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Entre hoy y mañana, Carlos Bianchi deberá darle una respuesta definitiva a Boca sobre si acepta o no convertirse por segunda vez en el entrenador del equipo que condujo entre 1998 y 2001. La comisión directiva del club se reunió ayer por la mañana, tal como lo había solicitado el presidente de la entidad, Mauricio Macri, y aprobó en forma unánime la contratación y las imposiciones que el propio entrenador había planteado en las distintas etapas de las negociaciones. Si dice que sí, lo que se descuenta, el entrenador comenzará a trabajar con el plantel boquense a partir del 6 enero en la pretemporada que el equipo realizará en Tandil.
La amenaza de una posible contratación de Bianchi por parte del Barcelona, que lo tiene marcado como principal reemplazante del holandés Louis van Gaal, apuró a los dirigentes de Boca a encontrar la forma de destrabar la intrincada negociación que se inició hace unas dos semanas y que había sufrido varios contratiempos. “Aprobamos la contratación de Bianchi, está todo arreglado para que regrese y debe contestarnos entre hoy (por ayer) y el lunes si acepta venir a Boca, o bien considera el tema del Barcelona, que también lo tiene en sus planes”, comentó ayer, tras la reunión que mantuvieron los directivos, el vicepresidente tercero, Roberto Digón, uno de los más entusiasmados con el retorno del entrenador.
Digón apuntó que el club habría llegado a un total acuerdo con el entrenador, no sólo en los números, también en otros temas vinculados con la conformación del cuerpo técnico y aspectos que tienen que ver con el plantel profesional. “En los números no hay problemas y en los demás temas tampoco, esperamos una respuesta, pero está todo arreglado y confío en que todo saldrá bien”, explicó el dirigente.
El impecable historial de Bianchi en Boca, sumado a la frustración que acarreó el segundo ciclo del uruguayo Oscar Tabárez en la institución, motivó a los dirigentes boquenses a elevar de 600.000 dólares iniciales a 1,3 millón la cifra anual que contemplaría el nuevo contrato de Bianchi, quien habría acordado firmar un vínculo por tres años.
Mientras tanto, en España se daba por seguro que Bianchi reemplazaría a Van Gaal, tras el partido que ayer disputó el Barcelona frente al Mallorca. Pero la victoria del equipo catalán por 4-0 distendió el clima y le dio un poco de aire al entrenador holandés, y seguramente trajo un poco de tranquilidad a los dirigentes de Boca, quienes en los últimos días temieron que los españoles, con mayor poder adquisitivo, pudieran tentar a Bianchi para llevarlo a dirigir al viejo continente.
En su entorno más cercano, Bianchi llegó a manifestar que “Boca sólo compite con Boca” para contar con sus servicios. Sin embargo, la prensa catalana llegó a dar por segura la incorporación del argentino. Pero Bianchi decidió tomarse el fin de semana para “analizar la propuesta con el resto de los integrantes del cuerpo técnico”, según informó ayer Boca en un comunicado. “Tenemos que ser pesimistas si pensamos que la oferta de Barcelona seguramente va a ser muy superior a la Boca, pero tenemos todas las posibilidades si Carlos se decide por lo humano, ya que si se queda en Boca estará con su familia, con sus hijos y con sus nietos”, sostuvo Digón.
Si Bianchi acepta la propuesta de Boca, asumirá en el cargo el próximo 6 de enero, junto al mismo preparador físico de la etapa anterior, Julio Santella, más Carlos Veglio y Carlos Compagnucci, quien se sumaría al equipo como ayudante de campo, el puesto que ocupaba Carlos Ischia, quien actualmente dirige a Vélez. La primera tarea de Bianchi en Boca será dirigir la pretemporada que el plantel tiene previsto realizar a partir del día 7 de enero en La Posada de los Pájaros, en Tandil, y el objetivo principal será reconquistar la Copa Libertadores y la obtención del Clausura 2003.
Desde mediados de 1998 hasta fines de 2001, Bianchi obtuvo con Boca tres campeonatos locales (Apertura ‘98, Clausura ‘99 y Apertura ‘00), más dos Copas Libertadores (2000 y 2001) y una Copa Intercontinental en el 2000,tras vencer en Tokio el Real Madrid por 2-1; además disputó nuevamente la Intercontinental en 2001, pero cayó frente a Bayern Munich por 1-0.