Eran menos que los millones de personas que celebraban el cierre de la fiesta del Bicentenario en Buenos Aires, pero los 8000 fanáticos que desbordaron el Polideportivo de Mar del Plata para celebrar la conquista de la Liga Nacional de Básquetbol por segunda vez en su historia se hicieron sentir. El título tuvo un prolongado festejo, que se inició apenas terminó el cotejo en el mismo Polideportivo y continuó por las calles de la ciudad.

Con la victoria 80-60, Peñarol cerró 4-1 la serie a su favor, ganando la Liga que no obtenía desde la temporada 1993/94, y terminó una temporada extraordinaria que incluyó la Liga de las Américas, el Súper 8, la Interliga y en la que se le escapó por gol average la Copa Argentina.

“Era mi sueño salir campeón con Peñarol en la Liga –afirmó el capitán Pablo Sebastián Rodríguez–. Hace mucho tiempo que queríamos encontrar este campeonato y no se nos podía dar. Además, este año sufrí muchas cosas como perder a mi mamá, que sé que de arriba me ha ayudado, se lo dedico a ella.” Uno que suma títulos, Leonardo Gutiérrez, les agradeció a los hinchas: “Por el apoyo de toda la temporada. Pensaba que iba a ser difícil, el tiempo demostró que hasta al hincha más renegado lo pudimos convencer, muy pocas veces viví en una cancha esta euforia”, reconoció.

Peñarol fue el mejor equipo de la competencia, con un saldo total de 43 triunfos y 12 derrotas (78,2 por ciento de eficacia). En la serie de playoffs terminó con 10 victorias y un solo traspié. Leonardo Gutiérrez consiguió su séptimo título de Liga Nacional (con cinco equipos diferentes), igualando a Marcelo Milanesio y Héctor “Pichi” Campana. Sergio Hernández, con cuatro logros (en tres equipos), igualó a Rubén Magnano (siempre con Atenas) entre los directores técnicos más ganadores de la historia.