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Con distintos presentes, pero con la misma pasión, Boca y River reeditan esta tarde una nueva edición del Superclásico. Se jugará a partir de las 15 en una Bombonera colmada (se agotaron populares y plateas); será arbitrado por Héctor Baldassi y televisado en directo por TyC Max. Boca está puntero con Vélez y le lleva un punto a River.
Boca (31 puntos) llega entonado con su feliz presente: primero en el campeonato local y clasificado a las semifinales de la Libertadores. Mientras que River (30) lo hace con panorama diferente, ya que la eliminación de la Copa, a manos del América de Cali, lo dejó maltrecho y con la continuidad de su entrenador, Manuel Pellegrini, en duda. En Boca, en cambio, se viven horas de tranquilidad y satisfacción. Además, Bianchi y los jugadores recibieron con beneplácito la noticia de que los enfrentamientos con el América en semifinales se postergaron para el 11 y 19 de junio. Esta postergación le posibilita al entrenador disponer de todos sus efectivos ya que no debe “reservar” jugadores, a excepción de Burdisso, Battaglia y Donnet, que estarán ausentes por lesión.
Respecto del equipo que le ganó a Cobreloa, Boca continuaría con la misma formación en la defensa, mientras que Javier Villarreal entrará por Battaglia como volante por derecha y Cagna será el volante por izquierda.
También se producirá el retorno de Delgado, que últimamente cumplió funciones de enganche, en lugar de Donnet. Ezequiel González, recuperado -se desgarró el 30 de marzo–, irá al banco.
River, que ha mostrado flaquezas en la última línea y en su arquero –lo de Buljubasich fue notorio–, atraviesa un momento especial y será muy importante la respuesta anímica. El equilibrado Manuel Pellegrini señaló que sus jugadores “se están recuperando de un golpe duro” y subrayó que jugar contra Boca es “lo mejor” que les podía pasar. Hoy, con el juvenil Franco Costanzo que regresa al arco y Zapata en el medio por izquierda, River tratará de comenzar a caminar hacia su último y único objetivo del año: el campeonato.