aguilar. “Habiendo 3200 personas en la tribuna de River para las ocho mil que había en la cancha, debió haber más de quinientos efectivos policiales custodiándolos, y si no pueden evitar que se haga un agujero en el alambre, hay que repensar qué es lo que tenemos”.
El presidente de Banfield, Carlos Portell, opinó que hubo una “clara falta de prevención porque no era un partido con mucha gente. Tendríamos que encontrar la manera de prevenir que ocurra. Se pudo haber manejado colocando policías dentro de la cancha para que no rompieran el alambre. Y el segundo error fue enviar la Infantería a la tribuna”.
Aguilar defendió su decisión de no intentar forzar el cambio de localía de Banfield, lo que fue criticado por sus hinchas. “La cancha de Banfield es una cancha habilitada para una cantidad de espectadores importante y es la que determinaron el Comité de Seguridad y el Comité Ejecutivo para que se jugara el partido”, dijo Aguilar.
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