DEPORTES › RIVER CONSIGUIO LO QUE QUERIA EN PARAGUAY
Dos goles y la clasificación
Con un soberbio remate de tiro libre de Andrés D’Alessandro y un tanto de penal de Fernando Cavenaghi, venció a Libertad y sigue en la Copa.
Se moría el partido cuando el árbitro uruguayo Larrionda vio falta sobre Andrés D’Alessandro, sobre la derecha, a 30 metros del arco. Ideal para un centro. Pero el juvenil se tuvo fe, y le pegó un derechazo espectacular que entró en el ángulo superior del primer palo del arquero paraguayo Villar. El gol, cuando River ya se había conformado con el empate con Libertad, significó no sólo la victoria sino también la clasificación para los octavos de final de la Libertadores. En tiempo de descuento, River amplió cuando Cavenaghi convirtió un penal que le cometieron a Coudet.
No puede negarse que River hizo el intento de ganar el partido. Es que una victoria alejaba definitivamente la incertidumbre sobre la clasificación. Pero lo que se reveló como una saludable intención desde el comienzo, cuando quedó en evidencia que, jugador contra jugador, el equipo argentino hacía mejor uso de la pelota y se acercaba más peligrosamente al área rival, fue empalideciendo a medida que corría el reloj. Mientras se adentraba de manera inexorable en la primera media hora, el partido perdía sustancia, se hacían esporádicas las llegadas a los arcos, y esa superioridad que River manifestaba en el mano a mano no lograba imponerla en el marcador.
El equipo argentino tuvo dos ocasiones impecables para abrir el marcador en la primera mitad del encuentro. Primero, cuando Darío Husain sacó un derechazo pisando el área que el arquero Villar sacó al corner con esfuerzo; después, pasados los 30, cuando el propio Husain entró dribleando al área, centró bajo, y cuando Lequi iba a conectar parado en el punto del penal, Vera le ganó de mano, rechazando.
Mientras Lucho González seguía yendo y viniendo con tino, D’Alessandro frotó su zurda en un par de ocasiones durante el complemento para traer algo más de peligro. Pero pasado el cuarto de hora, del equipo argentino se adueñó la convicción de que un empate estaba lejos de ser un mal negocio. El conformismo se adueñó de casi todos, salvo de D’Alessandro, que vio la oportunidad con ese tiro libre y no la desaprovechó.
El partido estaba completamente definido cuando el recién ingresado Barrado concretó una bonita jugada para cederla a Coudet, al que le cometieron penal. En tiempo de descuento, Cavenaghi amplió la ventaja rematado alto al palo izquierdo de Villar. Ya clasificado, en la última fecha River tendrá que recibir en el Monumental al eliminado Emelec.