El entrenador de River, Matías Almeyda, minimizó el incidente que protagonizaron Fernando Cavenaghi y Alejandro Domínguez, el domingo en La Plata, aunque advirtió que el episodio “no debe repetirse” porque “no hay que darles de comer a las fieras”. El propio Domínguez desestimó que hubiera habido una pelea más importante: “No pasa nada, somos amigos y tenemos la confianza suficiente para decirnos las cosas que nos molestan”. “Mi manera de ver las cosas es que cuando se toma la decisión en una jugada, no se puede volver atrás. Decidí patear y lo hice”, explicó Domínguez. “Fernando me lo reprochó, como puede suceder con otros jugadores, no pasa nada, no es para hacer una historia con esto. Nos une una amistad y los dos dijimos muchas veces que vinimos a dejar el alma por River.” Y agregó: “Hablamos en el vestuario adelante de Almeyda y estuvo todo bien. Fue una calentura del momento”.

Para Almeyda, “la unión del grupo es bárbara, más allá del episodio. El compromiso para trabajar es muy fuerte”. Y Domínguez coincidió: “Cuando fui capitán porque Fernando no estuvo, dije enseguida que el capitán era él. Esto demuestra la unión del grupo y el apoyo que hay entre todos. Luciano Vella, Carlos Arano, Cristian Ledesma y muchos de los chicos estuvieron a pesar de que no estaban convocados. Eso da la idea de que estamos muy metidos y juntos”.

Almeyda tuvo tiempo para acordarse de otro ídolo de River, Norberto Alonso, que en los últimos tiempos adoptó posiciones críticas respecto del club en el que jugó tanto tiempo. “Sus críticas son destructivas –lamentó el entrenador–. Lo respeto como ser humano. Es amado por el público de River por lo que dio como futbolista, pero todo lo que dice se triplica, ya sea a favor o en contra”, advirtió. “Si salieran palabras de apoyo o quisiera acercarse a aportar su granito de arena sería mejor para todos.”