Con dos goles de Juan Neira, Gimnasia consiguió un triunfo que le devuelve esperanzas en su lucha por no descender al derrotar 2-1 a Tigre. No jugó bien el equipo de Angel Cappa, pero mostró mucho corazón para dar vuelta el resultado y se benefició con un error clave del árbitro Delfino, que anuló un tanto de Galmarini por una mano inexistente y, además, expulsó al volante por la segunda amarilla.

El partido arrancó caliente porque el vestuario visitante apareció manchado con un pulguicida que les provocó molestias a los jugadores de reserva y a algunos titulares de Tigre. Sin embargo, en el césped todo fue más tranquilo, con Gimnasia buscando el gol y con el equipo de Arruabarrena esperando aprovechar los espacios que dejaba el local. Con esa fórmula llegó el primer gol, cuando Román Martínez dejó dos hombres en el camino y cedió a Morales, que definió con categoría para superar a Sessa.

Con mucho corazón, Gimnasia se fue encima en busca de la igualdad y tuvo algo de fortuna para conseguirla: Neira se desmarcó por la izquierda y sacó un remate que se desvió en un defensor y se metió por entre las piernas de Islas. A partir de ese momento, el juego está para cualquiera de los dos, porque Gimnasia atacaba bien, pero se defendía mal. Y de un error de Agüero, llegaba el segundo gol, cuando Galmarini convertía ante la salida de Sessa. Si bien el volante hizo el gesto de llevarse el balón con la mano, no alcanzó a impactarlo, pero Delfino anuló el tanto y le mostró la segunda amarilla. Con esa circunstancia a favor, Gimnasia fue a buscar la victoria y la encontró a través de Neira, que definió en el borde del área chica, tras un desborde de Rieloff. Así, Gimnasia todavía sueña.

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