EL PAíS
La gobernadora de San Luis ocupó el despacho del supremo Nazareno
La mandataria provincial afirma que la decisión de Fayt fue una maniobra que perjudica, entre otros, a su provincia. Se atrincheró en la oficina del presidente de la Corte exigiendo se resuelva una causa por fondos oficiales de su gobierno que están atrapados en el corralito. La crónica.
Por Irina Hauser
Cuando los ministros de la Corte Suprema no habían terminado aún de digerir la excusación del Carlos Fayt, que trabó la firma del fallo redolarizador de los depósitos, la gobernadora de San Luis se atrincheró ayer en el despacho del presidente del tribunal, Julio Nazareno, exigiendo una resolución a la causa en que su provincia reclama 247 millones de dólares acorralados. “El apartamiento de Fayt parece una maniobra, debería ser rechazado y la Corte tendría que resolver nuestro recurso, que tanto viene postergando”, dijo Alicia Lemme. Anunció, además, que no se va a mover del Palacio de Justicia hasta que le den una salida. Un sector del tribunal intenta juntar votos para rechazar la excusación de su colega con la esperanza de recomponer la mayoría de cinco necesaria para sacar resoluciones sobre la pesificación. Pero sigue todo en veremos.
Varios funcionarios de la Corte seguían ayer sin terminar de entender la actitud de Fayt: en el acuerdo del martes a la mañana les mostró el certificado de su plazo fijo de 200 mil dólares en el Banco Nación, les entregó a la vez un nuevo proyecto redolarizador, firmó 20 causas del corralito y, a la tarde, anunció que ante versiones que le atribuían la búsqueda de un beneficio personal no votaría más en las causas ligadas a la pesificación y las restricciones bancarias. De esa manera quedó desarticulada la resolución que ordenaría la devolución de depósitos en moneda de origen. “Fue un garrotazo en la cabeza”, ilustró un ministro.
Algunos jueces de la llamada mayoría automática, especialmente Adolfo Vázquez y Guillermo López, se inclinan porque el tribunal no debería admitir la excusación de Fayt ya que consideran que no hay motivos que la sostengan. Nazareno y su segundo, Eduardo Moliné O’Connor podrían sumarse a esa corriente, pero aún así estaría faltando una quinta voluntad para pedirle al ministro que no se aparte. Una de las cuestiones complicadas es que a Enrique Petracchi y al ex ministro Gustavo Bossert sí les aceptaron sus pedidos de excusación, basados en su posible interés personal en juego por tener ellos dinero en el corralito.
Todavía no hay nada definido, aunque un supremo sondeó por teléfono a Fayt –quien ayer se quedó en su casa– diciéndole que el rechazo de la recusación estaba casi consensuado. Le contó, además, el revuelo extra que causó la visita de Lemme. Fayt, al parecer, no sabe bien qué hacer. Pero en principio habría descartado la idea de renunciar, algo que el martes había comentado como una posibilidad entre sus íntimos. La próxima reunión plenaria de los jueces será el martes y se debatirá el tema. Si aceptaran la excusación, tendrían que convocar a conjueces para resolver el expediente sobre la pesificación y eso postergaría largamente una resolución, quizá hasta febrero.
–Hasta que no resolvamos lo de Fayt lo lamento pero no podremos hacer nada. Queremos defender el derecho de propiedad, pero ahora no hay cinco votos para eso –le dijo el riojano Nazareno a la gobernadora puntana.
–Yo voy a volver acá todos los días hasta que me den una solución. Voy a quedarme en Capital Federal especialmente para esto –contestó Lemme, irritada, en el encuentro del que también participaba Moliné O’Connor.
La gobernadora no se quería mover hasta que le dieran una respuesta satisfactoria. En sus larga estadía en tribunales tuvo un fugaz encuentro con el rey de los ahorristas, Nito Artaza, quien también merodeaba por allí. Para lograr moverla de la vocalía de Nazareno el ministro Antonio Boggiano, que tiene su despacho a pocos metros, terminó invitándola a una audiencia en la que se limitó a decirle a la mujer que buscaría celeridad. Ni Boggiano ni Augusto Belluscio apoyan la postura mayoritaria en la Corte: un fallo que se limite a decir que la pesificación y el corralón son inconstitucionales y que los bancos se las arreglen para negociar con sus clientes. Ambos buscaron primero frenar los amparos, pero en los últimos días empezaron a esbozar una propuesta redolarizadora, en la queparte de la devolución corra por cuenta del Estado. Con todo, no logran apoyo del resto.
“Desde el Gobierno hay fuertes presiones para que la Corte no se expida sobre la pesificación. Pero si en la Justicia hay mora, entonces no hay Justicia”, señaló Lemme. En la causa iniciada por San Luis hubo varias audiencias de conciliación con el Estado que no prosperaron. Tuvieron un dictamen favorable de la Procuración General de la Nación, pero nunca fallaron Sus Señorías. “Vamos a tener presencia aquí todos los días, pediremos audiencias con todos los ministros –anunció la mandataria–. Presentaremos un recurso por retardo de justicia y si el problema sigue haré, como ciudadana, un planteo ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)”.