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A poco de haber asumido su segundo ciclo como entrenador de Boca, Carlos Bianchi le solicitó al presidente del club, Mauricio Macri, el primer refuerzo para comenzar a imaginar el equipo para la próxima temporada. Se trata nada menos que de Diego Cagna, jugador de confianza del técnico y capitán del equipo boquense que obtuvo el bicampeonato local entre 1998 y 1999. Cagna se encuentra en España, a la espera del nacimiento de su segundo hijo, y tiene el pase en su poder, tras desvincularse del Villarreal y del Celaya de México, donde no tuvo continuidad. Además del volante y del pedido especial para que Boca mantenga a Marcelo Delgado, por ahora no habría más refuerzos.
“El único refuerzo que le pedí a Macri es Cagna, no solicité a nadie más. No es verdad lo de Oscar Córdoba –a préstamo en el Bekistas de Turquía– a quien le deseo que se quede 20 años más en Europa y tampoco lo que se mencionó sobre un marcador central”, explicó Bianchi en una entrevista radial, en el que fue su segundo día como flamante nuevo entrenador de Boca.
Bianchi, quien firmó un contrato por tres años, también se refirió a las distintas etapas de las negociaciones con Macri para concretar su retorno. “Durante este año sin trabajar estuve con mi familia, disfruté de los fines de semana, pero una parte del corazón me decía que no estaba realizado porque no ejercía mi profesión. La oferta más importante que tuve para regresar fue la del seleccionado de México, pero mi prioridad siempre fue Boca”, admitió.
En cuanto a la poderosa cifra que representa su nuevo vínculo con Boca -el club le pagará cerca de 1,3 millón de dólares por año–, Bianchi se mostró molesto por la divulgación por parte de algunos dirigentes de Boca y comentó que uno de sus objetivos es cambiar la historia de los entrenadores que fueron campeones en el club y que cuando les tocó regresar no pudieron repetir un título.
“Quiero cambiar esa historia aceptó el entrenador. Pedí tres años de contrato para hacer una tarea profunda. Me ganaré mi plata trabajando, no tengo una jubilación de privilegio, simplemente me hago respetar por lo que valgo y quiero recordarle al que no lo sabe, que comencé vendiendo diarios y ganaba dos guitas. Sé muy bien lo que es ganar dos guitas”, aseguró, y finalmente agregó: “En el extranjero hubiera ganado mucho más, sobre todo en México y trabajando mucho menos, ya que un seleccionado juega cada cuarenta días y el desgaste es menor, pero siempre quise volver a Boca y cuando comenzaron las negociaciones con Macri sabía muy bien que era mi prioridad”.
Por último, con respecto a la situación del delantero Roberto Sosa, Bianchi afirmó: “No puedo pretender retener a Sosa porque sé que en seis meses se marchará del club”. Sosa llegó a préstamo a Boca, a cambio de 1,2 millón de dólares por un año –con una opción de compra de 7 millones–, y no rindió como se esperaba de él.