EL PAíS
Ibarra y los socialistas acordaron listas comunes
El jefe de gobierno quiere ampliar su base de centroizquierda. Por ahora, sumó a los socialistas y a algunos kirchneristas.
Por Santiago Rodríguez
Aníbal Ibarra formalizó finalmente ayer su trato con los socialistas, quienes lo respaldarán en su intento por conseguir su reelección como jefe de gobierno. El acuerdo contempla la postulación de Norberto La Porta -anotado originalmente para disputar ese cargo– como primer candidato a legislador local, así como la integración de listas conjuntas también para diputados nacionales. La coalición se presentará a elecciones bajo el nombre de Fuerza Porteña y tendrá también en sus filas a los kirchneristas porteños alineados con la legisladora Juliana Marino. La intención de Ibarra es ampliar aún más su base de sustentación en el centroizquierda para darle pelea al empresario Mauricio Macri y su principal objetivo es encolumnar al ARI detrás de su candidatura, aunque la discusión planteada en torno de la fecha de los comicios alteró la marcha de las negociaciones.
El acuerdo entre el Frente Grande y el Partido Socialista estaba definido de antemano. Desde que empezaron a perfilarse los distintos candidatos a la Jefatura de Gobierno, se especuló con que La Porta no llegaría al final de la carrera y que los socialistas se allanarían a apoyar la postulación de Ibarra.
El socialismo accedió a cerrar el trato por dos razones: su performance en las encuestas resultó ser menos de la esperada y, además, los dirigentes de ese partido evaluaron que podían llegar a quedar como los responsables de una eventual derrota de Ibarra a manos de Macri. Quien instaló el fantasma de que la división del progresismo podía dar lugar al triunfo de la derecha en la ciudad fue el mismo ex fiscal. Del mismo modo, desde el entorno de Ibarra explotaron en el mismo sentido el lanzamiento de Luis Zamora en el distrito.
En la presentación de su sociedad con los socialistas en el tradicional bar El Querandí, Ibarra batió otra vez el parche en ese sentido: “Estoy convencido –dijo– que la ciudad no se a va a entregar a la derecha que quiere enriquecerse a su costa”.
Ibarra va ahora por más en su afán de articular un espacio de centroizquierda en el que recostarse en su intento de conseguir la reelección. Hoy sumará a Marino y al ex juez Eduardo Luis Duhalde –quienes apoyan la candidatura presidencial de Néstor Kirchner– a la flamante Fuerza Porteña, pero toda su atención está puesta en arribar a un acuerdo con el ARI antes del cierre del plazo de inscripción de las alianzas electorales, previsto para mañana al mediodía.
Las conversaciones entre Ibarra y Elisa Carrió venían a buen ritmo -ambos hablaron más de una vez en los últimos días– pero la discusión desatada en torno de la fecha de las elecciones alteró la marcha de las negociaciones y en el ARI decían ayer que no había nada de qué hablar hasta el cronograma electoral. Aún así, en el entorno del ex fiscal no se dan por vencidos.
Quienes acompañan a Ibarra tampoco dan por concluidas las conversaciones con el sector de kirchnerismo que tiene a Rafael Bielsa como candidato a jefe de gobierno. Si bien Bielsa es uno de los impulsores de que la Legislatura postergue las elecciones, los hombres de Ibarra aseguran que “en privado sigue dando señales de querer llegar a un acuerdo”.
Otro frente de negociación que el ibarrismo mantiene abierto es con el radicalismo. El candidato a jefe de gobierno Cristian Caram estuvo ayer con Ibarra y salió de esa reunión convencido de que la relación con los radicales está concluida, sobre todo porque el ex fiscal anotó a la Fuerza Porteña para las elecciones de diputados nacionales sin la participación de la UCR y sin siquiera avisarles. De todos modos, Ibarra está tratando de convencer a los funcionarios del radicalismo que lo acompañan –como los secretarios de Promoción Social, Gabriela González Gass, y de Hacienda, Miguel Pesce– que sigan a su lado.