DEPORTES
Bianchi pone condiciones para su regreso a la Boca
El problema no es el dinero: el entrenador quiere lejos a José Cirilo, no quiere verse afectado por la política interna, y prefiere a Zidar en lugar de Digón si Macri se va a la arena política. Si éste dice que sí, habrá fumata.
Por Facundo Martínez
Doce meses después de haberse ido de Boca, tras un exitoso ciclo de tres años y medio, el entrenador Carlos Bianchi está muy cerca de volver a dirigir el club con el que obtuvo tres títulos locales, dos Libertadores y una Copa Intercontinental. Sólo faltaría la aceptación por parte de los directivos boquenses de algunos puntos de las condiciones exigidas por el técnico. No se trata de la cuestión económica –acaba de rechazar una importante oferta del Paris Saint Germain porque quiere dirigir en la Argentina– sino del contexto institucional que considera más apropiado para desarrollar nuevamente sus funciones.
El actual entrenador, Oscar Tabárez, cuyo contrato vence a fin de mes, le comunicó ayer al plantel que los dirigentes le anunciaron que habían comenzado las negociaciones con Bianchi, algo que Tabárez ya sabía por intermedio del propio ex técnico de Boca, con quien en la noche del martes había dialogado telefónicamente.
El regreso de Bianchi a Boca está más cerca de lo que se cree, siempre que los directivos del club den curso a los pedidos que el entrenador les ha planteado a modo de condiciones. Entre estas exigencias figuran:
- Que el presidente del club, Mauricio Macri, aparte de las funciones de secretario técnico al dirigente José Cirilo. Justamente Cirilo fue el primer dirigente vinculado con la conducción de Boca en proponer la renovación provisoria, por seis meses, de Tabárez al frente del equipo.
- Que su desempeño no se vea afectado por la interna política de la entidad: el próximo año habrá elecciones presidenciales en el club.
- Que Macri le garantice que no abandonará la conducción de la institución, o que, en caso de hacerlo para participar como candidato en las elecciones para jefe de gobierno porteño, deje a cargo del club a dirigentes más cercanos al entrenador, los vicepresidentes segundo y tercero, Gregorio Zidar y Roberto Digón, respectivamente. La relación de Bianchi con el vicepresidente primero, Pedro Pompilio, no sería la mejor.
La decisión de Bianchi de quedarse a dirigir en el país –su argumento de peso es que tiene a toda su familia en la Argentina– provoca que la dimensión económica del posible nuevo contrato no esté, esta vez, en el primer plano. Incluso, el entrenador rechazó una oferta del PSG francés, imposible de igualar en el mercado local, que le ofreció 150 mil dólares por mes para reemplazar al entrenador Luis Fernández. Además, se supo que el propio Bianchi se comunicó con Tabárez para sondear las intenciones del entrenador uruguayo, quien le habría dado vía libre para reunirse con los dirigentes boquenses.
Precisamente, antes de la práctica que el equipo realizó ayer en Casa Amarilla, Tabárez, quien dirigirá mañana a Boca en un amistoso con fines benéficos ante Racing y que se jugará en Tucumán, mantuvo una charla a puertas cerradas con los integrantes del plantel. En esa reunión, el técnico habló con los jugadores sobre la situación que le habían planteado los dirigentes, quienes le informaron que el club estaba en tratativas con Bianchi para lograr su retorno, lo que dejó prácticamente descartada una posible continuidad suya en el cargo.
En ese sentido, Tabárez comentó que se sentía “orgulloso” por el desempeño del grupo en los últimos partidos y que si Boca contrataba a otro entrenador, éste recibiría “el grupo armado y en condiciones competitivas”.