Estudiantes hizo todos los méritos para llevarse la victoria, pero Independiente fue el que festejó los tres puntos. Un gol del colombiano Marco Pérez en el arranque del segundo tiempo, le alcanzó al equipo de Mohamed para llevarse la victoria, ante un rival que apenas sumó un punto en tres partidos.

Salvo los minutos iniciales, que mostraron cierta paridad, el resto de la primera mitad mostró un dominio abrumador de Estudiantes, que generó numerosas ocasiones de gol y mereció irse al descanso en ventaja. La línea de tres que plantó Mohamed no llegaba a cubrir las espaldas del colombiano Vélez, zona que utilizaba Estudiantes para lastimar, ya sea con la presencia Gastón Fernández o con las trepadas de Iberbia.

Con esas armas, el equipo de Russo generó numerosas ocasiones: Un remate cruzado de Iberbia que pegó en el palo, un mano a mano de Boselli que Assmann tapó de manera notable y un cabezazo de Cellay que cayó apenas por detrás del travesaño fueron las chances más claras de esa primera parte. Todo pintaba muy complicado para Independiente, superado en casi todos lados a medida que transcurrían los minutos. Para colmo, el uruguayo Argachá cometió dos infracciones fuertes en tres minutos y se ganó la expulsión. Nada podía ser peor.

Sin embargo, el ingreso de Marco Pérez cambió la historia. En la primera que tocó, el colombiano se lo llevó a la rastra a Desábato y sacó un remate cruzado que se le fue entre las manos a Villar. Sin hacer casi nada, el conjunto de Mohamed se encontraba en ventaja. Por eso, con un gol de ventaja y un hombre menos en el campo, Independiente resolvió tirarse más atrás todavía y tratar de aguantar el resultado. Del otro lado, Estudiantes, con pelota y terreno a favor y resultado en contra, se fue con todo a buscar el empate. Y si bien provocó varias chances, le faltó claridad y lo pagó con una derrota injusta.