El correntino Sebastián Crismanich ganó la cuarta medalla dorada de la jornada en los Juegos Panamericanos, al imponerse en la final de la categoría hasta 80 kilogramos de taekwondo al venezolano Carlos Vázquez. El argentino de 20 años, que se impuso en la final 13-9, se sumó a los tres triunfos obtenidos por el remo en la mañana mexicana.

Crismanich se convirtió de esta manera en uno de los héroes del día para la Argentina, luego de que a lo largo de la competencia en su categoría se mostrara superior a todos sus rivales, entre ellos el canadiense Sebastien Michaud, el gran candidato al oro, al que eliminó en la pelea por cuartos de final. “La verdad es que estoy muy contento. Traía este objetivo, el de llegar a la final y ganar el oro. Estoy muy feliz”, comentó el campeón panamericano apenas finalizado el combate decisivo. “El trabajo salió sumamente bien. Por momentos me dejé llevar por el corazón en la final, pero sobre el final descargué y saqué la ventaja que nos dio el oro. Es una gran felicidad. Para el deporte argentino en general y para el taekwondo en particular es un logro muy importante, así lo considero yo al menos”, agregó el taekwondista correntino.

Por su parte, su entrenador, Gabriel Taraburelli, se mostró orgulloso de su discípulo. “Venía peleando fuerte en los torneos previos y no se le había dado. Este era el momento. Hizo un gran torneo de principio a fin, acertamos en la estrategia para cada pelea y el oro nos llena de orgullo”, indicó Taraburelli, representante olímpico en Sydney 2000, donde llegó a las semifinales en el estreno de la disciplina en unos Juegos Olímpicos.

El camino de Crismanich arrancó temprano con una cómoda victoria 12-0 sobre el nicaragüense Michael Rodríguez. Luego llegó el turno de la gran pelea de cuartos, ante el máximo favorito al oro y ganador del Panamericano de Monterrey 2010 de la especialidad, el canadiense Sebastien Michaud. El correntino salió con una postura agresiva y con una tremenda patada a la cabeza, al minuto del segundo round y cuando ya estaba arriba 6-1 en los puntos, dejó al canadiense fuera de combate.

La semifinal fue ante el guatemalteco Stuardo Solórzano, al que superó por un amplio 8-1: Crismanich ganó luego de tres asaltos en que se mostró muy superior a su rival, al que le impuso las condiciones de la pelea de inicio a fin.

El choque decisivo ante Vázquez, que se había impuesto en semis ante el mexicano Uriel Adriano por un ajustado 9-8, fue dramático. El venezolano sufrió una lesión en el tobillo derecho que lo condicionó durante el resto del combate, pero aun así obligó al argentino a esforzarse al máximo para quedarse con la victoria.

El argentino se preparó para esta competencia durante 25 días en la ciudad boliviana de San Luis Potosí, donde se entrenó hasta tres turnos diarios y en los que venció en todos sus combates de preparación, inclusive ante rivales de talla mayor. El trabajo dio sus frutos: un alarido enorme de felicidad en el Gimnasio del CODE II, la cuarta medalla de oro para Argentina en los Panamericanos, la emoción del Himno y la Bandera en los más alto del podio.

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