Jueves, 30 de diciembre de 2010 | Hoy
DEPORTES › BASQUETBOL JULIO LAMAS, EL FLAMANTE ENTRENADOR DE LA SELECCIóN
El conductor considera que las figuras como Ginóbili o Scola están en condiciones de brillar varios años más con el equipo.
Por Leonardo Castillo
Cuando era un joven entrenador de 33 años, en 1997, se hizo cargo de una Selección en la que jugadores como Manu Ginóbili, Fabricio Oberto, Pepe Sánchez, Alejandro Montechia y Hugo Sconochini iniciaban el camino que los convertiría en la Generación Dorada, una camada a la que luego se iban a sumar otras figuras, y que elevó al básquet argentino a la categoría de potencia mundial, con la obtención del oro en Atenas 2004 y el subcampeonato de Indianápolis 2002. Es por eso que en su segundo ciclo como técnico del representativo albiceleste, Julio Lamas tendrá la doble misión de cerrar un ciclo y de sentar las bases para el comienzo de un nuevo proceso. “Quiero que los jugadores consagrados den todavía un poco más y que surjan nuevas figuras”, le confió el actual DT de Obras en una charla con Página/12. Sin embargo, quiere ir de a poco. “El primer objetivo es clasificar para los Juegos de Londres en el preolímpico de Mar del Plata, después iremos fijándonos las otras metas”, señaló.
–Al presentarlo como entrenador de la Selección, el presidente de la CABB (Confederación Argentina de Básquetbol), Germán Vaccaro, lo calificó como “un hombre de la casa”, ¿se siente realmente así?
–En verdad sí, y es por la vinculación anterior que tuve con la Selección, en 1997 y por la colaboración que realicé con el cuerpo técnico anterior durante los Juegos de Beijing. Siento que vuelvo a un lugar que conozco y lo hago en un momento de mucha maduración como entrenador.
–¿Por qué?
–Por la experiencia que acumulé en todos estos años de trabajo en Europa y en la Liga Nacional. Además siento que la Selección es el equipo más importante que dirigí, más que el Real Madrid o cualquier otro. Siento que estoy en un gran momento y puedo aportarle mucho a la Selección.
–Muchos jugadores que integraron la Generación Dorada están en el momento culminante de sus carreras, ¿eso implica que se viene un período de recambio en la Selección?
–El recambio se va a ir dando por una cuestión lógica, temporal, y mientras tanto tenemos que trabajar para que vayan surgiendo figuras, que una nueva generación se consolide. Pero no renuncio a la idea de que los jugadores que brillan en la NBA como Manu (Ginóbili) o Luis (Scola) le puedan dar todavía un poco más al equipo. Creo que todavía pueden y tienen muchas ganas de hacerlo.
–¿Habló por estos días con los jugadores que están en el exterior?
–Sí, lo hice con varios, el contenido de esas charlas me lo reservo por respeto a ellos. Pero estoy tranquilo en función de lo que charlamos y lo que me transmitieron.
–¿Pero qué es lo que les pedirá a las figuras consagradas?
–Simple: que asuman la conducción del equipo y que respalden a los jugadores de rol. Es la mejor forma de ir formando un equipo.
–¿Podrá el básquet argentino producir otra camada de jugadores tan brillante como fue la de la Generación Dorada?
–Es una generación extraordinaria de jugadores y va a ser difícil que se vuelva a producir algo similar, es decir, tantos buenos jugadores en un mismo período histórico. Pero hay que tratar de aprovecharlos al máximo mientras que puedan jugar con la Selección.
–¿Qué es lo que dificulta el surgimiento de nuevos talentos en el básquetbol argentino?
–Unas de las cuestiones que dificultan la formación de figuras es que hoy tenemos pocos jugadores jugando en las ligas de Europa, y ése es en verdad el paso previo que se debe dar y que dieron los que se consagraron en la NBA. El desafío que tenemos también es que la Selección sea una vidriera para que los jugadores puedan llegar a torneos más competitivos, en los que adquieran mayor roce internacional.
–¿La Liga Nacional ya no puede darles ese roce?
–La Liga es un campeonato bueno, con un nivel alto en el contexto latinoamericano. Sigue siendo una competencia fuerte. Pero para mantenernos bien alto en el plano internacional, hace falta jugar en un nivel más exigente.
–¿Es posible soñar con un lugar en el podio en los próximos Juegos Olímpicos de Londres?
–Primero queremos clasificarnos y hacer buen torneo en Mar del Plata. La idea es ir de a poco y no apurarnos.
–Hasta 2012 alternará su cargo como DT de Obras con la tarea de seleccionador nacional, ¿es lo que pretendía?
–Lo mejor para mí es dedicarse a full a la Selección, pero las cosas se dieron de esta manera y recién después del 2012 voy a tener una dedicación exclusiva con la Selección hasta el Mundial de España en 2014.
–Más allá de los títulos, ¿qué es lo que le gustaría dejar cuando su gestión termine?
–Que la Generación Dorada se retire dando lo mejor y que una nueva camada de jugadores esté en condiciones de mantener al básquetbol argentino en lo más alto. Sería la mejor forma de dar por cumplida la tarea.
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