DEPORTES
Se termina el torneo que sobrevivió a De la Rúa
El Apertura 2001, que arrancó en agosto pasado y tiene campeón desde hace cinco semanas, cerrará esta noche con tres partidos. Se destaca la visita de Boca a Rosario para jugar ante Newell’s.
Por Pablo Vignone
Se acabó, parece, esa discusión bizantina entre torneos largos o cortos. La realidad argentina se ha interpuesto entre los pliegues de la argumentación dirigencial y esta noche finalizará el Campeonato Apertura 2001, que había sabido arrancar el viernes 3 de agosto –hace hoy seis meses y dos días– y que consagró a su campeón, Racing, cinco semanas atrás. El trágico final de la administración De la Rúa desdobló la 19ª y última fecha del torneo: Racing y River, los dos equipos que peleaban el título, jugaron el 27 de diciembre; el resto empezó a hacerlo el viernes pasado y terminará esta noche con tres encuentros: Independiente- Banfield, Belgrano-Chicago y Newell’s-Boca.
Existe una obligación formal para jugar los partidos: los promedios del descenso. Banfield (0,833) y Belgrano (1,085) está en zona de descenso directo; Chicago (1,167), en zona de promoción.
Esta postergación reedita una situación bizarra: los clubes ya están usando sus refuerzos para la nueva temporada, en partidos del torneo anterior, lo que –especialmente en términos del descenso– puede representar una ventaja. Banfield, por ejemplo, alistará esta tarde a Germán Real, el ex delantero de Newell’s.
Este Apertura estuvo a punto de no terminar tampoco mañana: los jugadores de Chicago pretendían no jugar contra Belgrano a raíz del atentado que sufrió el domingo Jona-
than Santana, jugador del equipo de Mataderos, que fue baleado. La evolución favorable que presentó el futbolista en las últimas horas desactivó la movida.
En el partido estelar, el reestreno oficial de Oscar Tabárez como entrenador de Boca, el equipo de la Ribera visitará a Newell’s en Rosario. Tabárez pondrá en la cancha un equipo con suplentes, como para reservar titulares mirando al arranque del Clausura, el domingo en Córdoba.
“En mi país, nunca nadie dejó de quejarse desde hace medio siglo –filosofó Grondona ante los españoles–. Aquí estamos, en vanguardia como siempre; imagínese, pues, la calidad de la materia prima que tiene nuestro fútbol, que es capaz de superar todas las dificultades”. Y claro: todo pasa. Hasta el Apertura 2001 será historia esta medianoche.
En una entrevista publicada ayer por la revista de la Real Federación Española de Fútbol, Julio Grondona, el mandamás de la AFA, declaró que la crisis argentina obligará al fútbol nacional a “hacer malabarismos” para cumplir con los planes y objetivos trazados. Más que malabaristas, lo que el fútbol argentino precisa es un mago, que ordene por arte de prestidigitación calendarios y cuentas de una actividad paradójicamente agotada pero frenética: los números no cierran pero los partidos se suceden en forma cotidiana.
Dicen que el Clausura 2002, que dará comienzo el próximo viernes –sí, tres días después del cierre del Apertura, valga el juego– debe ser corto, bien corto: el 30 de mayo empieza el Mundial de Corea y Japón. Pero, tratándose del fútbol argentino y de los malabarismos a los que se acostumbró Grondona, nunca podrá saberse.